jueves, 7 de abril de 2011

CLIMA Y CULTIVOS ARGENTINA INFORME ABRIL GRANAR


7/4/2011 - A gran escala, el mes de marzo resultó deficitario en precipitaciones y con altas temperaturas en la primera mitad del mes.
POBRE OFERTA DE AGUA
Si bien en la segunda parte de marzo se observaron algunos eventos que aliviaron la magra oferta que se arrastraba desde finales de febrero, el saldo pluvial del pasado mes resultó mayoritariamente deficitario y define sectores sobre los cuales la presión hídrica con vistas al inicio de la próxima campaña de granos finos comienza  a ser significativa.
Finalizando la primera quincena del mes pasado se observó un evento destacado que desde el sudoeste de CB se extendió cubriendo la provincia de LP y el oeste de BA. Este evento avanzó sobre la franja central con lluvias modestas, configurándose un escenario de reservas ajustadas para sojas de segunda en período de floración. Al mismo tiempo la primera quincena del mes se resumía con temperaturas máximas por encima de los valores normales que se fueron moderando en el transcurso de la segunda quincena. Igualmente en muchos sectores de la zona núcleo se observó un secamiento prematuro en las sementeras de soja que pudo haber quitado algo de rendimiento.
Sobre la franja central y principalmente sobre el este, se observó un oportuno evento que alternó precipitaciones de variada intensidad entre el miércoles 23 y el domingo 27. En la provincia de CB, el comportamiento pluvial fue irregular. El noroeste de BA y sudoeste de SF, no han recibido las lluvias que se esperan para el mes de marzo y comienzan a definir una zona que queda condicionada si no se observan lluvias importantes en el mes de abril.

