CARACAS (Reuters) - Henrique Capriles, el flamante candidato opositor venezolano que se medirá con Hugo Chávez en octubre, enfrenta el reto de conciliar a un país profundamente dividido para multiplicar el apoyo recibido en las primarias y sumar suficiente poder para enfrentar al presidente.
Capriles arrasó el domingo en unas inéditas primarias que casi duplicaron las expectativas de participación al superar los 3 millones de votantes, llenando de optimismo a la oposición que tiene entre manos su mejor oportunidad hasta ahora para intentar terminar con los 13 años de gobierno socialista.
Pero Chávez, quien ha sido casi imbatible desde que llegó al poder en febrero de 1999, cuenta con ingentes recursos provenientes del petróleo para financiar los populares planes sociales que han blindado el elevado apoyo que tiene de la mayoría pobre de la nación sudamericana.
El joven gobernador de Miranda empezó a trazar su plan de campaña horas después de asumir el triunfo, prometiendo que intentará cerrar las zanjas políticas en la polarizada Venezuela, mientras rechazó la masificación de las expropiaciones y algunos pactos petroleros fundados por Chávez.
"En la unión está la fuerza, pero en la unión de todos los venezolanos, no se trata de unir a los partidos. El Gobierno está anclado en el pasado, nuestra visión es el futuro", dijo Capriles el lunes en una rueda de prensa en donde prometió no repetir el maratónico estilo discursivo del militar retirado.
A lo largo de su campaña, el carismático político de 39 años que se moviliza en motocicleta para evitar el caótico tráfico de Caracas y sus alrededores, buscó diferenciarse de Chávez destacando su juventud y energía frente a la del presidente.
"Chávez puede ganar, pero la oposición está en capacidad de retarlo", sostuvo Luis Vicente León, socio de la consultora Datanálisis, para quien los adversarios del mandatario están "en su mejor momento" para enfrentarlo, pero deben hacerlo de una manera inteligente.
BATALLA CAMPAL
Miles de venezolanos opositores celebraron no sólo el triunfo de Capriles sino también la alta participación en las primarias, lo cual le otorga un piso político más sólido dentro de un sector de la sociedad que ha ido ganando espacio en las urnas tras un récord de derrotas frente a Chávez.
Analistas proyectan, sobre la base de otros procesos, que la oposición podría triplicar en las presidenciales de octubre la cantidad de votantes que se expresó el domingo, lo que retaría la base de apoyo chavista, que proyecta reelegir al gobernante con un récord de 10 millones de sufragio.
La alta inflación, la alarmante inseguridad y las dudas sobre la salud de Chávez podrían convertir a esas votaciones en la batalla electoral más dura de la carrera política del mandatario socialista.
Según los últimos sondeos de enero, Chávez cuenta con un 50 por ciento de intención de voto y su popularidad se sitúa por encima de esa cifra, tras ascender durante su convalecencia del cáncer que le fue diagnosticado a mediados del 2011.
El militar retirado, de 57 años, asegura que está en buena condición de salud y ha repetido que cualquier candidato opositor buscará eliminar los avances de su revolución izquierdista y sólo representará los intereses de la burguesía.
Ahora las encuestadoras deberán comparar la intención de voto una vez que los opositores colocaran una cara visible para hacer contrapeso a Chávez.
MERCADOS EXPECTANTES
El triunfo de Capriles y los signos de unidad de la oposición fueron percibidos como positivos por los mercados externos, lo que motivó una ligera alza en la deuda de la nación petrolera.
El bono de referencia venezolano con vencimiento en 2027 reducía su rendimiento el lunes a 12,19 por ciento, apreciándose 0,56 puntos a un precio de 79,625 por ciento, según datos de Thomson Reuters.
El segmento de Venezuela en el índice referencial de JP Morgan para los mercados emergentes se negociaba con un diferencial de 1.006 unidades sobre los bonos comparables del Tesoro de Estados Unidos, 22 puntos básicos por debajo al índice anotado en la última sesión.
En el pasado reciente, la deuda soberana venezolana se ha movido al alza estimulada por lo que operadores del mercado ven como signos de un cambio de gobierno y tras devenir de un rally a mediados del año pasado sustentado por la agitación que generó la noticia del cáncer de Chávez.
(Reporte de Deisy Buitrago, Mario Naranjo, Marianna Párraga, Diego Oré y Eyanir Chinea. Editado por Juana Casas y Silene Ramírez)
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