La economía de Japón se contrajo en el segundo trimestre debido a que la demanda externa de productos locales se redujo en el periodo y a que los hogares consumieron menos, lo que aumenta la posibilidad de que el gobierno tenga que intervenir para impulsar una anémica recuperación.
El PBI de Japón se contrajo un 1,6% en términos anualizados entre abril y junio, de acuerdo con los datos oficiales publicados el lunes por la oficina del gabinete. Los economistas consultados por The Wall Street Journal habían previsto una caída del 1,9%.
La economía japonesa creció en los dos trimestres anteriores después de dos trimestres de contracción.
“No hay motor de crecimiento para Japón ahora mismo, ni dentro ni fuera del país”, dijo Yuichi Kodama, economista jefe de Meiji Yasuda Life Insurance Co. “Cualquier recuperación económica sería tenue”.
El Ministro de Economía, Akira Amari, dijo después de la publicación de los datos que es probable que la contracción sea temporal y apuntó a las sólidas ventas de aparatos de aire acondicionado en julio y agosto.
“El gobierno no se plantea implementar de forma inmediata medidas de estímulo extra”, dijo a la prensa.
Las exportaciones fueron el principal lastre de la economía al caer un 16,5% en términos anualizados, más de lo esperado, mientras que el consumo privado se redujo un 3%.
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