El Gobierno de Uruguay prevé que los precios minoristas se incrementen un 8,40% este año, por encima del techo del rango meta oficial, y que la economía registre un expansión de un 2,50% en un escenario de desaceleración global que recién mostraría mejoras para el país en 2017.
El alza sostenida de los precios es una tema de preocupación para las autoridades, que debieron apelar a un acuerdo con privados para congelar el valor de unos 1.600 artículos con el objetivo de contener las presiones inflacionarias.
La tasa anual alcanzó en julio un 9,02%, por fuera del rango del banco central de entre un 3 y un 7%. Los precios son a su vez presionados por un tipo de cambio alto, considerando que el peso uruguayo acumula una depreciación de un 17% en lo que va del año.
De acuerdo con el proyecto de ley por el presupuesto quinquenal, el Poder Ejecutivo espera que la inflación se desacelere a un 7,60% en 2016, a un 6,30% en 2017, 5,70% en 2018; alcanzando el 5% en 2019.
Uruguay, que en 2014 creció un 3,50% en su duodécimo año de expansión consecutiva, crecería un 2,5 en 2016, 2,8 en 2017 y 3% en 2018 y 2019, impulsada por una demanda interna basada en incrementos salariales, la inversión y exportaciones que se verán fortalecidas a partir de 2017.
El mercado uruguayo espera para 2015 y 2016 un inflación de un 9,20% y un 8,50%, y una expansión económica de un 2,70% y un 2,50%, respectivamente, de acuerdo con un sondeo entre analistas realizado por el banco central.
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