miércoles, 18 de abril de 2012

El BCE pronto tendrá que volver a salvar al euro


[euro0316]Reuters
LONDRES (Dow Jones)--El Banco Central Europeo podría verse forzado a reiniciar su programa de compras de bonos incluso antes de lo esperado.
Los crecientes diferenciales de rendimiento de los bonos de los países periféricos, más señales de que los políticos son incapaces de ganar la confianza del mercado y la creciente amenaza de un círculo vicioso que llevaría a una cesación de pagos por parte de España, dejan pocas opciones al banco central.
Por supuesto, con el ligero aumento de la inflación en Alemania y las crecientes presiones sobre los salarios, una política de relajación monetaria es la última cosa que le gustaría hacer al BCE. Pero a este ritmo, el banco no podrá evitar tomar esa senda.
Gran parte del problema es España y la casi universal suposición de que el país caerá en una cesación de pagos si no obtiene más ayuda.
La noticia de la semana pasada sobre un incremento a casi el doble en los préstamos del BCE a la banca española entre febrero y marzo, causó estremecimiento en todos los mercados financieros, por cuanto ilustró el grado de dependencia de esos bancos en el dinero barato del BCE para mantenerse a flote.
A medida que los inversionistas elevan el costo de asegurar su exposición en los bancos españoles en el mercado de CDS al nivel más alto desde noviembre del año pasado y los rendimientos de los bonos españoles a 10 años suben nuevamente por encima del 6% por primera vez desde diciembre, el euro se encuentra otra vez bajo una presión de ventas.
Por el momento, esas presiones permanecen limitadas.
Los inversionistas pueden estar saliendo de los mercados periféricos, como España, pero aún siguen lo suficientemente confiados sobre Alemania como para hacer caer los rendimientos de los bonos a 10 años del país a un mínimo récord del 1,628% temprano el lunes.
Sin embargo, como esta semana se esperan ventas decepcionantes en una serie de subastas de deuda nueva española, y ante las noticias procedentes de Alemania, que sugieren que su fortaleza económica se está viendo comprometida por la desaceleración general de la eurozona, la presión de venta sobre el euro posiblemente se intensifique.
La moneda única ya ha sido presionada a un nuevo mínimo de 18 meses frente a la libra y si rompe un nivel de resistencia clave en US$1,30, fácilmente podría caer hasta US$1,28.
Pero no son solo los acontecimientos de la zona euro los que están poniendo los nervios de punta a los inversionistas.
Hay señales de que el denominado cortafuegos de financiación, construido tras el reciente rescate de Grecia, simplemente no cubrirá las expectativas y el contagio a España no se podrá frenar.
Para el éxito del cortafuegos son esenciales las promesas de un aporte por parte del Fondo Monetario Internacional, el cual está encontrando una resistencia considerable entre muchos de sus países miembros a ayudar a la eurozona.
Los mercados se enfocarán en la reunión de primavera del FMI, que se realizará este fin de semana en Washington, en busca de señales sobre cómo le está yendo al FMI en la recaudación de fondos.
Sin embargo, las señales no son buenas después de que un alto representante brasileño ante el fondo dejara en claro que muchos países de Sudamérica no están interesados en contribuir hasta que la propia Alemania juegue un papel más importante en salvar la eurozona. Otros grandes contribuyentes del FMI, entre ellos China, India y Rusia, tienen opiniones similares.
Como este desacuerdo en el seno del FMI posiblemente eleve aún más la tensión entre la comunidad inversionista, el BCE se encontrará con que probablemente tendrá que salir al rescate del euro una vez más, proporcionando más financiamiento para mantener a flote los mercados bancarios de la región, e incrementando aún más las tensiones entre sus países miembro.

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