viernes, 27 de febrero de 2015

EE.UU- Más verduras menos carne en la dieta

Bloomberg News
Las directrices dietéticas estadounidenses, la referencia del gobierno para una dieta saludable, han aconsejado durante mucho tiempo a los estadounidenses comer alimentos verdes. Ahora, los estándares se están volviendo verdes de una nueva forma.
Un panel de expertos nutricionales reclutados por el gobierno de Barack Obama para ayudar a diseñar la nueva serie de directrices, que serán presentadas este año, dijo el jueves que el gobierno debería considerar el medio ambiente al decidir lo que la gente debe comer.
Generalmente, esto significa respaldar una dieta que incluye cantidades limitadas de carne y más alimentos provenientes de plantas, al mismo tiempo que alientan el consumo de mariscos que no están en peligro de extinción. Las recomendaciones del panel no especifican la cantidad de carne considerada excesiva.
“Abordar este desafío es esencial para asegurar que un suministro saludable de alimentos estará disponible para futuras generaciones”, afirmó el comité de asesoría de directrices dietéticas, un panel de unos 12 académicos y expertos de nutrición, en sus recomendaciones al Departamento de Agricultura de Estados Unidos y el Departamento de Salud y Servicios Humanos. Las recomendaciones serán empleadas por esos departamentos para modificar las directrices dietéticas, emitidas por el gobierno federal cada cinco años y representadas como grupos con códigos de colores en un plato. El símbolo de MyPlate (“mi plato”) remplazó la pirámide de alimentos en 2011.
Ante tasas de obesidad en alza, no está claro cuál será el impacto que las directrices tendrán en los hábitos alimentarios del país. Pero si influencian miles de millones de dólares que el gobierno gasta en programas alimenticios, incluyendo los estándares para almuerzos escolares y la guía de menú del Departamento de Defensa.
Alejándose de una recomendación de varias décadas, el panel indicó que el colesterol dietético ya no es una preocupación grande; eliminó la recomendación de que los estadounidenses limiten su consumo de colesterol a no más de 300 miligramos al día: menos de lo que se encuentra en un par de huevos.
El panel también dijo que el consumo de café puede reducir el riesgo de diabetes tipo 2 y de la enfermedad cardiovascular y que entre tres y cinco tazas de café al día pueden ser parte de una dieta saludable. Respaldó la idea de que las cantidades moderadas de alcohol son beneficiosas para ciertas personas.
El enfoque en las dietas ecológicas están irritando a la industria de la carne, particularmente a los productores de carne de res, que son acusados por su impacto particularmente grande al medio ambiente con emisiones de gases de efecto invernadero.
“La incursión del comité a las nebulosas aguas de la ecología va mucho más allá de su ámbito y especialidad”, aseveró Barry Carpenter, presidente del Instituto de Carne de Norteamérica, que representa a los productores de carne de res y productos avícolas.
La industria de la carne cree que el panel, que se ha estado reuniendo durante más de un año, tiene un plan más amplio en contra de la carne, a pesar de que no recomienda reducciones específicas en el consumo diario de carne y productos avícolas.
El grupo comercial criticó al comité por no concederle mayor consideración a estudios que ofrecen evidencia de la densidad de nutrientes de la carne y los productos avícolas, y por proporcionar “consejos contradictorios” sobre la reducción de carnes procesadas. Los seguidores de la dieta mediterránea, reconocida ampliamente por sus efectos saludables, consumen el doble de carnes procesadas que las incluidas en los patrones alimentarios rastreados por el Departamento de Agricultura, indicó la asociación.
El comité recomendó que los estadounidenses coman menos carne roja y carne procesada, y excluyó la carne magra de una lista de alimentos que constituyen una dieta saludable. Aunque la carne magra está firmemente respaldada en las actuales directrices, el comité explicó que los investigadores aun no tienen una definición estándar de lo que califica como carne magra. Si reconoció en una nota de pie de página que la carne magra podría jugar un papel en una buena dieta.
“Las actividades del comité son meramente de asesoría por naturaleza”, acotó la portavoz Brooke Hardison del Departamento de Agricultura antes del comunicado. “Deseamos repasar las recomendaciones del comité asesor, al igual que los comentarios públicos y las perspectivas de otros expertos”.
En rasgos generales, el comité asesor dijo que los estadounidenses comen muy pocas frutas, verduras y productos integrales y demasiado sodio y grasa saturada.
Aunque las actuales directrices señalan la necesidad de una agricultura ecológica, el comité asesor en esta ocasión tomó el paso de sugerir que los estadounidenses comen menos alimentos provenientes de animales, en parte debido al impacto medioambiental, y afirmó que el impacto ecológico de un producto debería divulgarse en las etiquetas de alimentos y menús.
Según el Centro para un Futuro Habitable de la Universidad de John Hopkins, las operaciones de animales de gran escala generan grandes cantidades de basura, contaminan los ríos navegables y producen gases de efecto invernadero que contribuyen al cambio climático. El comité señaló que la producción global de alimentos es responsable por 80% de la deforestación y más de 70% del uso de agua dulce.
Los rancheros y agricultores responden que sus prácticas de producción son de hecho “bastante verdes” si se considera el impacto ecológico de la carne por caloría en lugar de la cantidad de kilos producidos, indicó el Instituto de Carne de Norteamérica.
Un problema más amplio con las directrices que la industria presentó tiene que ver con lo que califica de “inconsistencias” en las recomendaciones.
“Hay algunas área del reporte que son engañosas”, dijo Shalene McNeill, directora de investigación de nutrición de la Asociación de Carne de Ganaderos Nacionales, señalando que algunas carnes procesadas, que el comité recomienda a los estadounidenses reducir en su dieta, pueden ser más desgrasadas que otros cortes frescos. “Sugerir una dieta menor en carne roja no es consistente con la ciencia… tenemos que ser específicos y claros porqué la gente necesita buenos consejos sobre qué comer”, expresó.
—Kelsey Glee contribuyó a este artículo.

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