sábado, 14 de mayo de 2016

Nuevo Gobierno de Brasil promete duras medidas para frenar déficit

BRASILIA, 13 mayo (Reuters) - El nuevo Gobierno centroderechista de Brasil planea anunciar pronto duras medidas para combatir un enorme déficit presupuestario y podría estudiar la subida temporal de impuestos, dependiendo de los resultados de una revisión detallada de la situación fiscal, dijo el flamante ministro de Hacienda el viernes.
Henrique Meirelles, un ex gobernador del banco central que tiene la tarea de intentar sacar a la mayor economía de América Latina de la recesión, afirmó que su máxima prioridad es devolver la transparencia a las finanzas públicas.
El Senado brasileño suspendió el jueves a la presidenta Dilma Rousseff y decidió someterla a un juicio político acusada de violar las leyes presupuestarias al tomar prestado de entidades estatales para aumentar su gasto antes de su reelección en 2014.
El vicepresidente, Michel Temer, será el presidente interino mientras dure el proceso, que podría prolongarse hasta seis meses, y tiene una agenda para impulsar la inversión privada y reducir un déficit gubernamental que el año pasado superó el 10 por ciento de la producción económica.
Meirelles advirtió que la situación presupuestaria dejada por el gobierno saliente de Rousseff podría generar un déficit superior a los 96.000 millones de reales (27.720 millones de dólares) previstos en 2016.
"Preferentemente, no debería haber alzas de impuestos. Pero la prioridad es equilibrar las finanzas públicas", afirmó a la cadena Globo TV, agregando que no se va a tomar ninguna decisión de forma apresurada y que cualquier subida de impuestos futura sería temporal.
Meirelles dijo más tarde a periodistas que anunciará el lunes el nombre del próximo jefe del banco central, junto con todo su equipo en el ministerio. Afirmó, asimismo, que la nuevas medidas para reducir el creciente peso de la deuda del país serán informadas en el momento adecuado.
El Gobierno de Temer espera capitalizar su periodo de luna de miel con el Congreso para impulsar un nuevo presupuesto para 2016 en las próximas semanas. Si no logra hacerlo, el Ejecutivo podría cerrarse el mes próximo, cuando es probable que alcance el límite de déficit impuesto por el actual plan de gasto.
Algunos expertos temen que el recorte del gasto público y el alza impositiva pueda retraer aún más la economía, de 2 billones de dólares, que está en camino de contraerse más del 3 por ciento por segundo año consecutivo en 2016, su peor desempeño desde los años 30.
Los partidarios de Rousseff argumentan que el nuevo Gobierno carece de un mandato democrático para introducir reformas económicas liberales, ya que no fue elegido y Temer llegó al cargo sólo por el proceso de juicio político.
Los sondeos de opinión muestran que apenas alrededor del 1 por ciento de los brasileños votaría por Temer, un veterano congresista.
Sin embargo, en su primer discurso a la nación el jueves, Temer mostró un cambio radical de dirección en su estrategia, al prometer que mantendría los programas sociales para los pobres que fueron introducidos durante los 13 años de gobierno del izquierdista Partido de los Trabajadores.
Si Rousseff fuera condenada en el juicio en el Senado y apartada de forma definitiva del cargo, Temer sería presidente hasta las elecciones de 2018.
Meirelles señaló que el Gobierno buscará reformar el sistema de pensiones, con la adopción de una edad mínima de jubilación. También dijo que los bancos estatales serán gestionados por profesionales, sin interferencias políticas.
Asesores de Temer dijeron que Meirelles, que lideró el Banco Central de Brasil entre 2003 y 2010, podrá supervisar la labor del equipo económico del Ejecutivo y que quiere nombrar a un economista respetado al frente del banco central.
Los principales candidatos para el puesto son los ex directores del banco central Ilan Goldfajn y Mario Mesquita, así como el ex jefe del Tesoro, Carlos Kawall, dijeron funcionarios.

(1 dólar = 3,4630 reales)

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