lunes, 31 de octubre de 2011

Eurozona: ha fracasado la política, ahora los mercados gobiernan

► INSUFICIENTE. Ese es el informe escolar que recibieron los líderes de Europa de parte de los principales inversores y expertos en mercados sobre el último acuerdo para resolver la crisis de deuda de la eurozona.
“Todavía se trata de ganar tiempo. Sospecho que esta vez es un lapso más corto que largo porque el acuerdo incluye pocos detalles. Los mercados de bonos son escépticos”, comentó Nick Gartside, director de inversiones de JPMorgan Asset Management.
Ed Altman, profesor de finanzas de la Escuela de Negocios Stern, de la Universidad de Nueva York, comentó: “las últimas decisiones calmarán los mercados, pero sólo en el corto plazo. Lo que se necesita para volver a tener estabilidad en el largo plazo son estrategias y medios para abordar temas fundamentales como el crecimiento.
La reacción frenética del jueves dio lugar el viernes a un veredicto más variado. Las acciones de Francia y Alemania y muchos papeles de bancos cedieron parte de su recuperación cuando los inversores reflexionaron sobre la falta de claridad del último acuerdo, que es el decimocuarto en menos de dos años.
Muchos expertos en crisis de deuda temen que la profundización de los problemas esté sólo a la vuelta de la esquina. Kenneth Rogoff, profesor de la Universidad de Harvard y ex economista jefe del Fondo Monetario Internacional, comentó: “¿Dónde está la visión a largo plazo sobre cómo puede seguir adelante el euro? No hay nada acá que me convenza de que la crisis no reanudará rápidamente la escalada”.
Quizás el mayor temor a largo plazo tiene que ver con la falta de crecimiento en Europa, particularmente en la periferia. Los datos económicos de la semana pasada indican que la eurozona está al borde de la recesión. La expansión en Italia hace tiempo que es anémica, mientras que Grecia sigue inmersa en una recesión.
Además, muchos inversores desconfían del último acuerdo por considerar que no sólo carece de datos sobre cómo se generará crecimiento sino que algunas de sus políticas son contrarias a ese objetivo. La mayor preocupación es cómo los bancos buscarán más capital, con el temor de que muchos opten por el desapalancamiento.
Pierre Lagrange, cofundador del hedge fund GLG, comentó: “El foco en el desapalancamiento bancario no deja ningún margen para una agenda de crecimiento. Si bien hoy hay menos riesgos de que en el corto plazo caigan los mercados —comparado con unas semanas atrás—, las medidas tomadas probablemente disminuyan más el crecimiento de Europa, por lo que se complicarán más los presupuestos el año próximo”.
El profesor Altman también está preocupado por la falta de atención al crecimiento, dado que casi todos los países de la eurozona están cumpliendo programas de austeridad de diferente envergadura. “Europa y específicamente Italia y España, deben moverse ahora para evitar un escenario económico como el que vivió Japón. . . Si hubieran noticias de que se deterioran las estadísticas económicas, se anularía lo que hasta ahora fue el mayor esfuerzo del liderazgo de países de la región”.
La cautela de los inversores se vio reflejada en cómo reaccionaron ante Italia, considerado cada vez más un país crucial para el destino de toda la eurozona.
Luego del acuerdo, los rendimientos de sus bonos cayeron fuertemente pero luego siguieron subiendo, ganaron 32 puntos básicos a 6,02%. Eso los coloca muy cerca de su récord de la era del euro, marca lograda justo antes de que el Banco Central Europeo comenzara a comprar su deuda.
Los inversores siguen sin ponerse de acuerdo sobre el destino de Italia, pero coinciden en que es necesario hacer más reformas. Lagrange comentó: “Italia está segura sólo si conseguimos la confirmación de que en el país harán los ajustes estructurales necesarios. Italia requiere toda la ayuda posible”. Altman tiene un mensaje similar si bien es más optimista: “Aún creo que Italia sobrevivirá y ayudará a salvar el euro, pero se necesita ante todo un nuevo liderazgo, un liderazgo que aplique una estrategia de crecimiento y no de proteccionismo”.
La pregunta es qué se necesita. Muchos hablan de una “gran bazuca”, preguntándose si podría cumplir esa función un nuevo fondo de rescate ampliado, Fondo Europeo para la Estabilidad Financiera (FEEF).
Lagrange se mostró escéptico, afirmando que el BCE es la única institución que puede ofrecer ayuda como lo han hecho la Reserva Federal estadounidense y el Banco de Inglaterra: “Apalancar el FEEF tiene un limitado valor comparado con la participación total del BCE.”
Gartside señaló que la clave estará en atraer inversores a Italia y España. Los rendimientos de ambos subieron el viernes pero los de Madrid se deslizaron significativamente por debajo de los de Roma desde que el BCE comenzó a comprar en agosto. Según él, eso demuestra que los mercados están “‘discriminando cada vez más en base a las políticas que se toman” y que los inversores creen que Italia tiene mucho que hacer en reforma política.
Se espera que sean necesarias más cumbres, en especial para abordar los problemas de crecimiento económico. Gartside concluyó: “¿Qué es la gran bazuca? Es la implementación de políticas realmente creíbles. Actualmente los mercados no están para nada convencidos”.

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