lunes, 17 de octubre de 2011

Grecia alista nueva huelga antes votación recortes

Por Angeliki Koutantou y Renee Maltezou
ATENAS (Reuters) - El primer ministro George Papandreou apeló el lunes a la unidad, mientras Grecia se dirigía a una huelga general de 48 horas que coincidirá con una votación sobre un nuevo plan de austeridad profundamente impopular pero exigido por los prestamistas internacionales.
Los dos mayores sindicatos griegos, que agrupan a la mitad de unos 4 millones de trabajadores, han prometido llevar a cabo una de las mayores huelgas desde que comenzó la crisis hace dos años, afectando a los suministros de alimentos y combustible, el transporte y con servicios mínimos en los hospitales.
"Esta es quizás la semana más crucial para Grecia y Europa", dijo Papandreou durante una reunión con el jefe de Estado griego, el presidente Karolos Papoulias.
"Es muy importante por nuestra parte que toda la clase política griega muestre un sentido de unidad y responsabilidad", sostuvo.
La huelga general de 48 horas se realizará el miércoles y jueves para coincidir con la votación del plan de austeridad en el Parlamento, que se espera sea realizada en dos etapas durante ambas jornadas.
Aún están frescos los recuerdos de los violentos enfrentamientos entre la policía y los manifestantes contrarios a la austeridad en junio, y el lunes se reportaron eventos esporádicos de disturbios cuando una bomba molotov impactó un camión de recolección de basura en el norte de Atenas.
Papandreou, muy perjudicado en las encuestas, ha desafiado a los manifestantes, prometiendo impulsar un paquete profundamente impopular que incluye alzas de impuestos, recortes salariales y de pensiones, despidos y cambios en los convenios colectivos.
Se prevé que su mayoría de cuatro escaños sea reforzada por el apoyo de partidos opositores más pequeños, pero al menos dos miembros del partido del Gobierno PASOK pueden oponerse a parte de las medidas.
Mientras los líderes de la UE se apresuran a preparar un nuevo rescate integral a tiempo para la cumbre del 23 de octubre, el ministro de Finanzas, Evangelos Venizelos, dijo que esta era la semana "en la que se decidirán muchas cosas, quizá todo".
"Debemos mostrar que queremos grandes cambios, ir a esta negociación del 23 de octubre con la cabeza en alto, con una firme mano negociadora, a fin de asegurarnos de obtener lo mejor para Grecia", aseveró.
"QUE SE VAYAN"
Atrapada en una profunda recesión y ahogada por una deuda pública equivalente a un 162 por ciento del Producto Interno Bruto, Grecia ha estado fuera de los mercados de bonos y podría quedarse sin dinero en semanas sin el apoyo internacional.
Inspectores de la UE y el Fondo Monetario Internacional estuvieron en Atenas la semana pasada y recomendaron entregar un tramo de ayuda de 8.000 millones de euros para permitir que el Gobierno continúe pagando sus deudas pasado noviembre.
Eso sólo será un alivio temporal y los inspectores instaron al Gobierno a impulsar nuevas medidas de austeridad, que se suman a lo que ya son los recortes más profundos desde la Segunda Guerra Mundial en Grecia.
El alcance de la paralización sigue siendo incierto debido a la creciente angustia de los griegos, que han empezado a oponerse cada vez más al liderazgo político.
"Quiero que se vayan. No pueden resolver nuestros problemas porque son los que nos trajeron hasta aquí", dijo Maria Papadopoulou, una jubilada que ayuda financieramente a su hija desempleada y a su nieto universitario.
"Usualmente no salgo a las calles pero esta semana tenemos que levantarnos y enviar un mensaje al Gobierno", manifestó, mientras a través de altavoces sonoban canciones de protesta de la era de la junta militar de la década de 1970, colocadas por manifestantes que ocupan parte del Ministerio de Finanzas.
Con la tasa de desempleo en cerca del 16 por ciento y muchas personas que ya sufren por recortes salariales de más de 50 por ciento en dos años, existen dudas sobre si reiteradas dosis de programas de austeridad resolverán la crisis.
La huelga del miércoles y el jueves afectará a instituciones del sector público, incluyendo oficinas de impuestos, escuelas estatales y aeropuertos, además de bancos y negocios que van desde taxis y tiendas de ropa hasta locales de suministros básicos de alimentos, como el pan.
(Reporte adicional de Harry Papachristou, Escrito por James Mackenzie, Editado en español por Marion Giraldo)

No hay comentarios: