domingo, 24 de abril de 2016

Preocupa a Eurozona potencial salida de UK de la UE/

La City de Londres es la primera plaza financiera del mundo. Un tercio de las transacciones globales se ejecutan desde allí y su Bolsa sirve de enlace horario entre las de Tokio y Nueva York. Por eso las autoridades internacionales temen que una hipotética salida del Reino Unido de la Unión Europeadegenere en un gran episodio de inestabilidad financiera. Ante ese escenario, y según confirman varias fuentes del sector, el Banco Central Europeo (BCE) ha reclamado a los bancos bajo su supervisión que calibren el impacto que tendría en sus negocios un resultado a favor del «Brexit»en el referendo del próximo 23 de junio. La Reserva Federal de Estados Unidos (Fed), informa Reuters, ha hecho lo propio con las firmas americanas de las que es responsable.

Las preocupaciones de los supervisores bancarios son varias: el efecto de un cambio drástico en el tipo de cambio en el comercio de divisas, los préstamos en otras divisas, las transacciones efectuadas en Londres pero denominadas en euros, y las coberturas de tipo de cambio en créditos a empresas; la venta de valores desde Reino Unido a otros países; la volatilidad bursátil; la incertidumbre que se generaría hasta que la Unión Europea y Reino Unido acordasen un nuevo marco para las relaciones de sus serivicios financieros, con su consecuente impacto en el sector, y un cambio regulatorio en la industria británica.

Normalidad supervisora

«A todos los bancos nos han pedido cálculos en mayor o menor medida en función del tamaño y del modelo de negocio», explican a ABC desde una entidad. Según estas fuentes, esos controles estánsiendo más exigentes en el caso de aquellos grandes grupos financieros globalesespecializados en banca de inversión y corporativa y que operan a nivel internacional sobre todo con productos complejos como derivados. La banca comercial minorista sería, en este sentido, la menosafectada y la que generaría un impacto mucho menor a escala sistémica, según los expertos.
Lo que el BCE y la Fed están reclamando no son tanto planes de contingencia como que los bancos sometan sus balances a un escenario de estrés como el de una salida de Reino Unido de la UE para ver su grado de resistencia. Las entidades tratan de restar gravedad a esa petición y la enmarcan en la rutina supervisora, que implica medir el efecto de cualquier factor de inestabilidad que surja, como ahora la debilidad de China y la caída del precio del crudo. En este sentido, recuerdan que el supervisor no baría bien su trabajo si dejara pasar por alto el Brexit.
Ayer mismo, el director financiero de Banco SabadellTomás Varela, entidad que acaba de entrar en el mercado británico con la compra de TSB, admitía en rueda de prensa que los supervisores están requiriendo, dijo, «análisis y plantear escenarios», incluido el del Brexit. «Día a día, semana a semana, analizados escenarios e impactos, pero no merece el calificativo de plan de contingencia», añadió.
Ahora bien, sí hay entidades que han hecho esos planes. La presidenta de Banco Santander, Ana Botín, desveló el pasado marzo en la junta de accionistas de la entidad que el grupo dispone de planes de contingencia para afrontar cualquier eventualidad. Y en el último informe anual del banco,correspondiente a 2015, identifica «el debate sobre la permanencia de Reino Unido en la Unión Europea (Brexit)» como una de las principales fuentes de inestabilidad geopolítica y con capacidad de afectar al negocio y la economía junto con «el ciclo político de España, la crisis Rusia-Ucrania, los conflictos en Oriente Medio, la crisis de los refugiados y el terrorismo internacional».
Santander y Sabadell son las dos únicas entidades españolas con una presencia física y notable enReino Unido. El grupo cántabro es de hecho uno de los primeros bancos de ese país computando sólo los activos en la isla, con 350.000 millones de euros. El modelo de filiales del grupo, autónomas de la matriz en cuanto a recursos, limita un posible impacto de esas características. En todo caso, Reino Unido es el primer mercado del banco al suponer el 23% de su beneficio, por delante de Brasil (19%) y España (12%).
La entidad catalana, por su parte, aseguró ayer no estar preocupada en exceso, pues cree que Reino Unido votará permanecer en la UE, y además en su caso el mayor impacto que sufriría sería de tipo de cambio en sus operaciones locales, al no tener actividad en banca mayorista o de inversión. «No estamos expuestos a grandes riesgos estructurales», insistió ayer su responsablefinanciero.

Preocupación en la City

El «Brexit» no preocupa solo fuera de Reino Unido. El Banco de Inglaterra ya ha advertido de que la ruptura con la UE provocaría una deslocalización de actividad de la City a otras plazas europeas con su consecuente impacto en la economía británica.
Cabe recordar que 350 entidades operan en Reino Unido y emplean a 420.000 personas que, según la patronal bancaria nacional (BBA), contribuyen a las arcas públicas con 21.000 millones de euros en impuestos y cotizaciones sociales. Y que la industria financiera supone el 10% del PIB de la quinta economía del mundo.

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