Por Jeremy Laurence y Jack Jim
SEUL (Reuters) - El inexperto y joven líder norcoreano ha dado su primer gran paso a nivel internacional al llegar a un acuerdo con Estados Unidos poco más de dos meses después de la muerte de su padre, una decisión que le ayudará a asentar su credibilidad.
El aislado estado accedió a suspender las pruebas nucleares, detener el lanzamiento de misiles de largo alcance y el enriquecimiento de uranio en unas instalaciones nucleares y permitir el regreso de los inspectores nucleares, cumpliendo un aspecto clave que quedó inacabado por la muerte en diciembre de Kim Jong-il, quien gobernó por 17 años el empobrecido país.
El anuncio del miércoles, efectuado por Washington y Pyongyang, probablemente conlleve la reanudación de las conversaciones de desarme.
Pero pocos prevén que Kim Jong-un, que se cree no ha cumplido los 30 años, tenga intención de abandonar las aspiraciones nucleares que definieron el mandato de su padre y donde posee la única ventaja frente al mundo, y en concreto frente a Estados Unidos.
"A largo plazo, esperamos llegar a un acuerdo sobre la restricción de armas, opuesto al desarme", indicó Andrei Lankov de la Universidad Kookmin en Seúl.
"Están dispuestos a congelar su programa nuclear, si les pagan una gran compensación, y explícita o implícitamente se les permite mantener parte de las provisiones de plutonio y/o dispositivos nucleares", agregó.
La secretaria de Estado de Estados Unidos, Hillary Clinton, calificó la decisión de "un modesto primer paso".
El acuerdo con Washington, que también implica consultas con China, el principal respaldo de Corea del Norte, y Rusia, continúa un patrón de Pyongyang de jugar con las potencias regionales y una política que trata de aislar a Corea del Sur de su aliado, Washington.
El sábado, Corea del Norte denominó a Estados Unidos su "enemigo acérrimo" y dijo que disputaría una "guerra sagrada" mientras negociadores de ambos lados terminaban las discusiones en la capital del único aliado poderoso de Pyongyang, China.
"Pese a todas las críticas dirigidas a ellos, una relación positiva con Estados Unidos ha cumplido un propósito esencial para el Norte, para la supervivencia de su régimen y en tiempos de inestabilidad", indicó Yoo Ho-yeol de la Universidad de Corea del Norte.
Los medios surcoreanos dijeron que Seúl parecía haber quedado alienado de su aliado más próximo y se preguntaba lo comprometido que estaba Washington respecto a la demanda de que las relaciones entre las dos Coreas, que técnicamente siguen en guerra, mejoren antes de que se reanuden las conversaciones regionales más amplias.
"El perdedor diplomático aquí es por supuesto el presidente (surcoreano) Lee Myung-bak", indicó John Delury de la Universidad Yonsei en Seúl.
"Los asuntos intercoreanos han sido separados limpiamente de las negociaciones nucleares", agregó.
(Editado por Juana Casas)
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