BUENOS AIRES, oct 21 (Reuters) - El Gobierno argentino permitirá que el peso se deprecie con más rapidez después de la elección presidencial del domingo, aunque la moneda seguiría afirmándose en términos reales a lo largo del 2012 debido a la alta inflación.
La presión sobre el peso se intensificó en los meses previos a la elección, cuando la toma de coberturas y fuga de dólares de Argentina llevaron a la moneda doméstica a niveles mínimos históricos. Se descuenta que la presidenta Cristina Fernández ganará un nuevo mandato este domingo.
Pero como señal de que el Gobierno desea mantener el tipo de cambio en rangos acotados, el Banco Central vendió durante agosto y septiembre unos 2.675 millones de dólares de sus reservas BCRA28 y operadores estiman que este mes ya se ha desprendido de unos 955 millones.
"El Gobierno va a a buscar que la moneda se debilite porque mantenerla a estos niveles está creando mucha presión a la macroeconomía", dijo Mauro Roca, de Deutsche Bank.
"Pero con los niveles de mayor demanda por dólares que estamos viendo ahora, y que se ha acelerado, el Gobierno va a tener una cierta restricción para hacer esa depreciación. No puede buscar una depreciación muy rápida porque eso puede exacerbar todavía más la salida de capitales", afirmó.
Actualmente, el peso argentino interbancario o mayorista cotiza en torno a los 4,235 por dólar ARS=RASL y 15 analistas locales y extranjeros consultados por Reuters estimaron que se ubicará en 4,35 por dólar en promedio para diciembre y en 5 unidades por dólar a fines del 2012.
Las proyecciones para el tipo de cambio a finales del próximo año oscilaron entre 5,5 pesos por dólar y 4,48 unidades, mientras que el proyecto de presupuesto del Gobierno para el 2012 estima un promedio de 4,4 pesos por dólar.
En promedio, de acuerdo a los cálculos de los representantes de bancos, operadores y consultoras, el peso argentino se depreciará progresivamente en términos nominales un 13 por ciento entre diciembre del 2011 y diciembre del 2012.
El ritmo de depreciación del peso en los últimos años ha sido menor al avance de los precios, lo que ha restado competitividad a algunos sectores de la economía.
En 12 meses hasta septiembre las estimaciones privadas registran una inflación acumulada del 24 por ciento frente al 9,9 por ciento que muestra la medición oficial.
Por su parte, en los últimos 24 meses el tipo de cambio mayorista ARS=RASL acumula una caída en torno al 10 por ciento, mientras los precios reales al consumidor subieron más del 50 por ciento en ese mismo período, según datos privados.
Economistas privados han estimado que los precios minoristas seguirán avanzando por encima de un 20 por ciento el año próximo, aunque una profundización de la crisis global o eventos traumáticos en torno a la situación de deuda soberana en países de la zona euro podrían cambiar sus previsiones.
"El dólar seguiría abaratándose (el peso seguiría apreciándose) el año que viene porque la inflación va a ser del 25 por ciento y el tipo de cambio se va a mover tan solo el 15 por ciento", dijo Federico Sturzenegger, presidente del estatal Banco Ciudad, controlado por el Gobierno de la capital argentina.
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Gráfico sobre el peso argentino:
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SIN 'SHOCK' A LA VISTA
Dentro de la actual política monetaria, el Banco Central también ha pactado negocios a futuro para abastecer al mercado de dólares y mostrar un panorama de estabilidad a más largo plazo. Esas operaciones a octubre del 2012 se ubican en torno a los 4,96 pesos por dólar.
"No creo que haya algún shock" con el tipo de cambio, dijo Christian Reos, de la casa de corretaje Allaria Ledesma, previendo que una depreciación del peso en el 2012 será leve y gradual.
En lo que va del año, el peso argentino perdió cerca de un 6,1 por ciento de su valor frente al dólar, mientras que las monedas latinoamericanas en conjunto se han depreciado solo desde septiembre entre un 5 y un 15 por ciento, según datos de Capital Economics.
Las monedas latinoamericanas, excluyendo al peso mexicano MXN=, todavía están sobrevaluadas, por lo que se espera que caigan más frente al dólar en los próximos seis a 12 meses.
Otra preocupación de los operadores es la suerte del real brasileño BRBY, ya que sus últimas depreciaciones pusieron en alerta a empresarios debido a que Brasil es el principal socio comercial de Argentina.
"El tipo de cambio de Brasil es fundamental para Argentina, pero nuestra estimación es que se estaría moviendo cercano a los valores actuales, con lo que no pondría mucha presión adicional sobre el peso", afirmó Sturzenegger.
El grupo de investigación Fundación Capital calcula que este año la dolarización de carteras para sacar fondos del país rondará los 23.000 millones y tendrá un piso de al menos 12.000 millones en 2012.
"Por las buenas o por las malas va a tener que ajustar, vemos en 5 unidades por dólar, que es un ajuste que no sé si es el necesario pero más fuerte que el que viene teniendo (el peso)", dijo Federico Cohen, de Fundación Capital.
El Gobierno ha reiterado que la fuerte demanda de divisas estadounidenses está en línea con la tendencia histórica cada vez que hay elecciones, y sostiene que no está preocupado porque el Banco Central cuenta con reservas internacionales por unos 48.000 millones de dólares.
"No habrá devaluación", dijo recientemente el ministro de Economía Amado Boudou, candidato oficialista a la vicepresidencia. "Seguiremos administrando el tipo de cambio, no habrá saltos bruscos para ningún lado", aseguró.
(Con reporte adicional de Walter Bianchi y Jorge Otaola, colaboración de Walker Simon, Editado por Guido Nejamkis)
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