► La utopía liberal puede ser definida como el escenario de la prudencia, donde nadie discute que pagar impuestos es bueno, ya que es funcional al desarrollo de una democracia + economía de mercado. Un escenario donde no existe contradicción alguna entre "lo público" y lo "privado", ya que el interés individual convive sin conflicto con el interés general. En la utopía de la sociedad liberal, cada quien actuando conforme a la Ley y su propia conveniencia, promueve la propia prosperidad y la de los demás.
Contrariamente a la crítica socialista o populista, la utopía liberal no postula una sociedad SIN ESTADO, sino que propone una sociedad con un ESTADO MINIMO, buscando instalar posibilidades y oportunidades para todos, para que en base a su talento y esfuerzo, pueda desarrollar su plan de vida.
► La utopía socialcristiana en tanto, propone una sociedad que funciona en base a la solidaridad y la benevolencia, compartiendo con la anterior el principio de propiedad privada, pero de carácter "social". Este es el principio que Santo Tomás de Aquino formula en la Summa Teológica: no niega la propiedad privada, pero la circunscribe a que debe subordinarse al bien de la comunidad.
► La utopía socialista postula una transformación total de la sociedad. Parte del concepto que todos sus miembros poseen la virtud de la solidaridad. En forma extrema Marx y Engels creyeron haber creado un"socialismo científico" sin espacio para la propiedad privada.
La tesis central del socialismo es la sociedad sin clases, lo cual genera un argumento bien visto por las masas: "a cada uno según sus necesidad". Crea entonces una "verdad" ante la cual un liberal debía sentirse avergonzado. Una "verdad" de categoría moral. La sociedad resultante debía ser aquella en la que existiera igualdad de ingresos y de patrimonio, es decir igualdad en el punto de llegada, a diferencia de la doctrina liberal que propugna igualdad en el punto de partida, para construir "de cada uno según su capacidad".
Tras la caída del Muro de Berlín en 1989 y el fracaso del socialismo en la ex URSS y países de su órbita ha quedado demostrado que el ser humano antepone su propio interés al de los demás, y que, salvo raras excepciones, no practica la solidaridad como misión generalizada.
Pese a ello, desde diversos sectores del pensamiento se insiste en tal error.
Se pretende construir una sociedad solidaria, igualitaria y paradisíaca, cuando lo hechos demuestran con total crudeza, que se termina construyendo un infierno de privilegios, frustración y desigualdad (Cuba, Venezuela, Ecuador, Bolivia, Nicaragua).
►Con todas sus fallas la utopía liberal parece adaptarse mejor que ninguna, a lo que en realidad somos, creemos y actuamos. La caída del Estado de Bienestar en Europa, aquel que durante décadas cuidó "desde la cuna al sepulcro" a generaciones de europeos, constituye el hecho histórico más impresionante desde la caída del Muro de Berlín en 1989. Es precisamente en los países que ejercieron la utopía socialista donde se ubica el ojo del huracán.
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