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lunes, 3 de enero de 2011
Dilma apuesta a la inversión privada en Brasil
SÃO PAULO (Dow Jones)--El nuevo gobierno de la presidenta Dilma Rousseff señaló el lunes que mantendrá control estatal sobre muchas áreas de la economía brasileña, al mismo tiempo que se apoya en una mayor inversión privada para cumplir con las enormes necesidades de infraestructura del país.
Discursos pronunciados por los ministros entrantes desde que Rouseff prestó juramento como nueva presidenta de Brasil mostraron que el gobierno planea seguir adelante con el desarrollo de políticas implementadas por su antecesor, Luiz Inacio Lula da Silva, pero que también limitará el gasto para frenar crecientes presiones inflacionarias.
El país necesita desesperadamente expandir sus redes de transporte y energía para mantener la economía activa. Los aeropuertos del país están saturados y los puertos ven largas filas para cargar bienes básicos agrícolas durante la cosecha, mientras que vías férreas y fluviales inadecuadas aumentan sus costos mientras los productores dependen de camino no pavimentados para enviar sus bienes al mercado.
Por su parte, las redes de transmisión de energía no están en correspondencia con la expansión necesaria de la energía eléctrica --la cual debe crecer en más de 6.000 kilowatts al año para satisfacer la demanda.
Las necesidades no harán sino agudizarse mientras miles de visitantes arriben a Brasil para el mundial de fútbol de 2014 y los Juegos Olímpicos de 2016.
Sin embargo, con la inflación al alza mientras la creciente demanda de los consumidores se exacerba por el abultado gasto fiscal, el nuevo gobierno promueva la necesidad de contener los desembolsos.
La ministra de planificación Miriam Belchior dijo el lunes que deberá "trabajar pisando el acelerador y los frenos al mismo tiempo" para equilibrar la necesidad de desarrollo con los recortes presupuestarios. "Hablaremos con los ministros del gabinete de inmediato para ver cómo hacer más con menos", agregó.
Economistas encuestados por el banco central esperan que la deuda del gobierno caiga este año como una porción del producto interno bruto, o PIB, al 39,7%, considerado alto, mientras que habría terminado 2010 en 41%.
De modo que mientras Belchior dijo que no recortará el Programa de Aceleración del Crecimiento, o PAC, es probable que se apoye más en el financiamiento privado. "La presidenta Dilma tiene la mentalidad de un estado activo, y el discurso hasta ahora ha sido de un estado más fuerte, no uno más débil", dijo Flavio Serrano, economista jefe de Banco Espirito Santo Investments en Sao Paulo. "Pero eso requiere mucho dinero. Desean un estado fuerte que no gaste dinero, sino que se limite a coordinar estrategia", agregó.
La prensa local ha sugerido que Rousseff permitiría a promotores privados construir y operar nuevas terminales de aeropuertos. Rousseff también firmaría una orden ejecutiva permitiendo a Infraero, actualmente el único operador de los aeropuertos del país, vender acciones para financiar 5.500 de reales en gastos necesarios para el mundial de fútbol.
El Ministerio de Defensa, que actualmente supervisa el sistema de tráfico aéreo del país, no respondió llamados y correos electrónicos de Dow Jones Newswires en busca de comentarios.
"El desafío de la infraestructura debería ser cumplido por el gobierno con la ayuda del sector privado", dijo Andre Perfeito, economista de Gradual Investimentos en Sao Paulo. "Eso es lo que sugiere el plan para privatizar la expansión del sistema aeroportuario del país y la emisión de acciones de Infraero".
A través del PAC, el gobierno espera una inyección de 109.000 millones de reales (US$65.400 millones) en la red de transporte del país en los próximos cuatro años, casi duplicando la inversión estimada de 58.300 millones de reales durante el período 2007-2010.
Eso incluye 3.000 millones de reales para aeropuertos y 5.100 millones para puertos marítimos, así como 50.000 millones para carreteras y 46.000 millones para vías férreas.
"Trabajaremos para cambiar el ambiente logístico de este país", dijo Alfredo Nascimento, quien fue nombrado como ministro de Transportes. "Desafortunadamente el modelo de transportes brasileños no es el correcto. No dimos importancia a las vías férreas y fluviales, sólo a los caminos", agregó.
Nascimento, quien fue ministro de Transportes por un tiempo durante la administración de Lula, hizo los comentarios al prestar juramento al cargo el sábado.
Las inversiones del PAC en el sector energético totalizarían 176.000 millones de reales durante los próximos cuatro años para generación y transmisión de electricidad.
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