domingo, 27 de febrero de 2011

Régimen de Chávez exporta médicos cubanos

Un grupo de médicos cubanos exiliados
Un grupo de médicos cubanos exiliados | Cortesía de Reporteros Sin Fronteras
De La Habana a Cumaná. Elio, un gastroenterólogo cubano de 31 años de edad, llegó en 2008 a trabajar en un centro de salud de la capital del estado Sucre.

Así recuerda, vía telefónica, su paso por Barrio Adentro: "Vivíamos 15 en la misma casa. Estábamos hacinados y la misión no tenía cómo garantizarnos mejores condiciones de vida. Después fue que pudimos comprarnos una nevera y un aire acondicionado. Familias vecinas, amigos y pacientes nos ayudaron mucho", recuerda.

Ahora está en Miami y es uno de 1.574 médicos de la isla que han recibido visa bajo el programa Parole para Profesionales Médicos Cubanos (CMPP, por sus siglas en inglés), instaurado en Estados Unidos en 2006.

La cifra ­actualizada al 16 de diciembre de 2010­ fue registrada por el Departamento de Seguridad Interna de Estados Unidos. Las visas al personal médico de la isla fueron expedidas por consulados norteamericanos en 65 países y benefician también a la familia del solicitante, que puede ser obligada a permanecer en Cuba por al menos cinco años, como sanción por la deserción de uno de sus miembros.

El diario The Wall Street Journal, que el pasado mes de enero publicó una investigación sobre el tema, precisó que la mayoría de las deserciones se produjeron en Venezuela, donde 824 médicos buscaron acogerse al programa. Otras 300 provenían de Colombia y Curazao, donde Cuba no despliega misiones internacionales, pero que son de fácil acceso desde territorio venezolano. Bolivia, República Dominicana, Ecuador, Guatemala, Brasil, Namibia y Perú seguían en la lista.

Miami a la vista. En septiembre de 2010, después de haber pasado vacaciones en la isla, Elio volvió a Venezuela con la idea de escapar instalada en la cabeza. "Con un sueldo mínimo ­indica­ era difícil mantenerse en Venezuela y ahorrar para mejorar las condiciones de mi familia en La Habana".

Así que reunió su acta de nacimiento, pasaporte, título profesional y planillas de solicitud. Armó sus carpetas para dirigirse a la Embajada de Estados Unidos en Caracas y solicitar acogida en el CMPP.

Otros 10 amigos ya habían huido y le indicaron los pasos que debía seguir. Tomó un autobús en Cumaná con destino a Puerto La Cruz y luego otro a Caracas. "A la embajada tienes que llegar con expediente que acredite que eres miembro de la misión cubana en Venezuela, llevaba hasta fotos mías en el hospital de Cumaná. Hay funcionarios que se encargan de ese programa directamente. Me dijeron que debía esperar de tres a seis meses para que me dieran la visa". Pero en siete días la tuvo en sus manos.

"Recogí mis cosas y me fui. Nadie imaginó que yo iba a dar ese paso, porque tenía la carga de las consultas en el hospital". Recuerda que sus jefes en la misión lo llamaron hasta el cansancio y que les envió un mensaje de texto, cuando ya iba rumbo al estado Táchira para pasar a Colombia: "No me busquen más porque estoy fuera".

En mayo de 2010, el diario colombiano El Tiempo reveló que al menos 2.000 médicos cubanos en misión en Venezuela habían pasado la frontera hacia el vecino país para huir principalmente a Estados Unidos.

Barrio Afuera. A Elio le recomendaron que recurriera a la gente de Solidaridad sin Fronteras, una organización de médicos cubanos exiliados en Miami, para facilitarse la salida del país. "Me dijeron que saliera por Colombia porque en los aeropuertos de Venezuela habían agarrado a varios cubanos y no los habían dejado salir". Los amigos que ya habían desertado le indicaron dónde quedarse y desde allí viajó a Miami.

"¿Las consecuencias? Que mi dinero ahorrado en moneda convertible, el que me gané con el trabajo en la misión, no va a ser entregado a mi familia porque se hacía efectivo cuando regresabas a la isla. Adoro a Venezuela y me habría quedado allí, pero cómo iba a salir de un lugar para entrar en otro en el que iba a vivir lo mismo", dice.

