Para dar mayor transparencia y después de las sospechas que generaron las últimas licitaciones, el Gobierno argentino decidió comenzar a publicar las compras externas de cargamentos de gasoil que adjudica Cammesa, la empresa que administra el mercado eléctrico mayorista (MEM), para cubrir el faltante de gas en las usinas térmicas durante el invierno.
Las últimas operaciones fueron cuestionadas y se vieron envueltas en una polémica, debido a que la empresa que es controlada por el Ministerio de Energía y Minería le dio el negocio a una de las firmas subsidiarias de Shell –la compañía que dirigía hasta el año pasado el actual ministro de Energía, Juan José Aranguren, y en la que aún tiene acciones–. En abril, adjudicó la contratación de ocho barcos de gasoil, siete de los cuales fueron para Shell Western. Si bien Aranguren renunció a fin de junio a la presidencia de Shell, según su declaración jurada patrimonial presentada ante la Oficina Anticorrupción con datos de 2014, tiene el equivalente a unos $13 millones en acciones Clase A de Royal Dutch Shell, la casa matriz controlante tanto de la petrolera local como del trading que interviene en la operatoria de importación de crudo.
Con el fin de despejar conjeturas y la desconfianza que asomó a raíz de esas licitaciones, el Gobierno comenzó desde el martes a publicar por primera vez los detalles de las compras. En su página web, Cammesa informó que concretó, a través de YPF, la licitación internacional para la adquisición de 700.000 metros cúbicos de gasoil. Se adjudicaron ocho cargamentos de 50.000 metros cúbicos cada uno para la primera quincena de junio y seis cargamentos iguales para la segunda quincena de ese mes, en el marco del Acuerdo de Gestión suscripto por la Compañía con la estatal YPF en 2012. Se invitó a realizar ofertas a 22 empresas proveedoras, presentándose 8 compañías, de las cuales 4 resultaron ganadoras.
Según los datos publicados se adjudicaron las ofertas más económicas para la primera quincena a las empresas Stusco (con siete cargamentos por un total de 350.000 metros cúbicos de gasoil) y Gunvor, con un cargamento por 50.000 metros cúbicos. Las ofertas para proveer el combustible en la segunda quincena del mes que viene correspondieron a las empresas Vitol (con cuatro cargamentos por un total de 200.000 metros cúbicos), Glencore y Gunvor (con un cargamento de 50.000 metros cúbicos cada una).
La idea oficial es que la publicación del detalle de las licitaciones se realice periódicamente; criterio que se aplicará también para las compras de Gas Natural Licuado (GNL) a través de Enarsa, que hasta el momento tampoco son informadas. Semanas atrás, Aranguren señaló que para cubrir las necesidades de gas durante el invierno los embarques de GNL –que luego es regasificado e inyectado a ductos troncales– rondarán los 40 navíos, y que para cubrir la demanda total del año en curso sería necesario comprar un volumen equivalente "entre 85 y 90 barcos". Por otra parte, el ministro (que se encuentra desde ayer y hasta mañana en EE.UU. para participar de un evento organizado en Houston por el IAPG), manifestó desde allí que la Argentina podría dejar de importar petróleo liviano en el 2016 como parte de un plan para lograr la soberanía energética y con el objetivo de "privilegiar el crudo local para evitar una reducción de empleos y una menor recaudación de impuestos".
Fuente: Cronista.com
Las últimas operaciones fueron cuestionadas y se vieron envueltas en una polémica, debido a que la empresa que es controlada por el Ministerio de Energía y Minería le dio el negocio a una de las firmas subsidiarias de Shell –la compañía que dirigía hasta el año pasado el actual ministro de Energía, Juan José Aranguren, y en la que aún tiene acciones–. En abril, adjudicó la contratación de ocho barcos de gasoil, siete de los cuales fueron para Shell Western. Si bien Aranguren renunció a fin de junio a la presidencia de Shell, según su declaración jurada patrimonial presentada ante la Oficina Anticorrupción con datos de 2014, tiene el equivalente a unos $13 millones en acciones Clase A de Royal Dutch Shell, la casa matriz controlante tanto de la petrolera local como del trading que interviene en la operatoria de importación de crudo.
Con el fin de despejar conjeturas y la desconfianza que asomó a raíz de esas licitaciones, el Gobierno comenzó desde el martes a publicar por primera vez los detalles de las compras. En su página web, Cammesa informó que concretó, a través de YPF, la licitación internacional para la adquisición de 700.000 metros cúbicos de gasoil. Se adjudicaron ocho cargamentos de 50.000 metros cúbicos cada uno para la primera quincena de junio y seis cargamentos iguales para la segunda quincena de ese mes, en el marco del Acuerdo de Gestión suscripto por la Compañía con la estatal YPF en 2012. Se invitó a realizar ofertas a 22 empresas proveedoras, presentándose 8 compañías, de las cuales 4 resultaron ganadoras.
Según los datos publicados se adjudicaron las ofertas más económicas para la primera quincena a las empresas Stusco (con siete cargamentos por un total de 350.000 metros cúbicos de gasoil) y Gunvor, con un cargamento por 50.000 metros cúbicos. Las ofertas para proveer el combustible en la segunda quincena del mes que viene correspondieron a las empresas Vitol (con cuatro cargamentos por un total de 200.000 metros cúbicos), Glencore y Gunvor (con un cargamento de 50.000 metros cúbicos cada una).
La idea oficial es que la publicación del detalle de las licitaciones se realice periódicamente; criterio que se aplicará también para las compras de Gas Natural Licuado (GNL) a través de Enarsa, que hasta el momento tampoco son informadas. Semanas atrás, Aranguren señaló que para cubrir las necesidades de gas durante el invierno los embarques de GNL –que luego es regasificado e inyectado a ductos troncales– rondarán los 40 navíos, y que para cubrir la demanda total del año en curso sería necesario comprar un volumen equivalente "entre 85 y 90 barcos". Por otra parte, el ministro (que se encuentra desde ayer y hasta mañana en EE.UU. para participar de un evento organizado en Houston por el IAPG), manifestó desde allí que la Argentina podría dejar de importar petróleo liviano en el 2016 como parte de un plan para lograr la soberanía energética y con el objetivo de "privilegiar el crudo local para evitar una reducción de empleos y una menor recaudación de impuestos".
Fuente: Cronista.com
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