WASHINGTON (Reuters) - La Reserva Federal decidirá este miércoles si la economía de Estados Unidos es ahora lo suficientemente resistente como para soportar un menor respaldo en materia de estímulos monetarios, o si es prudente esperar un poco más para comenzar a retirarlos.
Con los mercados financieros del mundo en ascuas, el banco central estadounidense concluirá una reunión de dos días con un anuncio de política monetaria a las 14.00 hora local (1900 GMT), seguido de la última conferencia de prensa de Ben Bernanke como presidente de la Fed media hora más tarde.
El reciente crecimiento en el empleo y en las ventas minoristas, así como un acuerdo sobre el presupuesto en el Congreso, han convencido a un número cada vez mayor de economistas que es el momento adecuado para que la Fed comience a reducir sus compras de bonos desde su ritmo actual de 85.000 millones de dólares al mes.
El programa, que se ha extendido por 15 meses, busca ejercer presión a la baja sobre los costos de endeudamiento a largo plazo con el fin de estimular la inversión y las contrataciones.
Sin embargo, muchos observadores creen que el banco central esperará hasta comienzos del próximo año, frente a una baja inflación persistente y el hecho de que la mayor economía del mundo ha tropezado varias veces en su salida de la recesión del 2007-2009.
"Luce cada vez más como una (decisión de) cara o cruz", dijo Michael Feroli, economista jefe para Estados Unidos de JPMorgan.
Si espera un poco más, la Fed aún podría decidir comunicar mejor cómo planea reducir su programa de estímulos, como algunos de sus 18 funcionarios han sugerido en las últimas semanas.
La Fed ha mantenido las tasas de interés cerca de cero desde el 2008 y planea dejarlas allí por un tiempo más, independientemente del momento en que empiece a disminuir las compras de bonos. Las compras han abultado su hoja de balance a un récord de 3,9 billones de dólares.
La impresión de dinero sin precedentes ha ayudado a impulsar las acciones estadounidenses a niveles récord y ha provocado fuertes fluctuaciones en las monedas extranjeras, incluyendo una caída en los mercados emergentes este año en momentos en que los inversores anticipaban el comienzo del fin del estímulo.
También ha generado algo de ansiedad en Estados Unidos respecto a que el programa podría avivar la inflación y burbujas en los precios de los activos.
Los funcionarios de la Fed también actualizarán sus proyecciones económicas el miércoles, reconociendo probablemente un descenso más rápido que el previsto en el desempleo a un mínimo de cinco años de un 7 por ciento el mes pasado.
En noviembre, los inicios de construcciones de casas subieron a su mayor nivel en casi seis años, otra señal de fortaleza en el sector en el corazón de la crisis financiera.
MENSAJE A MERCADOS
Los precios de los bonos del Tesoro de Estados Unidos subían antes de la importante decisión de la Fed. Los rendimientos de la deuda referencial a 10 años eran de un 2,8 por ciento, mientras que los mercados bursátiles también se fortalecían.
Los funcionarios de la Fed han dicho que el banco central seguirá comprando bonos hasta que haya una aceleración sustancial y sostenible en el mercado laboral. También quieren ver una aceleración de la inflación desde su nivel actual de cerca de un 1 por ciento.
Bernanke probablemente insista en su mensaje de que las tasas de interés permanecerán cerca de cero al menos hasta que el desempleo caiga a un 6,5 por ciento, siempre y cuando la inflación no amenace con superar un 2,5 por ciento.
La Fed incluso podría reducir el umbral de una tasa de desempleo de un 6,5 por ciento o agregar un tercer marcador que prometa tasas bajas si la inflación permanece bajo un 1,5 por ciento, medidas que serían más probables si la entidad decide reducir sus compras de bonos.
El temor es que un recorte en las compras de bonos del Tesoro y de activos respaldados por hipotecas, incluso si fuera en sólo unos 10.000 millones de dólares mensuales, lleve a una ola de ventas en el mercado que eleven las tasas hipotecarias y otros costos de endeudamiento, ahogando la recuperación de la economía.
Si cualquier reducción es acompañada con medidas que ofrezcan garantías de que la Fed no retirará sus estímulos monetarios para la economía, eso podría ayudar a temperar la reacción del mercado.
Según un sondeo de Reuters realizado antes de que legisladores alcanzaran un acuerdo presupuestario la semana pasada, sólo 12 de 60 economistas esperaban que la Fed redujera sus compras esta semana.
Veintidós estimaron que esperará hasta enero, mientras que cerca de la mitad cree que lo hará en marzo.
La reunión del FOMC será la penúltima del mandato de Bernanke. Su segundo período de cuatro años como presidente del banco central expirará el 31 de enero, sólo dos días después del cierre de la primera reunión de política monetaria de la Fed en el 2014.
La vicepresidenta de la Fed y defensora de la respuesta de política monetaria agresiva del banco central a la recesión, Janet Yellen, está nominada para suceder a Bernanke. Se prevé que el Senado de Estados Unidos vote para confirmarla en el puesto el jueves.
No hay comentarios:
Publicar un comentario