domingo, 17 de abril de 2016

Escenarios FOREX/ Sólo el dólar tiene la respuesta/ Análisis

Daniel Viglione/  #EconomyGeeks
En el mercado de divisas se concentran gran parte de los riesgos a los que se enfrentan los inversores. Lo comprobamos cuando las autoridades chinas tomaron medidas para depreciar el yuan provocando un verdadero terremoto en los parqués de todo el mundo. Pero también hay riesgos asociados a la apreciación del dólar y a la caída del valor de las divisas emergentes. De hecho,  en general, a la economía mundial le viene mejor que el dólar esté débil, porque los países emergentes tienen mucha deuda emitida en divisa americana y si ésta pierde valor, su nivel de endeudamiento, por ese solo efecto, también baja. Además, las materias primas están denominadas en billete verde y si éste pierde posiciones, las 'commodities' suben, para compensar ese efecto, lo que supone un impulso para sus economías. Lo contrario, la apreciación del dólar, puede derivar en salidas de capitales de los mercados emergentes y desórdenes monetarios. 

Desde principios de año, el dólar ha caído contra las principales monedas, a excepción de la libra, el peso y el dólar neozelandés. Las divisas contra las que el billete verde más ha caído han sido el real brasileño y el yen japonés (un 11 por ciento), seguido de la corona noruega y el dólar canadiense (entre un 6,5 y un 5,5 por ciento). El billete verde también ha perdido posiciones contra el euro (4,5 por ciento). La moneda comunitaria sólo ha caído contra el yen, el real, la corona noruega, el dólar canadiense y el dólar de Singapur. 

¿Qué pasa en el euro-dólar?

¿Va a continuar la debilidad del billete verde? Comencemos por su tipo de cambio con el euro. La apreciación de la divisa comunitaria contra el dólar obedece a la salida de capitales de Estados Unidos que ha propiciado el cambio de opinión de la Fed, que ha reducido las expectativas respecto al nivel de la tasa de interés de referencia con que terminará este ejercicio. 

Al euro aún le queda algo de recorrido: hasta niveles de 1,16 o 1,17 unidades, y partir de allí, debería revertir hasta el punto en que no se descarta la paridad, aunque no la creemos probable este año. En un escenario bajista de las bolsas, será más fácil que el dólar se fortalezca. Desde niveles de 1,14, el euro caerá de manera clara. Es cierto que el ritmo de suba en la tasa de interés será un poco menor de la prevista con anterioridad, pero el encarecimiento del precio del dinero en Estados Unidos sigue estando alli. El mercado no ha tomado en cuenta las nuevas medidas del BCE y aunque no creo que veamos en este 2016 la paridad entre el euro y el dólar, sí consideramos que veremos el tipo de cambio en el entorno de 1,05 unidades al final del ejercicio. 

Miguel Ángel Rodríguez, experto en divisas en Ethical Finance Institute, coincide en que el euro no va a seguir subiendo contra el dólar. Añade que si se acerca a 1,15, el BCE realizará algún tipo de declaración verbal para que se dé la vuelta. Para los expertos de Bankinter, niveles cercanos a 1,10 se configuran como el nuevo punto de equilibrio a medio plazo. «El dólar debería ganar terreno a lo largo del tercer trimestre de 2016, apoyado en el mayor ritmo de expansión de la economía americana con respecto a la europea, pero consideramos que una rápida apreciación del euro y un escenario cercano a la paridad con el dólar son escenarios cada vez menos probables», explican los expertos del banco en su reciente informe sobre el euro-dólar.

El experto independiente Manuel Domínguez-Blanco es el más positivo con el euro: cree que mientras se mantenga sobre los 1,10 su tendencia será alcista. Confía en que supere la resistencia de 1,1450 unidades, debido a que sólo prevé una subida de tipos en EE.UU. y que se produzca en septiembre. Ello, en su opinión, podría llevar al tipo de cambio a 1,18-1,20 unidades. 

Incesante subida del yen

El mercado parece también estar pasando por alto la expansión monetaria aplicada en Japón y el yen no deja de subir. Contra el euro ha ganado casi un 6 por ciento y contra el dólar, más de un 11 por ciento, marcando su nivel más alto de los 17 últimos meses. Según García, es lógico que haya sido así, teniendo en cuenta la inestabilidad de los tres primeros meses del año. El yen es uno de los refugios donde acude el dinero cuando vienen mal dadas. 

