lunes, 17 de agosto de 2015

Un servicio secreto para la ropa masculina

Es probable que los hombres sean capaces de llevar más ropa a parte de ese par de pantalones desgastados que tanto les gustan, pero no se dan cuenta.
Los fabricantes de ropa para hombres no siempre lo anuncian, pero muchos de ellos repararán las prendas que se compran en sus tiendas, muchas veces durante periodos ilimitados de tiempos. Brooks Brothers, Paul Stuart y Allen Edmonds son algunas de las marcas que tienen especialistas para arreglar los forros desgastados de las chaquetas, los cuellos de camisa gastados y renovar la puntera de los zapatos de cualquier cliente que sepa preguntar por ello.

Las empresas esperan ampliar la fidelización a la marca y asegurar que el cliente repita. "Queremos que sean parte de la familia", afirma Jake Betteridge, el encargado del buque insignia de Paul Stuart en Madison Avenue, en Nueva York. Algunos hombres "sienten mucho apego por sus prendas".
Cuando se trata de ropa, los hombres generalmente siguen los mismos hábitos. Cuando encuentran un traje, una camisa, un suéter, unos vaqueros, o unos zapatos que les gustan y les resultan cómodos, es el comienzo de una larga relación. Se acostumbran a ellos. Los usan hasta que empiezan a deshacerse. También tienden a ver las comrpas como inversiones, algo que esperan que dure años, especialmente si gastan una cantidad de dinero significativa.
Books Brothers afirma que muchos de sus clientes sienten devoción por aquellas prendas que tienen un valor especial y compraron hace años. Brooks Brothers les ofrece reparar o restaurar artículos comprados directamente en Brooks Brothers, sin importar el tiempo que tengan y no es necesario llevar el recibo. Las peticiones más habituales incluyen arreglar asas de piel de maletines, cambiar el forro de abrigos deportivos, trajes y americanas y reemplazar botones de chaquetas.
Según Mintel, en una encuesta de 2014 a 807 hombres, el 53% de ellos tendían a comprar en unas pocas tiendas de ropa. Los servicios de reparación "pueden crear ese tipo de fidelidad y hacer que vuelvan siempre a la tienda", afirma Diana Smith, responsable en Mintel.
La manera en la que los clientes conocen de la existencia de estos servicios es diversa. Brooks Brothers, Paul Stuart y la firma italiana de lujo Kiton cuentan con agentes de ventas que discretamente informan a los clientes, normalmente con una variación de la frase "si tiene algún problema con su compra, contacte con nosotros".
De lo contrario, los consumidores pueden buscar en Internet. Allen Edmonds y el fabricante de zapatos de lujo Alden tienen una opción en el menú de sus páginas web, fácil de encontrar, de "Reparación" y "Restauración".
La web de Louis Vuitton contiene información sobre sus servicios de reparación, llevadas a cabo en la propia fábrica a manos de los artesanos de la compañía, en una ventana de cuidado del producto que aparece al clicar en "Contacto". Barbour, conocida por sus chaquetas enceradas, muestra a pestaña de "Reparaciones e impermeabilizaciones" bajo su sección de Servicio al Consumidor en la página principal.
La marca de vaqueros de primera calidad True Religion arregla los desgastes de la tela, las cremalleras rotas y vuelve a coser los bolsillos traseros sin cargo adicional, sin importar el tiempo que tenga la prenda. Barbour ofrece una lista de reparaciones, que incluye re-impermeabilizar las chaquetas, coser la base de las cremalleras y reemplazar el forro. Los clientes tienen la posibilidad de solicitar reparaciones que no están en la lista, y Barbour considerará incluirlas.
Un cliente les pidió remendar una chaqueta comprada dos meses antes, que había sido cortada por los servicios de emergencia tras ser atropellado por un vehículo al cruzar la calle, afirma Kathy Pacheco, directora del servicio post venta de Barbour en Norte América.
L.L. Bean, conocida por su política liberal de devoluciones y cambios, ofrece reparaciones para todas sus botas, siempre y cuando hayan sido compradas en L.L. Bean. Durante el año pasado han arreglado casi 7.000 pares de botas, comparado con los 400.000 pares vendidos.
"Casi todos los clientes reparan sus propias botas para prolongar la vida de las mismas pero mantienen el efecto desgastado de la piel para conservar los recuerdos ligados a ese calzado", afirma el portavoz Eric C. Smith. Un cliente olvidó recientemente sacar algo de las botas antes de enviarlas a la reparación.
"Encontramos 2.000 dólares en efectivo escondidos en una de las botas Bent que nos habían enviado para ser reparada", sostiene. El propietario recibió su dinero por cheque.
POR RAY A. SMITH / WSJ

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