jueves, 20 de octubre de 2011

Planes de rescate Eurozona con muchas dudas (Análisis)

RUSELAS (Reuters) - El Fondo Monetario Internacional y la Unión Europea están en desacuerdo por las proyecciones sobre la enorme deuda de Grecia, lo que amenaza con retrasar un desembolso de ayuda vital para Atenas, en otro golpe a los intentos europeos por frenar la crisis de deuda.
El reconocimiento el miércoles del presidente francés, Nicolas Sarkozy, de que Berlín y París están divididos sobre la manera de reforzar el fondo de rescate de la zona euro ya había reducido las expectativas en que la cumbre de la UE del domingo produzca avances sustanciales.
Ahora, funcionarios de la UE dicen que el FMI califica las proyecciones de Bruselas sobre la deuda griega como demasiado optimistas y quiere postergar la aprobación del próximo tramo de asistencia, lo que complica aún más el panorama.
El fondo quiere esperar hasta la cumbre del fin de semana para ver si las conversaciones generan una imagen más clara, aunque la recomendación de base sigue siendo que el desembolso debe hacerse pronto.
Sin la entrega del préstamo de 8.000 millones de euros de la UE y el FMI, el próximo mes Grecia caería en cesación de pagos y podría golpear de paso a las economías de Italia y España, que quedarían en la mira de los mercados, y generar turbulencias en el sistema bancario.
En busca de un plan de amplio alcance, los líderes de la zona euro están tratando de acordar nuevas medidas para reducir la deuda de Grecia, fortalecer el capital de los bancos con exposición a la deuda soberana de la zona euro en problemas y apalancar el fondo de rescate de la región para evitar el contagio a las economías más grandes.
Pero el tema parece estar congelado.
Sarkozy viajó a Fráncfort el miércoles para reunirse de emergencia con la canciller alemana, Angela Merkel, la directora del FMI y altas autoridades de la zona euro. Medios franceses reportaron que se perdió el nacimiento de su hija por ello.
Francia ha planteado que la manera más eficaz de apalancar el Fondo Europeo para la Estabilidad Financiera (FEEF) es convertirlo en un banco, que podría así tener acceso a financiamiento del Banco Central Europeo, pero tanto el BCE como Berlín se oponen.
Si no se alcanzara un acuerdo en la cumbre del domingo de líderes europeos, empeoraría aún más la confianza del mercado en el bloque monetario y en su capacidad de resolver una crisis de deuda que lleva ya dos años y que amenaza la viabilidad de la moneda única.
Los mercados reflejaron el tono pesimista de las autoridades. Las acciones europeas caían levemente tras haber subido en la semana por esperanzas en un plan de solución general de los líderes de la zona euro.
Desde que el ministro de Finanzas de Francia prometió el sábado pasado un resultado decisivo de la cumbre del 23 de octubre, las expectativas han ido decayendo, con Alemania y otros países que dijeron que el encuentro será solo un paso adelante en la senda de la resolución de la crisis de deuda.
"No creo que puedan salir el domingo soluciones (...) que arreglen todo. Pero estoy cierto de que habrá decisiones en la dirección correcta", dijo el miércoles el primer ministro finlandés, Jyrki Katainen.
El ministro de Finanzas de Canadá, Jim Flaherty, comentó que la estrategia de "dos pasos adelante y uno atrás" era desconcertante.
En una muestra de que se está lejos de la salida, España vendió 3.900 millones de euros en bonos, pero pagó altos rendimientos tras las rebajas de calificación crediticia que sufrió.
Sin más capacidades, el FEEF no tendrá los medios para defender a España e Italia de los ataques del mercado.
Los lineamientos para el fondo de rescate obtenidos por Reuters confirmaron que el FEEF podrá comprar bonos en el mercado secundario una vez que la solicitud de un país sea aprobada por el BCE y los ministros de Finanzas de la zona euro.
Según un borrador de la declaración de la cumbre del domingo, los países de la zona euro establecerán que las normas para limitar los déficits presupuestarios y la deuda pública sean parte de la legislación nacional a fines del próximo año.
Pero no hubo señales en la declaración sobre el avance en las principales áreas de disputa.
¿PERDIDAS BANCARIAS OBLIGADAS?
En otra señal de incertidumbre, los funcionarios de la UE dijeron que existía una creciente aceptación entre los estados miembros de la zona euro de que la participación del sector privado en la reducción de la carga de deuda de Grecia podría ser obligatoria, no voluntaria, lo que se había descartado hasta ahora.
"Seamos serios, todos saben que una quita del 50 por ciento, como está pidiendo Alemania, no es una medida voluntaria", dijo un funcionario de la UE.
En julio, los inversores del sector privado acordaron contribuir con 50.000 millones de euros a la reducción de deuda de Grecia mediante una recompra de deuda y un acuerdo de canje, que equivalía a un descuento del 21 por ciento sobre la deuda. Ahora, eso es insuficiente para que la deuda de Atenas sea sostenible.
Grecia se mantiene inmersa en la recesión y se prevé que su deuda general trepe a 357.000 millones de euros (492.000 millones de dólares) este año, o un 162 por ciento de su Producto Interno Bruto anual, la que pocos economistas creen que será pagada.
El diario Financial Times publicó que los planes de fortalecer al sistema bancario, otra rama clave de las discusiones, serían menores que las expectativas del mercado.
Las últimas estimaciones oficiales apuntaban a que los déficits de capital de los bancos serían de al menos 100.000 millones de euros, dijo el Financial Times, comparado con un reciente informe del FMI que los cifraba en 200.000 millones de euros y de las estimaciones de analistas de al menos 275.000 millones de euros.
(1 dlr = 0,725 euros)
(Escrito por Mike Peacock, Editado en español por Ignacio Badal)
 

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