WASHINGTON/TRIPOLI (Reuters) - Sólo la salida del poder de Muammar Gaddafi permitirá una transición democrática en Libia y el reloj va en contra de sus cuatro décadas en el poder, dijo el presidente estadounidense, Barack Obama.
La OTAN informó el viernes que había hundido ocho de los barcos de guerra de Gaddafi, mientras la presión militar y diplomática se cierne sobre el líder libio, cuya salida Obama describió como "inevitable".
Obama hizo estas declaraciones en un discurso sobre Oriente Medio y el norte de Africa, donde los levantamientos registrados este año han llevado a la caída de gobiernos autoritarios en Túnez y Egipto e inspiraron la revuelta libia.
"El tiempo está en contra de Gaddafi. No tiene control sobre su país. La oposición organizó un legítimo y creíble Consejo Interino", dijo Obama en Washington el jueves.
"Cuando Gaddafi inevitablemente deje o sea obligado a abandonar el poder, décadas de provocación concluirán y la transición a una Libia democrática podrá proceder", declaró el mandatario, defendiendo su decisión de llevar a cabo una acción militar contra el Gobierno del líder libio.
Tres meses después de iniciado el levantamiento, los rebeldes controlan el este de Libia y algunos centros del oeste, pero el conflicto ha llegado a un punto muerto ya que los intentos insurgentes para avanzar hacia Trípoli se han estancado.
Las declaraciones de Obama se hicieron eco de las palabras del secretario general de la OTAN, Anders Fogh Rasmussen, quien dijo que la presión militar y política estaba debilitando a Gaddafi y que finalmente llevará a su caída.
"Obama aún está delirante", dijo el portavoz del Gobierno libio Mussa Ibrahim. "El cree las mentiras que su propio Gobierno y medios difunden por el mundo (...) No es Obama quién decide si Muammar Gaddafi deja Libia o no. Es el pueblo libio", agregó.
Trípoli reiteró una oferta de alto el fuego, asegurando que sus fuerzas estaban dispuestas a retirarse de las ciudades si los rebeldes deponían las armas. Pero los insurgentes han rechazado todos los avances hasta ahora, diciendo que no pueden confiar en Gaddafi e insistiendo en su partida.
Una serie de aparentes deserciones de alto nivel sugieren que Gaddafi tiene dificultades para mantener su círculo de apoyos más estrecho. El máximo funcionario del petróleo, Shokri Ghanem, se ha ido y no se sabe nada de él pese a que su nombre apareció hace días en la lista de un vuelo a Viena.
Trípoli asegura que está en visita oficial a Europa, pero fuentes tunecinas y de los insurgentes dicen que ha renunciado.
Senegal reconoció el jueves a última hora a los rebeldes de Bengasi como la oposición legítima y dijo que deberían recibir apoyo internacional para liderar la transición a la democracia.
BARCOS HUNDIDOS
Bajo mandato de la ONU, los aliados de la OTAN, entre ellos Francia, Gran Bretaña y Estados Unidos, están llevando a cabo ataques aéreos para impedir que Gaddafi use sus fuerzas militares contra los civiles.
Aviones de la alianza hundieron ocho barcos de guerra en ataques nocturnos en los puertos de Trípoli, Al Khums y Sirte, dijo la OTAN en un comunicado.
Funcionarios libios llevaron a periodistas al puerto de Trípoli donde una pequeña embarcación ardía y humeaba y arrojaron dudas respecto de si las naves atacadas por la OTAN estuvieron involucradas en enfrentamientos.
Mohammad Ahmad Rashed, director general del puerto de Trípoli, dijo que seis embarcaciones fueron alcanzadas por misiles.
Los barcos, cinco de los cuales pertenecían a la guardia costera junto con una embarcación más grande, estaban siendo sometidas a mantenimiento desde que comenzaron los choques, dijo un funcionario a la prensa, agregando que el puerto aún funcionaba y podía operar el tráfico comercial.
(Traducido por Inmaculada Sanz en la Redacción de Madrid y la Mesa de Santiago de Chile; Editado por Lucila Sigal)
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