Julio César Alfonso, director de Solidaridad sin Fronteras, calcula que han asistido a cerca de 600 profesionales, de los que al menos 350 provienen de Venezuela. Les siguen en proporción los que huyen desde Bolivia, donde los cubanos participan en programas sociales similares. "Semanalmente nos contactan por correo electrónico entre 3 y 5 médicos interesados en conocer cómo pueden pedir la visa de Estados Unidos desde Venezuela. A través de nuestra página web los orientamos y una vez en Miami los asistimos psicológica y financieramente", señala vía telefónica.

Afirma que cuentan con voluntarios en varias ciudades venezolanas y colombianas, que hospedan y brindan apoyo a los médicos cuando abandonan sus puestos de trabajo. "Tienen que escaparse del control de la misión y refugiarse mientras les dan la visa. Puede demorar entre 45 días y 3 meses, pero generalmente sale rápido, en 30 días".

La organización creó el programa Barrio Afuera, en clara alusión a la misión bandera del gobierno de Hugo Chávez. A través de éste, indica su página web, adelantan acciones humanitarias para "proteger a los médicos que, una vez que renuncian a trabajar bajo las condiciones que les impone el Gobierno de La Habana, son perseguidos ferozmente por la policía política castrista, convirtiéndose así en refugiados según la definición que de esta palabra hace el Alto Comisionado de las Naciones Unidas". Definen las condiciones de trabajo en Venezuela como una "semiesclavitud".

Sobre este punto, desde febrero de 2010 cursa en el Tribunal Federal de Miami una demanda contra los Estados de Cuba y Venezuela y contra la compañía Pdvsa, presentada por los médicos Julio César Lubian, Ileana Mastrapa, Miguel Majfud, María del Carmen Milanés, Frank Vargas, John Doe y Julio César Diéguez, junto con el enfermero Osmani Rebeaux. Ellos denunciaron una presunta conspiración para obligarles a trabajar en condiciones de "esclavos modernos", como pago por la deuda cubana con el Estado venezolano por suministro de petróleo.

"El Gobierno de Venezuela persigue, intimida, captura y hace regresar a Cuba a médicos y otros profesionales de la salud que se niegan a realizar trabajos forzados o que intenten obtener su libertad para salir del país", aseguraron los profesionales en el texto de la demanda.

Trama corrupta. La deserción de los médicos cubanos ha sido caldo de cultivo para la corrupción en Venezuela. Por eso, asegura Alfonso, recomiendan cruzar a Colombia después de tener la visa norteamericana. "Ha habido irregularidades en el aeropuerto de Maiquetía; funcionarios de inmigración venezolanos les piden dinero, les retienen los documentos y el pasaporte", dice. Elio agrega que conoce casos de médicos que, al ser retenidos en el aeropuerto, han pagado con sus laptops y aparatos electrónicos para pasar el puesto de inmigración.

El 7 de enero de 2010, el diario El Nuevo Herald reveló la historia de siete de estos profesionales que aseguraron que habían pagado 5.200 dólares en sobornos a personal venezolano y oficiales de seguridad de Cuba, que trabajan como funcionarios de inmigración en el aeropuerto de Maiquetía, para que sus pasaportes fueran sellados y se les permitiera abordar un vuelo a Miami.

"Reunimos el dinero entre los siete colegas que habíamos sido detenidos, y así pudimos viajar", contó Jesús Peralta, médico general de 26 años de edad, al rotativo.

Al día siguiente de publicar estos casos, el Gobierno de Cuba aprobó una resolución que impide a los médicos que han desertado revalidar sus títulos para poder ejercer en otros países. La medida señala que la isla no les dará los documentos necesarios para hacer el trámite y que sólo se procesará la solicitud de quienes "tengan la liberación laboral para emigrar, de tipo definitiva e indefinida, que emite el ministro de Salud Pública".

Sin embargo, el número de desertores sigue creciendo: la liberación para algunos se logra cuando un avión los lleva hasta Miami.

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