jueves, 19 de mayo de 2016

Minutas del BCE/ análisis

FRÁNCFORT, 19 mayo (Reuters) - Las autoridades del Banco Central Europeo (BCE) concordaron en su reunión de abril en la necesidad de defender al organismo ante las críticas por su política monetaria ultra laxa, particularmente por parte de Alemania y otras entidades, indicaron el jueves las minutas del encuentro.
Bancos y ahorristas alemanes se quejaron de que las tasas de interés ultra bajas y la impresión de dinero del BCE estaban afectando sus ganancias. El ministro de Finanzas germano, Wolfgang Schaeuble, incluso afirmó que la estrategia era responsable en parte por el ascenso del partido de derecha Alternativa para Alemania.
La confianza de los inversores en el BCE también ha estado disminuyendo. Las mediciones del mercado sobre expectativas de inflación para la zona euro permanecen cerca de los mínimos vistos en enero de 2015, cuando el banco central comenzó con su programa de compras de activos.
Los miembros del Consejo de Gobierno del BCE pusieron énfasis en la necesidad de reaccionar ante el escepticismo y reforzar la confianza en su programa para llevar la inflación hasta la meta oficial cercana al 2 por ciento "en el mediano plazo".
"Hubo un acuerdo generalizado en que había necesidad de contrarrestar la percepción de que la política monetaria ya no podía contribuir a un retorno a la inflación (a la meta del BCE)", indicaron las minutas de la reunión de abril divulgadas por el banco central de la zona euro.
"A la luz de las recientes críticas públicas (...) se consideró que era importante reafirmar colectivamente la independencia del BCE para cumplir con sus objetivos", añadieron.
Desde entonces, varias autoridades del BCE, entre ellas el presidente del organismo Mario Draghi, y después el jefe del Bundesbank, Jens Weidmann, defendieron las políticas del banco central del área del euro en los medios alemanes.

Las minutas de la reunión de abril sugieren que los funcionarios del BCE estaban más optimistas sobre la economía de la zona euro, pero que seguían preocupados porque los bajos precios del crudo puedan socavar los salarios y los precios de otros productos y servicios.

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