domingo, 1 de noviembre de 2015

Argentina: aguanta el dólar hasta el balotaje?

La situación cambiaria es precaria. No es coyuntural, ya es estructural, condicionada a la permanencia del Frente para la Victoria en el poder. Deberá recordarse que el cepo cambiario comenzó en 2011. La expectativa devaluatoria es equivalente a la distorsión de los precios relativos. Los K destruyeron no sólo las estadísticas sino también la estructura de la macro. 

CIUDAD DE BUENOS AIRES (Economía & Regiones). El inesperado resultado electoral prolonga la lucha del BCRA por la estabilidad cambiaria al menos 4 semanas más, hasta el balotaje del 22 de noviembre. 
 
En este escenario, el Central tomó dos nuevas medidas: 
 
i) subió las tasas de las Lebac en pesos alrededor de 300 puntos básicos (+3%) en todos los plazos, 
 
ii) bajó de US$ 150.000 a US$ 75.000 el límite a empresas para comprar dólares sin autorización. Paralelamente, el Gobierno lanzó una medida que obliga a las aseguradoras a vender bonos en dólares.
 
La suba de Tasa: tiene por objetivo apuntalar la demanda de pesos para que disminuya la demanda de dólares y las presiones cambiarias. Esta suba del rendimiento de las LEBACs repercutirá en toda la estructura de tasa, incrementádose, por un lado, la remuneración mínima que perciben los ahorristas por sus depósitos a plazo fijo y, por el otro, encarecerá el crédito para el sector privado.
 
La decisión de subir las tasas de LEBACs puede ser leída como un leve giro “ortodoxo” de la autoridad monetaria. Desde la asunción de (Alejandro) Vanoli, es la primera vez que las tasas de plazo fijo subirían sin un cambio de normativa que reduzca el spread bancario (margen de intermediación) entre depositos y créditos. En concreto, desde el próximo lunes las tasas mínimas para plazos fijos se ubicarán en torno al 26,3% (TNA) para las colocaciones de 30 a 44 días y por encima del 29,1% (TNA) para plazos a 180 días o más.
 
Con la suba de tasa, el BCRA pretende desincentivar la huida del peso, ante la expectativa del público de una pronta corrección cambiaria. Esta suba de tasas también implica un cambio respecto de la política de bajar tasas de LEBACs que se venía ejecuntando desde octubre de 2014, mes en que Vanoli asume la conducción del BCRA. A modo de ejemplo, la tasa de Lebac a 6 meses pasó de TNA 28,8% (octubre´14) a 27,5% (desde junio´15) para luego subir a 30,5% en la última licitación de este mes. 
 
Una pregunta clave a responde es: ¿Esta suba de tasas ayuda para reducir el exceso de pesos de la economía vía una importante absorción? Al menos, los resultados de la primera licitación muestran que no. La suba de tasas de esta semana no sirvió para absorber una gran cantidad de pesos, sólo el 0,6% del stock de la base monetaria, $ 457 millones a traves de letras y $ 2.900 millones a través de pases. Aunque, la medida sirve para elevar el rendimiento de los plazos fijos, como vimos al principio, también encarece el crédito privado.
 
El crédito privado se encarece debido a que la normativa vigente regula las tasas máximas que deben ofrecer bancos privados. Estas tasas máximas surgen de un múltiplo del rendimiento de las LEBACs a 90 días que con la medida del BCRA se han encarecido. En base a la norma, la tasa máxima para créditos prendarios, personales y tarjetas de crédito subirá a TNA 36,16%, 41,95% y 52,44% respectivamente para bancos de primera línea; y se elevaría a TNA 40,5%, 52,07% y 65,09% respectivamente para bancos de segunda línea.
 
La baja del límite para comprar dólares sin autorización: la baja del límite tiene como objetivo reducir la pérdida de reservas. Entre septiembre´15 y casi finales de octubre las reservas cayeron US$ 6.301 millones, principalmente por el pago del BODEN 2015 y el stock suma US$ 27.305 millones. En relación a las importaciones, el BCRA viene perdiendo más de US$ 105 millones diarios de divisas para pagar importaciones desde hace casi ya dos meses.
 
Con el ritmo actual, llegar al 22 de noviembre implicaría perder unos US$ 2.000 millones adicionales de reservas.
 
La venta compulsiva de bonos para las aseguradoras: tiene el objetivo implicito de bajar el dólar MEP (dólar bolsa. Es una operación similar a la de contado con liqui pero en la bolsa local) y la brecha cambiaria. Se dispuso que las compañías del sector "inviertan sus reservas técnicas en la misma moneda en que deben ser pagadas las obligaciones", es decir, mayoritariamente en pesos, con lo cualdeberán desarmar sus posiciones en divisas desde el 3 de noviembre próximo.
 
Para cumplir con la norma, las aseguradoras deberán reducir su exposición neta al tipo de cambio en un 50% desde el día 3 del próximo mes; en 70% al 30 de noviembre y al 100% al 31 de diciembre.Este esquema obliga a las aseguradoras a desprenderse rapidamente de sus bonos en dolares haciendo bajar su precio y por ende la cotización del dólar MEP. La baja del MEP serviría de contención para que la brecha cambiaria no suba o incluso baje transitoriamente. 
 
Al mismo tiempo, el Central intervino activamente en el mercado de futuros de dólar para mantener bajas las cotizaciones y traer certidumbre en la plaza cambiaria. Entre el lunes y el miercoles posterior a las elecciones, el BCRA habría vendido más de US$ 2.000 millones en contratos a futuro, lo cual elevaría el stock total de contratos abiertos del BCRA a US$ 13.000 millones, según estimaciones de mercado.
 
Estas operaciones no implican una pérdida de reservas debido a que los contratos se cancelan integramente en pesos. Pero sí tienen un impacto en la emisión monetaria para 2016. Dado que el BCRA es el principal vendedor de estos contratos, si el dólar oficial pega un salto hacia arriba el Central deberá emitir pesos para compensar a los compradores de estos contratos futuros por la devaluación. Es decir, el contrato opera como un seguro de tipo de cambio que se cancela integramente en pesos.
 
Estas nuevas medidas sólo sirven para aguantar unas semanas más y que CFK pueda decir que se va“sin devaluar” (una ficción). Pero a su vez, las medidas muestran que la situación patrimonial y de solvencia del BCRA es realmente crítica. En realidad hay un desequilibrio monetario cada vez más grande que seguirá creciendo hasta el final del mandato, porque el BCRA sigue emitiendo dinero. 

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