08/04/2011
Por Daniel Viglione
Economía
Mientras escribo estas líneas, el valor del dólar estadounidense desciende a mínimos en un año frente al euro en U$S 1,44.y otras monedas relevantes.
No son sus mínimos. Hemos visto en 2008 el derrumbe más grande desde el nacimiento de la moneda común europea, hace algo más de una década, en U$S 1,60. También hemos observado en 2010 una vertiginosa recuperación sobre U$S 1,15, para luego descender a sus actuales niveles.
Se debe remarcar que en el corto plazo, una desvalorización de la moneda norteamericana, beneficia a la economía de los Estados Unidos, ya que licúa parte de su gigantesco déficit comercial, otorgando mayor competitividad exportadora, a las compañías y corporaciones norteamericanas, mientras la inflación se mantenga en línea con lo previsto.
A mediano y largo plazo, un dólar débil, complica el escenario propio e incluso el global. La mayoría de los mercados cotizan en esta moneda: petróleo, materias primas, acciones, activos de Bolsa, bonos...todo se expresa en dólares.
Una baja relativa en el valor del billete verde impulsa precios globales hacia arriba. Se requieren más dólares para comprar la misma tonelada de soja, el mismo barril de crudo, o cobre.
El "resto del Mundo", paga la debilidad del dólar con alimentos, energía y transporte, más caros. Reduce el nivel de consumo real global, ya que transfiere la carga de la deuda a terceros como una mochila de plomo.
Nada que celebrar en Europa con un euro por encima de U$S 1,25, ya que las compañías exportadoras del Viejo Continente, pierden negocios y puestos de trabajo a favor de sus homónimas estadounidenses.
Para el caso de Alemania y Francia, locomotoras de la economía real europea, el escenario no puede ser peor. Requieren de un euro debajo de los actuales U$S 1,40 para poder sostener dentro de la Eurozona, a las enfermas economías de Grecia, Portugal e Irlanda, y en menor proporción, también a España. Un euro fuerte aleja las posibilidades de recuperación ya que encarece el Turismo, pieza clave para países como España, Grecia y Portugal.
El punto es que Estados Unidos corre aún con cierta ventaja.
El Mundo ha decidido seguir financiando sus gigantescos déficit, comprando papel moneda devaluado.
La pregunta es.. ¿por cuánto tiempo más?
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