jueves, 16 de junio de 2011

SE PROFUNDIZA LA CRISIS EN GRECIA, OLA DE RENUNCIAS GOBIERNO

ATENAS/BRUSELAS (Reuters) - Los acreedores internacionales dejaron en el aire el salvavidas que Grecia requiere para evitar una moratoria el mes próximo, mientras el primer ministro Georgios Papandreu hacía frente a un sector rebelde de su partido que se opone a las medidas ordenadas por la UE y el FMI.
La situación política en Atenas, donde las masivas protestas callejeras se tornaron violentas y los esfuerzos por formar un Gobierno de unidad nacional fracasaron el miércoles, sacudió el jueves a los mercados financieros ya atemorizados por la agitación en Europa ante la posibilidad de un segundo rescate a Grecia.
"Nuestra respuesta a los desafíos que enfrentamos es la estabilidad y mantener el curso de las reformas", dijo Papandreu en una reunión parlamentaria de su partido convocada por críticos a las políticas de austeridad.
El primer ministro, que tenía previsto hacer un cambio de gabinete el jueves, también dijo que continuaría buscando un consenso político más amplio pese al fracaso de las negociaciones con la oposición conservadora, en las que ofreció dimitir.
El euro cayó a un mínimo récord frente al franco suizo y se depreció ante el dólar y el yen el jueves, mientras los inversores huían a activos considerados de refugio ante las crecientes preocupaciones de que el problema griego esté lejos de solucionarse.
También habían algunas señales de tensión creciente en los mercados de dinero, como en los préstamos interbancarios, de la misma manera que ocurrió cuando la crisis de deuda griega se desató el año pasado.
En un comunicado cuyo objetivo era calmar a los mercados, el comisario europeo de Asuntos Monetarios y Económicos, Olli Rehn, dijo que esperaba que la UE y el FMI entregaran un préstamo clave de 12.000 millones de euros a principios de julio para mantener a Atenas a flote.
Rehn reconoció que tomaría más de lo previsto organizar un segundo paquete de rescate para el país, debido a las diferencias sobre la manera en que los inversores privados compartan la carga, pero instó a que hayan decisiones a mediados de julio en vez de dejar el asunto hasta septiembre, como sugiere Alemania.
Una portavoz del FMI dijo que la continuidad del apoyo a Grecia dependía de que Atenas adoptara las reformas de política económica aprobadas por el directorio del fondo, donde los países emergentes se están mostrando cada vez más reticentes a enviar dinero a Europa.
En tanto, Papandreu, asediado por protestas y una serie de renuncias dentro de su partido socialista PASOK, prometió aplicar un programa estricto de recortes de gastos, alzas de impuestos y privatizaciones de bienes estatales para cumplir las condiciones de la UE y el FMI.
El ministro de Finanzas, Georgios Papaconstantinu, que cuenta con las confianza de acreedores internacionales e inversionistas, podría ser sacrificado por la profunda impopularidad del plan de austeridad, según fuentes del Gobierno.
El FMI condicionó la entrega del tramo de ayuda de 12.000 millones de euros (17.000 millones de dólares) el 29 de junio a un acuerdo entre los estados de la zona euro respecto a las necesidades de financiación de Grecia por los próximos 12 meses.
Pero fuentes indicaron que una promesa política no sería suficiente.
TEMORES EN EL MERCADO
El precio de los bonos griegos cayó a un mínimo récord y el costo de asegurar la deuda helena contra una moratoria se elevó a un nuevo máximo el jueves.
Esto generó un alza de las primas de riesgo de los bonos de varios países de la zona euro, incluyendo a España e Italia, mientras los inversores se refugiaban en los seguros bonos alemanes.
En la última advertencia del Banco Central Europeo, el consejero Yves Mersch dijo que una "moratoria desordenada" de un estado de la zona euro tendría consecuencias devastadoras en todo el bloque de la moneda única y que provocaría probablemente una nueva crisis financiera.
Rehn también dijo que esperaba que los ministros de Finanzas decidan sobre un nuevo programa para Grecia el 11 de julio.
Pero dos fuentes informadas por el Gobierno alemán indicaron que Berlín quería posponer hasta septiembre un acuerdo de la UE sobre un nuevo rescate por 120.000 millones de euros, incluyendo 30.000 millones en privatizaciones, debido a la falta de acuerdo sobre cómo involucrar a los inversores privados.
(1 dlr=0,7072 euros)

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