La categorización de las precipitaciones a partir de la comparación de los registros observados con la estadística mensual del mes de marzo (1973-2010), define la vastedad de la anomalía pluvial negativa que tomó prácticamente toda la región pampeana y el NEA. Justamente a esta zona se le suma el este de BA para definir las áreas más golpeadas por la escasez de lluvias. En resumen, marzo no ha sido demasiado bueno desde el punto de vista estrictamente pluvial. Quizá para la zona núcleo los episodios de lluvias alcanzaron para definir rendimientos razonables para la soja. Esta idea se fortalece cuando consideramos que la campaña comenzó a remontar las deficiencias hídricas recién a mediados de enero. Por lo pronto las actividades de cosecha se han visto favorecidas bajo las actuales condiciones meteorológicas.
CLASIFICACIÓN DE LAS RESERVAS
Como es habitual, se analizan las condiciones de humedad actuales mediante la comparación con los valores de reservas normales para la fecha. Los resultados de la comparación se clasifican en categorías, teniendo en cuenta para la estadística la serie de datos1973-2010. El análisis se realiza teniendo en cuenta como cobertura una pastura de consumo permanente a lo largo de todo el año.
Las lluvias del último fin de semana permitieron que un sector de la zona núcleo se mantenga en valores normales de humedad para la época, incluso se observa un área reducida más holgada. Sin embargo, las lluvias observadas en las primeras jornadas de abril, no responden a las necesidades hídricas. De esta manera, gana territorio la categoría más baja de la clasificación y ya se distingue una extensa franja que desde el centro oeste de la zona núcleo se extiende hacia el sudeste de BA quedando, por el momento, el sudoeste de la región pampeana algo mejor posicionado. Del centro para el norte de ER, como así también el norte de SF y gran parte de CB, se define una situación ajustada sin llegar a ser crítica. En este sentido y atendiendo los pronósticos de corto plazo, la segunda quincena de abril podría ser decisiva para definir las condiciones hídricas o el potencial de las distintas zonas  para la siembras de la fina.
Teniendo en cuenta el comportamiento climático, principalmente las medias estadísticas de precipitación,  a medida que transcurra el mes de abril las posibilidades de precipitaciones abundantes decrecen hacia el oeste. De todas maneras, consideramos que el margen para que se concreten recargas adecuadas en zonas mediterráneas puede extenderse hasta mediados de mayo. Hacia el este el lapso de tiempo es mayor, sin embargo debemos notar que el atraso pluvial en zonas del centro sudeste de BA no es despreciable. Es decir, hacen falta sistemas precipitantes de importancia para recomponer el perfil de humedad hasta el metro de profundidad. Lluvias menores a 10 milímetros solo generan recomposiciones superficiales y temporarias.
La clasificación actual de humedad no es un indicador definitivo, pero pone presión sobre la oferta de agua de la segunda parte de abril y la primera quincena de mayo. La situación hídrica para las siembras de trigo se irá perfilando en el transcurso de abril  y estará prácticamente definida para inicios de mayo. En principio puede considerarse desfavorable la situación actual para el crecimiento del área sembrada.  Una primera señal de mejora puede aparecer hacia mediados de la semana próxima.
TENDENCIAS CLIMÁTICAS
Durante el transcurso del mes de marzo se ha afianzado el debilitamiento del fenómeno La Niña en el Pacífico Ecuatorial central.
El enfriamiento de las últimas tres semanas se ha mantenido en 0.8°C, retrocediendo de una manera importante respecto de la marca de 1.3°C que se observaba a finales del mes de febrero. Si se repite este comportamiento, deberíamos estar ingresando en un estado de neutralidad en algún momento durante el mes de mayo. De esta manera se validarían los pronósticos que evaluaban este escenario como el más probable desde principios de año. Es poco probable entonces, asignar a este fenómeno la pobre performance pluvial del mes de marzo.
La falta de precipitaciones del mes de marzo, está fuertemente relacionada a la inusual presencia de zonas de alta presión en el este del país, que bloquearon los pasajes frontales, reduciendo su frecuencia. Al mismo tiempo, este comportamiento favoreció el predominio de jornadas con importante nivel de insolación y períodos donde la humedad de las capas bajas y medias de la atmósfera se mantuvo baja. Esta dinámica solo se vio interrumpida de manera temporaria y en muchos sectores del este, solo con sistemas precipitantes de muy bajo milimetraje.
Es razonable esperar que este patrón se modifique a lo largo del mes de abril, básicamente debido a que estos son esquemas de circulación especialmente variables en la transición estacional.
CONCLUSIONES
De acuerdo al diagnóstico climático del último período y al análisis de los principales indicadores de escala global y regional, proyectamos el siguiente comportamiento pluvial y térmico para el próximo bimestre:
1. Con el fenómeno de La Niña debilitado, solo resta esperar que se modifiquen las condiciones regionales para que las lluvias se repongan en la región pampeana. Si bien entre jueves y viernes pueden darse algunas lluvias en la franja central, un evento más importante recién llegaría a partir del martes de la semana próxima. Esta condición más húmeda posiblemente se afiance en la segunda quincena de abril.
2. Teniendo en cuenta el saldo pluvial negativo del mes marzo, el transcurso de abril se vuelve un indicador relevante para el inicio de la fina. Estimamos que es necesario lograr como piso unos 70 milímetros para generar un marco de reservas adecuado para la siembra. Este nivel de precipitaciones tiene mayor margen de tiempo para alcanzarse en zonas del este de BA, este de SF y la Mesopotamia en general. Hacia el oeste no recibir esos acumulados en abril, implica un riesgo más elevado para decidir las implantaciones, principalmente porque la probabilidad de lluvias destacadas baja hacia el mes de mayo.
3. Si bien no se esperan condiciones térmicas rigurosas para el mes de abril, las irrupciones de aire frío comenzarán a aumentar su frecuencia. El riesgo de heladas todavía se concentra en el sur de la región pampeana, principalmente al sur del Salado. No se descarta que algún evento aislado alcance el sur de CB o el sudoeste de SF.

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