El jefe de Gabinete de Buenos Aires y principal espada política de Daniel Scioli, Alberto Pérez, llega para intentar organizar a los diferentes sectores del Frente para la Victoria en la provincia y, además, garantizar la presencia de fiscales propios en la elección del 9 de agosto. La precandidata presidencial de la Coalición Cívica-ARI, Elisa Carrió, también estará hoy y mañana en la ciudad, donde mantendrá reuniones con dirigentes y recorrerá medios de comunicación. Llega en el marco de su gira de campaña por el interior del país, donde en las últimas horas estuvo en Catamarca, San Luis y Mendoza.
La visita de Pérez y su agenda apunta a reordenar la tropa del "espacio kirchnerista" después de la pobre performance en la elección para gobernador de Córdoba, donde lograron el 18% de los votos, entre cinco y siete puntos menos de lo que esperaban. "Cada una de las agrupaciones responde a un dirigente -confió un referente del sciolismo a LA NACION-. En las PASO la figura que debe ir por delante es la de Daniel; están en juego su nombre y su liderazgo", afirmó.
Pérez llega con el mensaje "Scioli será un gran presidente para Córdoba" y la relación con la provincia "tendrá una vuelta de página". La referencia, obvia, es a las relaciones cortadas entre Nación y provincia desde hace años. De hecho, el candidato y su compañero, Carlos Zannini, fueron de los primeros en llamar para felicitar al electo Juan Schiaretti. El próximo domingo la dupla desembarcaría en Villa María para acompañar a quien, descuentan, será el ganador de la elección municipal, el kirchnerista Martín Gil.
No hay comentarios:
Publicar un comentario