martes, 10 de mayo de 2016

Continúa juicio político a populista Dilma Rousseff

Por Silvio Cascione
BRASILIA (Reuters) - El juicio político contra Dilma Rousseff volvió a encarrilarse el martes, después de que el presidente interino de la Cámara de Diputados de Brasil, Waldir Maranhao, revocó una controvertida decisión que había tomado horas antes para anular la votación sobre el proceso.

El Senado decidirá el miércoles si se somete a juicio a Rousseff por violar leyes presupuestarias.
Si, como se espera, una mayoría simple del pleno aprueba el proceso, el vicepresidente Michel Temer asumiría como mandatario interino y podría quedarse hasta las elecciones de 2018 si la líder es declarada culpable y destituida.
Durante la mañana del martes, manifestantes a favor de Rousseff bloquearon las calles en manifestaciones en Sao Paulo, Brasilia y otras ciudades.
Sindicatos y el Partido de los Trabajadores, al que pertenece la mandataria y que lleva 13 años en el poder, convocaron una huelga nacional contra el "golpe de Estado" con manifestaciones y bloqueo de calles.
La decisión de Maranhao el lunes de anular la votación de abril de la Cámara baja provocó un colapso en los mercados brasileños. Pero el martes, el real y el índice Bovespa se fortalecían un 1 por ciento, en un reflejo de la expectativa de los inversores de que un nuevo Gobierno sea más afín al mercado.
Maranhao no explicó los motivos para retractarse de su anuncio sorpresa en el comunicado al Senado en el que informó su decisión. El lunes había mencionado "fallos en el procedimiento" para anular la votación que había recomendado al Senado que juzgase a Rousseff.
El presidente del Senado, Renan Calheiros, dijo el lunes que Maranhao estaba "jugando con la democracia" y prometió que la Cámara alta decidiría sobre el asunto el miércoles. La votación se realizaría a las 2300 GMT tras una sesión de discursos de los senadores.
CON VOTOS SUFICIENTES
Los opositores a Rousseff tienen más de los 41 votos necesarios para iniciar el juicio político en la Cámara alta y confían en que llegarán a 54, o dos tercios del Senado, para poner fin al mandato de la impopular presidenta en un proceso que podría durar hasta seis meses.
Si pierde la votación del miércoles, Rousseff será informada el jueves por el Senado. En ese momento, la suspendida presidenta deberá dejar el Palacio de Planalto, pero podrá seguir viviendo en la residencia presidencial durante el juicio.
En cuanto Rousseff sea notificada, Temer asumirá el poder.
El proceso de juicio político se da en momentos en que Brasil está inmerso en su peor recesión desde la década de 1930 y sacudido por un gigantesco escándalo de corrupción en la petrolera Petrobras que paralizó el segundo mandato de Rousseff.

La presidenta ha negado con vehemencia haber cometido un delito que justifique un juicio político y prometió defenderse con todas las armas legales posibles. Rousseff siempre descartó las peticiones de dimisión.

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