El banco estadounidense alerta a los inversores en Londres de la reticencia de los compradores extranjeros a adquirir bonos del Tesoro español, lo que puede crear una fuerte subida de la prima de riesgo si no interviene el Banco Central Europeo (BCE) o el Gobierno de Mariano Rajoy no hace más ajustes y reformas. En una conferencia en la capital británica para presentar sus perspectivas del segundo semestre, los economistas de Bank of America Merrill Lynch mostraron hoy su pesimismo sobre la situación del euro, pese a la relativa tranquilidad desde el pasado verano, cuando el BCE anunció su programa de compra de bonos de países en apuros (OMT, según sus siglas en inglés).
"Esta actuación del BCE, al reducir la presión de los mercados, ha hecho que los gobiernos se relajen", ha comentado Laurence Boone, economista europea del banco, en un encuentro con periodistas previo a la conferencia. "Por ejemplo, países como España han empezado a incumplir los objetivos fiscales que se habían marcado". Ese parón en el proceso de ajuste puede volver a introducir nervios en los mercados. A juicio de BofA Merrill Lynch, "España es el mayor riesgo para la Eurozona. Las emisiones [de deuda pública] no han recibido apoyo extranjero este año.
En ausencia de un gran cambio de rumbo, por parte del BCE o en forma de un plan creíble de consolidación fiscal a medio plazo o un esfuerzo renovado en el proceso de reformas [por el Gobierno], volverá a incrementarse la presión conforme los inversores extranjeros se hacen más reticentes a incrementar su exposición a España, dadas sus grandes necesidades de financiación y el riesgo de rebajas de ráting". Como resultado de esa potencial tensión en el mercado, y del mayor crecimiento económico en Estados Unidos que en Europa, BofA Merril Lynch espera que el dólar se aprecie frente al euro. Su previsión es que 1 euro se cambie por 1,25 dólares al final de año, frente a los 1,33 dólares actuales. La cartera del propio banco de inversión es un reflejo del pesimismo sobre España. A marzo de 2013, BofA Merrill Lynch tenía una exposición negativa de 188 millones de dólares a la deuda pública española, al contar con menos bonos que coberturas por un posible impago. Esta posición contrasta con la cartera positiva de 227 millones de dólares al final de 2012.
"Esta actuación del BCE, al reducir la presión de los mercados, ha hecho que los gobiernos se relajen", ha comentado Laurence Boone, economista europea del banco, en un encuentro con periodistas previo a la conferencia. "Por ejemplo, países como España han empezado a incumplir los objetivos fiscales que se habían marcado". Ese parón en el proceso de ajuste puede volver a introducir nervios en los mercados. A juicio de BofA Merrill Lynch, "España es el mayor riesgo para la Eurozona. Las emisiones [de deuda pública] no han recibido apoyo extranjero este año.
En ausencia de un gran cambio de rumbo, por parte del BCE o en forma de un plan creíble de consolidación fiscal a medio plazo o un esfuerzo renovado en el proceso de reformas [por el Gobierno], volverá a incrementarse la presión conforme los inversores extranjeros se hacen más reticentes a incrementar su exposición a España, dadas sus grandes necesidades de financiación y el riesgo de rebajas de ráting". Como resultado de esa potencial tensión en el mercado, y del mayor crecimiento económico en Estados Unidos que en Europa, BofA Merril Lynch espera que el dólar se aprecie frente al euro. Su previsión es que 1 euro se cambie por 1,25 dólares al final de año, frente a los 1,33 dólares actuales. La cartera del propio banco de inversión es un reflejo del pesimismo sobre España. A marzo de 2013, BofA Merrill Lynch tenía una exposición negativa de 188 millones de dólares a la deuda pública española, al contar con menos bonos que coberturas por un posible impago. Esta posición contrasta con la cartera positiva de 227 millones de dólares al final de 2012.
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