Por Jorge Otaola y Walter Bianchi
BUENOS AIRES (Reuters) - Las operaciones de divisas extranjeras fueron reducidas el lunes en Argentina, luego de que el Gobierno dispuso nuevas restricciones para desalentar la adquisición de dólares, aunque las medidas podrían incrementar el apetito por la divisa estadounidense, según analistas.
Las autoridades formalizaron el lunes una nueva disposición que obliga a los ahorristas a presentar datos fiscales y especificar el destino de los fondos.
Las medidas apuntan a frenar una brusca fuga de capitales que sufre el país sudamericano en los últimos tres meses por el consenso en el mercado de que existe un atraso cambiario de al menos un 15 por ciento, según los analistas.
Las autoridades formalizaron el lunes una nueva disposición que obliga a los ahorristas a presentar datos fiscales y especificar el destino de los fondos.
Las medidas apuntan a frenar una brusca fuga de capitales que sufre el país sudamericano en los últimos tres meses por el consenso en el mercado de que existe un atraso cambiario de al menos un 15 por ciento, según los analistas.
El ministro de Economía, Amado Boudou, dijo a la prensa que las medidas cambiarias buscan frenar el lavado de dinero y la economía informal.
Operadores cambiarios no descartan más acciones en caso de que no se frene la sangría de reservas internacionales del Banco Central. Sólo en octubre la entidad monetaria debió desprenderse de unos 1.880 millones de dólares para abastecer la demanda de divisas, frente a los 1.499 millones vendidos durante septiembre.
Pese a la nueva instrumentación fiscal, el banco central vendió este lunes al menos unos 100 millones de dólares, y debió sumar transacciones a futuro para evitar la depreciación del peso.
La moneda doméstica mayorista cotizó estable a 4,235/4,2375 por dólar, aunque operadores remarcaron que la oferta y la demanda se redujo considerablemente en relación a días anteriores. En octubre el peso perdió un 0,77 por ciento.
El Banco Central ofreció a primera hora 500 millones de dólares en el mercado interbancario para demostrar su voluntad de generar liquidez.
Operadores cambiarios no descartan más acciones en caso de que no se frene la sangría de reservas internacionales del Banco Central. Sólo en octubre la entidad monetaria debió desprenderse de unos 1.880 millones de dólares para abastecer la demanda de divisas, frente a los 1.499 millones vendidos durante septiembre.
Pese a la nueva instrumentación fiscal, el banco central vendió este lunes al menos unos 100 millones de dólares, y debió sumar transacciones a futuro para evitar la depreciación del peso.
La moneda doméstica mayorista cotizó estable a 4,235/4,2375 por dólar, aunque operadores remarcaron que la oferta y la demanda se redujo considerablemente en relación a días anteriores. En octubre el peso perdió un 0,77 por ciento.
El Banco Central ofreció a primera hora 500 millones de dólares en el mercado interbancario para demostrar su voluntad de generar liquidez.
REACCIONES
Alrededor de unos 4.400 agentes de la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) ayudaron a la instrumentación de las nuevas medidas, dijo una fuente gubernamental.
La fuente agregó que de los pedidos formulados para la compra de dólares, aproximadamente un 80 por ciento fue aceptado.
Sin embargo, cambistas dijeron que la operatoria estuvo "frenada" por la falta de autorizaciones de la AFIP para concretar las transacciones.
"El incremento de regulaciones/restricciones podría provocar el efecto contrario, ya que podría llevar a aumentar la compra de dólares en anticipación a potenciales regulaciones aún más restrictivas/punitivas en el futuro cercano", dijo Alberto Ramos, analista de mercados emergentes en Goldman Sachs.
En el mercado informal, un valor final de referencia se ubicó en 4,52/4,56 pesos por dólar luego de escucharse una punta compradora de hasta 4,70 unidades intradiaria, pero no hubo oferentes reales de la moneda estadounidense, agregaron operadores.
"Los controles cambiarios seguro que tendrán un efecto en el corto plazo y frenarán la velocidad de caída de las reservas (del Banco Central), pero podríamos ver un aumento en la brecha con el paralelo (peso informal)", sostuvo Leopoldo Olivari, operador de la sociedad bursátil Bacqué.
La operación denominada "contado con liquidación", que consiste en comprar bonos o acciones en la plaza local en pesos para luego venderlos en el exterior y así obtener divisas, avalaba un valor mínimo histórico de 5,12 pesos por dólar, coincidieron operadores.
Tras las elecciones del 23 de octubre, cuando la presidenta Cristina Fernández fue reelegida, el Gobierno comenzó a imponer una serie de medidas con el fin de aumentar la liquidez de dólares en el mercado local y también desalentar abruptamente la demanda de la moneda estadounidense.
La fuente agregó que de los pedidos formulados para la compra de dólares, aproximadamente un 80 por ciento fue aceptado.
Sin embargo, cambistas dijeron que la operatoria estuvo "frenada" por la falta de autorizaciones de la AFIP para concretar las transacciones.
"El incremento de regulaciones/restricciones podría provocar el efecto contrario, ya que podría llevar a aumentar la compra de dólares en anticipación a potenciales regulaciones aún más restrictivas/punitivas en el futuro cercano", dijo Alberto Ramos, analista de mercados emergentes en Goldman Sachs.