El fortalecimiento de la divisa nipona puede continuar en las próximas semanas. Éste es otro de los fenómenos que pone en cuestión la efectividad de la política monetaria expansiva, porque ni siquiera sirve para depreciar la moneda. El yen podría subir hasta finales de este mes, porque hasta entonces se prolongará el efecto estacional que ayuda a impulsar su valor: la repatriación de beneficios del extranjero, que tiene tratamiento fiscal positivo. Pero es muy probable que la autoridad monetaria nipona no permitirá que se vaya más allá de 105 yenes por dólar. De hecho el Banco de Japón ha estado analizando precios, para mostrar al mercado que está atento y preparado para intervenir. Esperamos que la combinación de intervención verbal y real del ministerio de Finanzas y una expansión del estímulo monetario por parte del Banco de Japón pondrán techo a la apreciación del yen este mes. No tiene sentido que el dólar esté tan bajo con respecto al yen. En el mediano plazo, el yen debería depreciarse al retomar protagonismo como catalizador de las exportaciones para reflotar la economía. Además, si el dólar sigue debilitándose con respecto al euro, ello ayudará a que los mercados se tranquilicen y se reactiven los movimientos de 'carry trade' (financiación en monedas con bajos tipos de interés e inversión en divisas con más altos rendimientos), que podrían ayudar a que el yen pierda posiciones. 

La libra y el "Brexit"

La depreciación de la libra se debe tanto a las incertidumbres provocadas por la convocatoria del referéndum sobre la continuidad del Reino Unido en la Unión Europea como por el cambio sobre las expectativas del Banco de Inglaterra: se ha retrasado a 2017 la posibilidad de una primera subida de los tipos de interés. «Hasta las fechas próximas al referéndum, el escenario es complicado para la libra», afirma Rodrigo García, de XTB. Si se anticipa un 'sí' a la continuidad en la UE, la libra podría incluso rebotar antes de la cita con las urnas, según García, pero cree que aún es muy prematuro hablar de oportunidad en lo que a la libra se refiere. Miguel Ángel Rodríguez, de Ethical Financial Institute, aconseja, de momento, aprovechar el recorrido a la baja de la libra contra el dólar. Para Daniel Pingarrón, de IG, los factores que han empujado a la baja a la libra están ya descontados y prevé cercano el repunte. Tal es así que apuesta porque la moneda británica se encuentre por encima de estos niveles en un periodo de seis meses. Enrique Díaz Álvarez, de Ebury, añade: «Un resultado de 'Brexit' empieza a estar en precio. Una ampliación de la ventaja del campo 'proUE' en los sondeos, llevaría a una apreciación notable de la libra». 

«Nuestro escenario central es que el Reino Unido permanecerá en la UE porque es la alternativa más eficiente desde el punto de vista económico. Por ello, estimamos que la libra recuperará terreno a partir del tercer trimestre», comentan los expertos de Bankinter, aunque según Ramón Forcada, director de análisis, el riesgo de Brexit ha aumentado desde el momento en que Cameron ha aparecido en los 'Papeles de Panamá'. Pero, en principio, una combinación que incluya un aumento de los tipos a principios de 2017 y una política expansiva del BCE resultará alcista sobre la libra.

Divisas emergentes

¿Y las divisas emergentes? Han rebotado con bastante fuerza en paralelo a cómo lo ha hecho el crudo y otras materias primas. Según García, no es conveniente analizarlas todas globalmente, sino que hay que tratar a cada una de manera individualizada. Pero, en general, dice, las divisas latinoamericanas ofrecen, después de su repunte, una oportunidad de ponerse corto con el dólar. Cree que podría ser interesante comprar dólares contra pesos mexicanos o contra pesos chilenos. Rodríguez ve bajistas a las divisas emergentes en su conjunto. Por ejemplo, al real brasileño, tanto desde el punto de vista fundamental como desde el punto de vista técnico. En cuanto a las divisas asiáticas, Rodríguez comenta que, por ejemplo, la rupia debería seguir a la baja, pese a que en los últimos tiempos ha corregido levemente la caída que lleva acumulada contra el dólar desde el año 2008. 

Al que Rodríguez ve mejor es al rublo. «Hasta el final de 2014 se mantuvo estable, pero el conflicto ucraniano le hizo caer a la mitad. Parecía que corregía, pero no ha cambiado de tendencia. Pero cuenta con más recursos que otros países que sólo venden crudo y tienen además gran parte de su deuda emitida en dólares, al contrario que Rusia, lo que la convierte en una moneda interesante», explica Rodríguez. Según García, los repuntes del precio del crudo y las apreciaciones que simultáneamente se producen en el rublo deberían aprovecharse para ponerse corto. 

Más positivo se muestra Domínguez-Blanco: afirma que un dólar bajista debería ayudar a que estas economías se estabilizaran y a impulsar a estas divisas. Díaz Álvarez, por su parte, apuesta por las que más sufrieron durante el castigo de principios de año, como el real brasileño y el rand sudafricano, que además ofrecen altos tipos de interés. Le preocupan más aquéllas en las que se ha abierto una brecha significativa entre el tipo oficial y el del mercado negro, como las de Nigeria y Angola, y otros países africanos cuyas economías dependen mucho del crudo. Hablando de petróleo, Díaz Álvarez espera estabilidad para otras monedas ligadas a él, como el dólar canadiense o la corona noruega frente al dólar, y que se aprecien respecto al euro y al yen.

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