Las urnas castigan a François Hollande. Según las primeras estimaciones oficiosas, los franceses habrían votado muy mayoritariamente contra los candidatos socialistas en la segunda vuelta de las elecciones municipales. La victoria de la derecha y la derrota de las izquierdas parece obligar a un cambio de Gobierno precipitadamente.
Minutos antes de conocerse los primeros resultados, oficiosos, anunciando con pocas reservas una gran catástrofe para el presidente Francois Hollande, su Gobierno y los candidatos socialistas, en toda Francia, Benoît Hamon, ministro delegado para la economía, declaraba a RTL, primera cadena de radio nacional, que habría crisis y cambio de Gobierno este mismo lunes.
Era el primer indicador del catastrófico resultado anunciado de unas elecciones municipales que van cambiar profundamente el mapa político nacional.
La UMP (Unión por un Movimiento Popular, derecha tradicional) pudiera convertirse en la fuerza mayoritaria en las alcaldías de toda Francia. El PS, primera fuerza municipal, desde hace años, pierde decenas de alcaldías grandes y medianas. Una gran mayoría de los alcaldes y candidatos socialistas se consideran víctimas de un voto de castigo, nacional, contra Hollande y su Gobierno.
El Frente Nacional (FN, extrema derecha), se confirma como tercer partido nacional y primer partido obrero de Francia, pero, finalmente, no consigue más de una docena de alcaldías, en una Francia donde hay más de 36.000 municipios.
Los ecologistas no tienen implantación nacional. Pero pudieran permitir la victoria de Anne Hidalgo, nacida en San Fernando, Cádiz, que pudiera transformarse en la primera mujer elegida democráticamente alcaldesa de la capital de Francia. Si se confirmasen las primeras estimaciones, se trataría de un acontecimiento histórico: la hija de un emigrante español catapultada a la alcaldía de París.
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