En el mercado informal, un valor final de referencia se ubicó en 4,52/4,56 pesos por dólar luego de escucharse una punta compradora de hasta 4,70 unidades intradiaria, pero no hubo oferentes reales de la moneda estadounidense, agregaron operadores.
"Los controles cambiarios seguro que tendrán un efecto en el corto plazo y frenarán la velocidad de caída de las reservas (del Banco Central), pero podríamos ver un aumento en la brecha con el paralelo (peso informal)", sostuvo Leopoldo Olivari, operador de la sociedad bursátil Bacqué.
La operación denominada "contado con liquidación", que consiste en comprar bonos o acciones en la plaza local en pesos para luego venderlos en el exterior y así obtener divisas, avalaba un valor mínimo histórico de 5,12 pesos por dólar, coincidieron operadores.
Tras las elecciones del 23 de octubre, cuando la presidenta Cristina Fernández fue reelegida, el Gobierno comenzó a imponer una serie de medidas con el fin de aumentar la liquidez de dólares en el mercado local y también desalentar abruptamente la demanda de la moneda estadounidense.
RESTRICCIONES
Desde este lunes, todos los negocios cambiarios deberán contar con un permiso del ente tributario para concretar cada operación.
"Establécese que a los fines fiscales las entidades autorizadas a operar en cambios por el Banco Central de la República Argentina deberán consultar y registrar, mediante el sistema informático que se establece en la presente, el importe en pesos del total de cada una de las operaciones cambiarias", dijo el Boletín Oficial.
El ministro Boudou descartó en una entrevista publicada por el matutino Ambito Financiero que se estudien más medidas cambiarias y que se pongan trabas a los giros al exterior.
"El que demuestre ingresos puede comprar; apuntamos al origen de fondos, no al destino", dijo Boudou.
Las persistentes compras de dólares de inversores privados a modo de cobertura han presionado al mercado local e inducido a fuertes ventas de reservas del Banco Central para evitar la depreciación de la moneda doméstica.
"Nos aconsejaron no hacer operaciones en dólares, decirle al cliente que espere unos días hasta que se normalice el sistema. Ante el desconocimiento de cómo funcionará el mayor control, nos convocaron a una reunión para coordinar las operaciones del banco", dijo a Reuters un empleado bancario.
La normativa exige identificar al comprador, el tipo de moneda que pretende adquirir, el monto y su destino.
"Vamos a ver cómo funciona el sistema, si se busca controlar y aquel que tiene justificado los fondos puede comprar dólares y respetar la ley y los reglamentos que están vigentes, no me parecen medidas desacertadas", dijo en declaraciones radiales el ex presidente del Banco Central, Aldo Pignanelli.
"Ahora, si esto va a ser una caza de brujas donde nadie puede comprar dólares, ya estamos hablando de otro problema", sostuvo.
Algunos de los principales bancos y casas de cambio permanecieron con sus pizarras cambiarias apagadas, y en la zona financiera de la ciudad de Buenos Aires no se observó público en las ventanillas cambiarias.
(Reporte de Jorge Otaola y Walter Bianchi, reporte adicional de Karina Grazina y Luis Henao; Editado por Gabriel Burin)
"Establécese que a los fines fiscales las entidades autorizadas a operar en cambios por el Banco Central de la República Argentina deberán consultar y registrar, mediante el sistema informático que se establece en la presente, el importe en pesos del total de cada una de las operaciones cambiarias", dijo el Boletín Oficial.
El ministro Boudou descartó en una entrevista publicada por el matutino Ambito Financiero que se estudien más medidas cambiarias y que se pongan trabas a los giros al exterior.
"El que demuestre ingresos puede comprar; apuntamos al origen de fondos, no al destino", dijo Boudou.
Las persistentes compras de dólares de inversores privados a modo de cobertura han presionado al mercado local e inducido a fuertes ventas de reservas del Banco Central para evitar la depreciación de la moneda doméstica.
"Nos aconsejaron no hacer operaciones en dólares, decirle al cliente que espere unos días hasta que se normalice el sistema. Ante el desconocimiento de cómo funcionará el mayor control, nos convocaron a una reunión para coordinar las operaciones del banco", dijo a Reuters un empleado bancario.
La normativa exige identificar al comprador, el tipo de moneda que pretende adquirir, el monto y su destino.
"Vamos a ver cómo funciona el sistema, si se busca controlar y aquel que tiene justificado los fondos puede comprar dólares y respetar la ley y los reglamentos que están vigentes, no me parecen medidas desacertadas", dijo en declaraciones radiales el ex presidente del Banco Central, Aldo Pignanelli.
"Ahora, si esto va a ser una caza de brujas donde nadie puede comprar dólares, ya estamos hablando de otro problema", sostuvo.
Algunos de los principales bancos y casas de cambio permanecieron con sus pizarras cambiarias apagadas, y en la zona financiera de la ciudad de Buenos Aires no se observó público en las ventanillas cambiarias.
(Reporte de Jorge Otaola y Walter Bianchi, reporte adicional de Karina Grazina y Luis Henao; Editado por Gabriel Burin)
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