Por Paul Taylor
PARIS (Reuters) - Declaraciones contrapuestas de autoridades de la zona euro dieron cuenta de la fragilidad del acuerdo de la semana pasada para rescatar a Grecia y asustaron a los mercados, ya nerviosos debido al estancamiento en las negociaciones por la deuda en Estados Unidos.
El primer ministro griego, George Papandreou, dijo el miércoles a legisladores de su partido socialista Pasok que la endeudada Atenas recibirá de hecho los primeros eurobonos conjuntos del fondo de rescate de la zona euro, en la forma de préstamos cercanos al precio de costo.
"La decisión de nuestros socios europeos de prestarnos a un 3,5 por ciento, una tasa de interés apenas mayor al costo de endeudamiento de Alemania, en esencia equivale a entregar un bono europeo, sin importar el hecho de que este sistema no se ha completado todavía", indicó.
Sus declaraciones podrían enojar a los críticos de los rescates de la zona euro en Alemania y otros países del norte de Europa, que se oponen con vehemencia a una unidad en el riesgo fiscal de los países del bloque monetario.
Los comentarios también podrían irritar a España e Italia, economías endeudadas que están pagando altos rendimientos por sus bonos.
Alemania, que anteriormente insistió en cobrarle una tasa de interés especial a los "pecadores de déficit" para disuadir a los países de tomar riesgos morales, se tranquilizó en la cumbre de la semana pasada y aceptó que una alta tasa para los préstamos era contraproducente para los países asediados por la recesión.
Pero los bonos comunes de la zona euro siguen siendo mal vistos en Berlín, donde los conservadores fiscales advirtieron que la zona euro se convertiría en una "unión de transferencia" en la que el dinero de los contribuyentes alemanes sería vertido en un pozo sin fondo.
El ministro de Economía alemán, Wolfgang Schaeuble, buscó calmar a los críticos de la coalición gobernante, asegurándole a los legisladores que la cumbre no le dio una "carta blanca" al fondo de rescate de la zona euro para comprar bonos de estados en dificultades.
"Incluso en el futuro, esas compras deberán ocurrir sólo bajo estrictas condiciones, cuando el Banco Central Europeo considere que hay circunstancias excepcionales en los mercados financieros y peligros para la estabilidad financiera", dijo Schaeuble en una carta fechada el 26 de julio y a la que Reuters tuvo acceso el miércoles.
"El Gobierno rechaza una 'carta blanca' para compras extendidas en el mercado secundario", aseveró.
¿ADMINISTRACION COMUN DE LA DEUDA?
Schaeuble señaló que una sola cumbre no sería suficiente para resolver los problemas de la zona euro, pero que las medidas acordadas podrían evitar que los problemas griegos se conviertan en "una crisis que ponga en peligro a toda la zona euro y por lo tanto al euro".
Sus declaraciones apuntaron a obstáculos a la intervención del Fondo Europeo de Estabilidad Financiera (EFSF por su sigla en inglés), que podrían limitar su capacidad de evitar el contagio a economías más grandes como España e Italia.
La cumbre acordó permitir que el EFSF entregue líneas de crédito preventivas a estados en riesgo de quedar sin acceso a los mercados crediticios, para prestarle dinero a los gobiernos que deban recapitalizar bancos y para comprar bonos del mercado secundario en condiciones excepcionales.
En contraste con Schaeuble, Papandreou destacó cómo esas medidas acercan a la zona euro a una administración de deuda conjunta.
"Las compras de bonos en el mercado secundario son algo que buscamos por un largo tiempo para poder intervenir contra el apetito de los mercados y la especulación", dijo a legisladores.
(Reporte adicional de George Georgiopoulos e Ingrid Melander en Atenas, Gernot Heller y Sarah Marsh en Berlín, Kirsten Donovan y Emelia Sithole-Matarise en Londres; Editado en español por I Badal)
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