El kirchnerismo ante una semana oscura

PROBABLES DERROTAS OFICIALISTAS EN CATAMARCA Y CHUBUT Y GIRA DE OBAMA

Por Alexis Di Capo para el Informador Público

La que se inicia puede ser una semana particularmente difícil para el gobierno. Si hoy el Frente Cívico y Social se impone en Catamarca y el próximo domingo Mario das Neves consigue doblegar al FpV chubutense, el kirchnerismo habrá comenzado su marcha triunfal hacia octubre con dos derrotas. Pero hay un tercer fracaso, en este caso inevitable, que será el desembarco primero en Brasilia y luego en Santiago de Chile, de Barack Obama. La omisión de la Argentina de la agenda latinoamericana de aquél coincide con el momento más bajo en la relación bilateral desde la Cumbre de las Américas de Mar del Plata en noviembre del 2006, cuando George Bush fue jaqueado por una contracumbre convocada por Hugo Chávez con la complacencia de Néstor Kirchner, mientras las bandas de Quebracho asolaban la ciudad quemando banderas norteamericanas. Entre lo poco que trascendió acerca de la marcha de la conflictiva relación con el Departamento de Estado luego del episodio con el avión de la USAF, el cierre de importaciones y la persecución fiscal a empresas de los EEUU, es que en Washington piden bajarle el perfil a las polémicas. Pero justamente, la Casa Rosada está publicitando estos conflictos artificiales para implementar su demagogia electoral.

La visita

La visita de Obama a dos países vecinos sería una oportunidad como pocas para que CFK produzca una escalada retórica anti yanqui. Pero en el trasfondo está la posibilidad cierta de que tanto el GAFI como otros organismos internacionales profundicen sus cuestionamientos al gobierno argentino, al margen del creciente desinterés del Club de París por hablar con Amado Boudou. A nueve meses de finalizar su mandato, un gobierno puede llegar a darse el lujo de sobrevivir de espaldas a los centros de poder mundial, utilizando argumentos populistas. ¿Elegirá CFK ese camino? De ser así, es obvio que en caso de ser reelecta tal vuelva a proclamar, como hasta hace poco, que Obama es un gran líder de la democracia. La obsesión kirchnerista por el día a día podría llevar también al gobierno a una solución de emergencia que ya se menciona en medios políticos. La desafortunada medida consistiría en profundizar en los próximos días el conflicto con Washington para distraer a la opinión pública de las dos probables derrotas electorales.