Por Helen Popper
BUENOS AIRES, 2 mar (Reuters) - La sorpresiva propuesta de Argentina para que su aerolínea de bandera vuele a las disputadas Islas Malvinas fue recibida con escepticismo en el territorio controlado por el Reino Unido.
La presidenta Cristina Fernández dijo el jueves que quiere renegociar un acuerdo de 1999 con el Reino Unido que permite un vuelo semanal de la aerolínea chilena Lan , y propuso que en su lugar la estatal Aerolíneas Argentinas viaje a las islas desde Buenos Aires.
Las tensiones diplomaticas han aumentado en meses recientes de cara al trigésimo aniversario de la breve guerra que sostuvieron los dos países por el control del archipiélago atlántico. La asamblea de las Malvinas dijo que es difícil confiar en Argentina.
"Los comentarios (de la presidenta) fueron hechos ... en un contexto de agresión argentina y de intentos de aislar económicamente a las Islas Malvinas", dijo Roger Edwards, un portavoz de la asamblea conformada por ocho miembros electos.
"Por eso es muy difícil no ser escéptico sobre cualquier propuesta que podría darle a Argentina el control de acceso a nuestro hogar", dijo en un comunicado.
Edwards criticó una reciente prohibición auspiciada por Argentina contra barcos con bandera de Malvinas en puertos que pertenecen al bloque de libre comercio Mercosur, que incluye a Brasil, Paraguay y Uruguay, y también una decisión de funcionarios de una provincia patagónica, que rechazaron dos cruceros ingleses esta semana.
Fernández inició su carrera política en la región patagónica más cercana a las Malvinas, y ha intercambiado palabras cada vez más fuertes con Londres en los últimos meses.
La fricción generó especulaciones sobre el futuro del único vuelo regular comercial de las islas, que realiza una escala en territorio argentino.
El Reino Unido, que dice que aceptará negociaciones por la soberanía de las islas si los aproximadamente 3.000 isleños lo demandan, ha dicho que el asunto de los vuelos es algo que debe decidir el Gobierno de Malvinas.
Jens Hentschke, profesor de historia latinoamericana y política en la universidad británica de Newcastle, dijo que la propuesta de Fernández, a diferencia de acciones recientes, "muestra una actitud más conciliatoria, pero no puede ser separada del conflicto en general".
Se espera que pocos isleños lo vean como una señal de paz.
"Así es la historia de la sospecha mutua, yo creo que cualquier iniciativa de Argentina será recibida con cinicismo", dijo Klaus Dodds, un profesor de geopolítica de la Universidad Royal Halloway de Londres.
Más de 900 soldados, la mayoría de ellos argentinos, murieron en la guerra que duró diez semanas y que se desencadenó tras el desembarco militar argentino en las islas el 2 de abril de 1982.
La mayoría de los argentinos ve a la guerra como un error de la desacreditada dictadura militar que gobernaba en el momento, pero las islas continúan siendo un fuerte símbolo nacional y desde panaderías y heladerías hasta estadios de fútbol llevan su nombre. (Reporte adicional de Adrian Croft en Londres, escrito en español por Juliana Castilla, Editado por Patricia Avila)
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