Por TOM ORLIK
La moneda china es como un prisionero que ha sido llevado desde el confinamiento en solitario hacia el espacio común. Tiene más espacio para moverse, pero todavía no es libre.
Desde el lunes, se permitió a los mercados mover la moneda china un 1% por encima o por debajo de la tasa de referencia fijada por el gobierno cada mañana, un aumento desde el 0,5% anterior. El cambio refleja la confianza de Beijing en que el yuan está acercándose a su valor justo y no será forzado a apreciarse de manera pronunciada por parte de los inversionistas alcistas
Hay algo de justificación para eso.
El ejercicio estándar para estimar el valor justo es observar el tamaño actual del superávit de cuenta corriente de China en relación al producto interno bruto. Calcular cuánta apreciación de la moneda se requeriría para poner al superávit en línea con las normas internacionales entrega una estimación de subvaluación.
En 2007, el superávit de cuenta corriente alcanzó un máximo del 10,1% del producto interno bruto y se esperaba que se mantuviera en torno a ese nivel. Ello disparó las estimaciones de William Cline y John Williamson -economistas del Peterson Institute- acerca de que el yuan estaba subvaluado en un 40% frente al dólar.
Ahora el superávit de China ha caído al 2,8% del PIB en 2011. La cifra es inferior a la meta del 4% propuesta en algún momento por el secretario del Tesoro de Estados Unidos, Timothy Geithner, lo que sugiere que el grado de subvaluación se ha reducido drásticamente.
Otra manera de calcular el valor justo del yuan sugiere que sigue estando demasiado barato. El enfoque de la paridad de poder adquisitivo sostiene que, una vez que se convierte a una moneda común, el precio de los bienes en diferentes países debería ser equivalente. Basado en esto, Arvind Subramanian -también economista de Peterson- estima que en 2010 el yuan todavía estaba un 31% subvaluado.
El problema de este enfoque es la enorme incertidumbre sobre los niveles de precios en China. Los cálculos de Subramanian se basan en promediar cuatro estimaciones que van desde el 14,5% al 47,4%.
Hasta ahora, la confianza de Beijing luce bien fundada. El yuan cerró el lunes a 6,315 por dólar, un 0,3% menos que la tasa de referencia.
Pero una verdadera tasa de mercado está algo lejos. Con US$3,3 billones en reservas internacionales, Beijing sigue siendo una presencia fuerte en el mercado. Mientras esas reservas continúen acumulándose, el yuan seguirá en prisión y su valor justo aun tiene que ser liberado.
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