jueves, 19 de diciembre de 2013

Good Job! Bernanke logró una FED más abierta y clara

    Por 
  • DAVID WESSEL
Por ley, el mandato de Ben Bernanke como presidente de la Reserva Federal es conseguir la máxima cantidad de empleos sostenibles y precios estables.
Por elección, uno de sus objetivos ha sido, en sus propias palabras: "Explicar de manera más clara qué esperamos lograr con nuestras políticas y la lógica detrás de ellas".
En cuanto a su misión oficial, el desempeño de Bernanke es mixto. Aunque ha aceptado su responsabilidad en no haber podido impedir la crisis global financiera, es reconocido de manera muy merecida por haber evitado que la economía estadounidense cayera en una segunda Gran Depresión cuando se desató la crisis.
Pero a pesar de tasas de interés ultrabajas y el dinero fácil, Estados Unidos sufrió lo que el historiador Liaquat Ahamed califica como "un tercio de una Gran Depresión". Cuando Bernanke concluya su periodo en enero, dejará una economía que está lejos del empleo pleno y una inflación que se ubica por debajo del objetivo de la Fed.
Associated Press
El titular de la Fed Ben Bernanke (derecha) junto con los ex presidentes de la Fed Alan Greenspan (centro) y Paul Volcker (izquierda) durante una celebración del centenario de la aprobación de la ley que creó la Reserva Federal, el Federal Reserve Act de 1913.
En cuanto a su meta personal, Bernanke ha logrado cambiar una institución que llegó a estar tan comprometida al secretismo que un libro de 1985 la apodó "un misterio intencional".
Hace 20 años, la Fed ni siquiera revelaba cuando su comité de política decidía modificar las tasas de interés, mucho menos explicaba las razones.
El miércoles, el banco central emitió un comunicado de 694 palabras así como pronósticos económicos que se extienden a 2016. Acto seguido, Bernanke dedicó 67 minutos a responder preguntas de reporteros en televisión en vivo, desde los motivos por los que la inflación se mantiene testarudamente por debajo de la meta de la Fed ("Uno no puede tomar la inflación y colocarla donde quiera. Se necesita algo de suerte y un poco de buena política".) hasta si planea regresar a su ciudad natal de Dillon, en el estado de Carolina del Sur (No, pero pasará la Navidad en Charlotte, en Carolina del Norte).
En parte, la Fed se vio obligada a adoptar esta franqueza cuando las tasas de interés a corto plazo llegaron a cero en 2008 y buscó nuevas formas de ayudar a la economía. Una fue hablar más, haciendo promesas de mantener las tasas de interés bajas por mucho tiempo, influenciar los mercados de acciones y bonos, al igual que los consumidores y las empresas.
El miércoles, al reducir su programa de compras mensuales de bonos de US$85.000 millones a US$75.000 millones, la Fed indicó que prevé mantener las tasas de interés a corto plazo cercanas a cero mucho tiempo después de que la tasa de desempleo caiga por debajo de 6,5%.
En esta ocasión, los mercados parecen captar el mensaje que la Fed quiso enviar: la disminución no equivale a un alza de tasas. Seguiremos haciendo que el crédito sea barato y abundante hasta 2015 o después. Le tomó varios intentos, y cometió algunos errores, pero en su última conferencia de prensa, Bernanke finalmente logró aclarar en lugar de confundir.
Bernanke tenía otro motivo para hablar tanto en público: proteger la legitimidad de un banco central independiente y no electo en una democracia.
"La capacidad de la Fed de tomar e implementar tales decisiones finalmente depende de la comprensión y la aceptación de nuestras acciones por parte del público", afirmó Bernanke en una celebración del centenario de la Federal Reserve Act, la ley que creó esta institución.
Quizás esto parezca obvio, pero Bernanke evitó durante su gobierno de ocho años el balbuceo de su predecesor Paul Volcker y la a veces incomprensible sintaxis de Alan Greenspan a favor de oraciones declarativas y claras. En una aparición en el programa de televisión 60 Minutes respondió preguntas de maestros de secundaria y estudiantes universitarios.
En abril de 2011, instauró conferencias de prensa trimestrales. Esto no es revolucionario; los homólogos de Bernanke en otros países llevan años ofreciendo ruedas de prensa. Pero a medida que tomó más confianza con el micrófono, Bernanke se las ingenió para emplearlas con mayor eficacia. Por ejemplo, abrió su conferencia de prensa de diciembre de 2012 denunciando el desempleo, expresando que "representa un desperdicio enorme de potencial económico y humano". Esto no es lo que los estadounidenses están acostumbrados a escuchar de presidentes de la Fed.
¿Tuvo éxito? La Fed no es popular, y nunca lo será. Debe hacer lo que es bueno para la economía, incluso cuando no sea políticamente atractivo.
Pero la imagen de la Fed parece haber mejorado desde que fue escarnecida por rescatar a los bancos durante la crisis financiera. El senado se apresta a confirmar a Janet Yellen, la vicepresidente de la Fed, como su sucesora con mucha más aceptación que con la que confirmó a Bernanke para un segundo periodo en 2010.
Al menos una encuesta sugiere que la opinión pública ha crecido a favor de la Fed a medida que Bernanke se ha convertido en una figura más presente.
En marzo de 2008, el Centro de Investigación Pew halló que 24% de los estadounidenses tenían una opinión positiva del titular de la Fed, mientras que 21% tenía una opinión negativa y 55% no estaba lo suficientemente informado como para evaluarlo. En septiembre de 2013, 38% lo calificó positivamente, 31% de manera negativa y 32% no supo qué decir (las cifras se redondearon).
La Fed algún día dejará de comprar bonos. Y algún día, después de eso, elevará las tasas de interés. Luego, el impacto de Bernanke se verá de la forma en que la Fed percibe y le habla al público por cuyos intereses debe velar.

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