sábado, 24 de septiembre de 2016

Gestión monetaria aplicada en trading


Normalmente la gente empieza en el trading buscando un sistema mágico para poder ganar dinero constantemente sin preocuparse de todo lo que el trading lleva asociado. Una vez pasada esta primera fase (no suele ser muy exitosa) acabamos dando con un sistema adecuado a nosotros mismos, tenemos que encontrar nuestro sitio en el mercado, saber lo que sabemos hacer y los motivos porque lo hacemos. Una vez hemos comprobado que funciona damos un paso más y entramos en lo que se conoce como gestión monetaria.
La gestión monetaria es la gran olvidada dentro del mundo del trading, solo la gente que es consistente (y lleva siéndolo durante años) tiene un control exacto de su situación financiera y de su gestión.
Tamaño ideal de una cuenta de trading
El primer punto que nos encontramos a la hora de hacer trading es cuánto dinero tenemos que destinar. Este es un aspecto que me encuentro de manera recurrente en la mayoría de formaciones que doy de trading. ¿Qué tamaño tiene que tener la cuenta? Parece un tema menor pero no lo es, normalmente los traders se preguntan qué riesgo tienen que asumir para conseguir una rentabilidad esperada de manera mensual o anual, la frase ganando un 2% al día tengo suficiente para llegar a fin de mes, desgraciadamente es muy habitual. Aquí está el primer error. No hay que mirar lo que quiero ganar, sino el riesgo que estoy dispuesto a asumir en función de un capital total basado en los resultados de mi operativa. Vamos a explicar esta frase que no es tan sencilla como parece.
Básicamente se trata de conocer el peor escenario en nuestra operativa global (draw down) de todos los activos que tenemos en gestión. Tenemos que tener dos aspectos claros, con que productos operamos y cuál ha sido el peor momento de nuestra operativa, en que momento estábamos perdiendo más dinero. Vamos a poner dos ejemplos, un trader que solo opera un activo y un trader que opera varios activos.
Ejemplo 1 - Trader que solo opera un activo
Imaginemos un trader que opera en EUR/USD con un apalancamiento de 0.10 lotes. Partimos de la base que este trader tiene un sistema testeado y comprobado y funciona en el largo plazo y sobre todo tiene un histórico grande (no sirve un mes de operativa).
Analizando esta operativa el draw down que tiene es de 300 EUR. Tener un draw down de 300 EUR quiere decir que en el peor escenario posible ha tenido una pérdida latente (no tiene por qué ser ejecutada). Por tanto tenemos que adecuar el tamaño de nuestra cuenta a esa pérdida más garantías necesarias para poder operar.
Ejemplo 2 - Trader que opera varios activos
En este caso vamos a imaginar un trader que al igual que el caso anterior opera el EUR/USD con un apalancamiento de 0.10 lotes y además opera el DAX a 1€ el punto. Como en la situación anterior es necesario tener un histórico grande y consolidado.
Con este tipo de operativa el trader tiene un draw down máximo en la cuenta de 1000 EUR, en el peor escenario posible el trader ha tenido una pérdida latente de 1000 EUR. Con esta cifra el trader ya tendría que saber el tamaño ideal de la cuenta.
Para el trader 1 una cuenta de 300 EUR más las garantías sería suficiente, para el trader número 2 una cuenta de 1000€ más las garantías sería suficiente.
A nivel personal soy partidario de tener en la cuenta el doble del draw down más las garantías. Por tanto para el trader del ejemplo 1 una cuenta de 600 EUR + las garantías es suficiente. Para el trader del ejemplo 2 una cuenta de 2000 EUR + las garantías serían suficientes.
¿Qué estamos consiguiendo con todo esto?
El primer punto y más importante es tener el riesgo controlado, solo damos como margen de maniobra el peor escenario multiplicado por dos. 
El segundo punto es que dispondremos del dinero restante en el banco sin ningún riesgo (a día de hoy al 0% pero seguro). No tenemos necesidad de tener una cuenta de 10.000€ si solo necesitamos 3000€ para poder operar. Podemos tener el capital restante (7.000€) en el banco sin riesgo. Puede parecer una tontería pero los brokers regulados o no, suspenden pagos y quiebran, si eso pasa nos podemos olvidar del dinero, nos quedamos sin nuestra base para trabajar. Es cierto que no es muy habitual que un bróker quiebre, pero solo hace falta ir a la intervención del CHF en enero del 2015 o más recientemente el Brexit para ver en qué situación se han quedado algunos brokers.
Ferrán Gallofre:  Ferran Gallofré es trader y analista financiero, Actualmente responsable de www.bolsaytrading.com, blog dedicado a la formación en trading y bolsa. Licenciado en Administración y Dirección de Empresas y Analista financiero Europeo (CEFA), ha trabajado en banca de inversión internacional como operador en CItigroup y Fidelity Investments.

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