martes, 26 de abril de 2016

El reloj de Apple no convence

Apple Inc. vendió el doble de relojes inteligentes que de iPhones durante el primer año de ventas de cada aparato. Sin embargo, el Apple Watch es perseguido por una percepción de decepción, algo que parece prematuro dada la historia de los dispositivos más populares del gigante de la tecnología.
El domingo, el reloj cumplió su primer aniversario y hoy martes la compañía anuncia sus resultados, lo que resalta lo crucial que el destino del aparato es para Apple. El reloj es el primer nuevo producto de Apple desde el iPad y una prueba de la capacidad de innovación de la firma bajo el presidente ejecutivo Tim Cook, en un momento en que las ventas de iPhones se están desacelerando.
Hasta ahora, los números aparecen sólidos. Apple no revela cifras de ventas, pero analistas estiman que alrededor de 12 millones de relojes fueron vendidos en el primer año. A un precio promedio estimado de US$500, es un negocio de US$6.000 millones, tres veces los ingresos anuales de Fitbit Inc., fabricante de monitores de actividad.
En comparación, Apple vendió aproximadamente seis millones de iPhones en su primer año. El reloj representó alrededor de 61% de las ventas mundiales de relojes inteligentes, según la firma de investigación IDC.
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De todas formas, hay detractores como Fred Wilson, cofundador de la firma de capital de riesgo Union Square Ventures, que en diciembre declaró el Apple Watch un “fracaso”. Wilson, que posee acciones de Fitbit a través de un fondo, había proyectado que el reloj no sería un negocio redondo como el iPad, el iPhone y el iPod porque muchas personas no quieren usar una computadora en su muñeca.
El reloj tiene deficiencias. Es lento, con un procesador de poca potencia que se ahoga a veces para prolongar la vida útil de la batería. Carece de conexiones móviles y del sistema de posicionamiento global, lo que significa que debe estar acompañado de un iPhone, lo que limita su utilidad como dispositivo independiente. La pila necesita ser cargada todos los días.
Tal vez el mayor desafío es la falta de propósito del reloj. Hace algunas cosas bien, como el monitoreo de actividad física, pagos móviles y notificaciones. Pero no hay ninguna tarea del Apple Watch que no pueda ser realizada por un iPhone o por un rastreador de actividad física menos costoso.
Joshua Stein, un desarrollador de aplicaciones de 33 años de Chicago, dijo que compró un Apple Watch poco después de su lanzamiento, pero encontró el software lento y pensó que era un inconveniente tener que cargarlo todas las noches. En enero, vendió el reloj eneBay y volvió a usar uno inteligente de Pebble de US$150 con una pila más duradera.
“Básicamente, no lo usé mucho”, dijo Stein. “La funcionalidad del reloj es bastante limitada”.
Hay correcciones relativamente fáciles para algunos problemas. Para su próxima generación de relojes, Apple está trabajando en la adición de conectividad celular y en un procesador más rápido, según fuentes al tanto. Una portavoz de Apple declinó hacer comentarios.
Otros problemas son más profundos. J. P. Gownder, analista de Forrester Research, dice que el reloj no es lo suficientemente útil. Gownder esperaba que más empresas crearan aplicaciones como las de Starwood Hotel & Resorts Worldwide Inc., que permite a los clientes registrase, recibir la asignación de habitación y abrir la puerta del cuarto sin pasar por la recepción.
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Gownder dijo que Apple no había hecho lo suficiente para crear un ecosistema más amplio de servicios. “Necesita convertirlo en una cosa indispensable”, dijo.
Aun así, el reloj tiene seguidores que lo utilizan a diario. Según la firma de investigación Wristly, 93% de los 1.150 propietarios del reloj de Apple que participaron en un sondeo en línea dijeron hace poco estar “satisfechos” o “muy satisfechos” con el dispositivo.
En una señal de cómo los usuarios están personalizando sus relojes, Apple dijo en marzo que un tercio de los usuarios cambian regularmente las correas del reloj para que coincida con su vestimenta. “Se ha convertido en una parte de mi día”, dijo Dana Strom, un editor de vídeo de Santa Mónica, California, de 31 años que recibió el reloj como un regalo de su esposa en noviembre. “Lo extraño cuando no lo tengo”.
Strom encuentra útiles las notificaciones y guías, a pesar de que a veces lo frustra la lentitud de las aplicaciones de terceros que se ejecutan en el reloj.
Los problemas iniciales del smartwatch en cierto modo recuerdan los del iPhone, que ahora se considera un producto innovador que contribuye con dos tercios a los ingresos de Apple. El modelo inicial no funcionaba sobre la red inalámbrica más rápida en esa entonces, no ofrecía aplicaciones de terceros y carecía de funciones básicas como copiar y pegar texto.
Al igual que hizo con el primer iPhone, Apple redujo en marzo en US$50 el precio de la versión menos costosa, el Sport Watch, a US$299.
Toni Sacconaghi, analista de Bernstein Research, estima que Apple ha vendido más de 12 millones de relojes en el primer año a un precio promedio de US$500. Neil Cybart, director de Above Avalon, un sitio dedicado al análisis de Apple, estima que la empresa vendió 13 millones de relojes a un precio promedio de US$450.
Adam Grossman, creador de Dark Sky, una aplicación de pronósticos del clima popular en el iPhone, dijo que hizo grandes cambios para la versión de la aplicación para el reloj, como la reducción de algunas funciones y de los deslizamientos necesarios en la pantalla debido a las limitaciones de la batería y el procesador.
Sin embargo, sigue siendo optimista sobre el reloj. Grossman ve paralelos con el primer iPod, lanzado en 2001. Muchos consumidores se quejaron de que el reproductor de música digital era demasiado voluminoso y que tenía almacenamiento limitado. Sin embargo, a medida que Apple hizo mejoras de hardware y bajó el precio, el iPod se convirtió en un dispositivo imprescindible.
“La mayor parte de la grandeza” del reloj de Apple “vendrá en el futuro”, dijo Grossman. “Seis años a partir de ahora, va a ser raro no tener un reloj inteligente”.

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