lunes, 27 de junio de 2011

Ceniza volcánica trae temor pero también esperanza a la Argentina

Por Maximiliano Rizzi
BUENOS AIRES, jun 27 (Reuters) - La capa de ceniza que inundó la Patagonia argentina en las últimas semanas luego de la erupción de un volcán no es tan gris como se piensa ya que, tras los daños iniciales, el material mejoraría la fertilidad de los suelos en el largo plazo.
A inicios de junio, la erupción del complejo volcánico chileno Puyehue-Cordón Caulle generó una nube gigante que se desplazó sobre el vecino Argentina y causó alerta en amplias zonas del país, donde hubo pueblos enteros que fueron tapados por ceniza y cierres temporales en los mayores aeropuertos.
Pero esa lluvia de cenizas que cubrió cerca de 5 millones de hectáreas con capas de hasta 30 centímetros y que está afectando a una importante región de cría de ganado ovino y frutícola a fin de cuentas será beneficiosa para la tierra que ahora ostenta una apariencia sombría y gris.
"Esto, a largo plazo, va a colaborar a renovar el suelo. Los suelos de la región andina son de origen volcánico, súper fértiles, y van mejorando su fertilidad con cada una de estas renovaciones", explicó María Julia Mazzarino, investigadora del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet) en Río Negro.
Las provincias argentinas de Chubut, Río Negro y Neuquén, las más afectadas y linderas con Chile, declararon en emergencia muchas áreas cubiertas por el material volcánico.
Distintas ciudades turísticas de la Patagonia así como lagos y bosques quedaron cubiertos por la espesa ceniza, afectando económicamente a la región.
La erupción sumó un nuevo problema a la principal región productora de ovinos de Argentina, que desde hace años se ve perjudicada por una sequía que dificulta el desarrollo de las pasturas para el ganado.
Aunque la capa de ceniza que inundó a los campos cubre los animales y las pasturas con que se alimentan, amenazando al sector, el efecto futuro del material volcánico podría contrarrestar el golpe de la extensa sequía.
"Cuando tenés un suelo muy compactado, muy duro, muy arcilloso, lo que se hace en los cultivos intensivos en general es agregarle material volcánico: aligera el suelo, lo airea y hace que sea un poco mas permeable", explicó Iván Petrinovic, experto del Conicet en Córdoba.
Según Mazzarino, los cambios que las cenizas producen en los suelos podrán comenzar a observarse dentro de diez años, aunque los tiempos son muy variables, dependiendo del clima y de la vegetación de las distintas áreas.
"Es posible que mejore la retención de humedad y es posible que mejore la estructura del suelo", señaló José Luis Zubizarreta, ingeniero agrónomo del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (Inta) en Bariloche, capital turística de Río Negro.
La nube volcánica emprendió en las últimas semanas un viaje intercontinental que provocó cancelaciones de vuelos en Oceanía.
(Editado por Nicolás Misculin)

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