BRUSELAS/TRIPOLI (Reuters) - El presidente francés, Nicolas Sarkozy, rechazó el viernes las críticas al rol europeo en la guerra en Libia del secretario de Defensa saliente de Estados Unidos, Robert Gates, argumentando que los aliados de Washington están "haciendo el trabajo".
La disputa es la última señal de las divisiones entre los aliados de la OTAN en su campaña para derrocar a Muammar Gaddafi. Gran Bretaña, Francia y otros países ya desestimaron esta semana un pedido de Italia para suspender las hostilidades con el fin de permitir el acceso de ayuda humanitaria.
Las tensiones se desarrollan mientras el presidente estadounidense, Barack Obama, enfrenta presión interna por el rol de su país en la guerra, con la Cámara de Representantes a punto de votar una propuesta para suspender los fondos para la misión en Libia.
"Fue particularmente poco apropiado que el señor Gates dijera eso y, lo que es peor, completamente falso, dado lo que está ocurriendo en Libia", dijo Sarkozy a los periodistas en una cumbre de la Unión Europea en Bruselas.
"Ciertamente hay otros momentos de la historia en que hubiera podido decir eso, pero no cuando los europeos han asumido valientemente el tema libio, y cuando Francia y Gran Bretaña, con sus aliados, en su mayoría, están haciendo el trabajo", agregó.
Si bien Estados Unidos ha retrocedido desde un rol líder en la misión de bombardeos que la OTAN asumió el 31 de marzo, ha seguido brindando suministros esenciales, incluyendo aviones de reconocimiento y aviones armados no tripulados.
En un discurso de despedida el 10 de junio, Gates dijo que el esfuerzo libio expuso limitaciones y que un centro de operaciones aéreas diseñado para conducir más de 300 salidas por día está luchando para lanzar alrededor de 150.
Gates se retirará a fin de mes.
Los legisladores estadounidenses podrían votar el viernes una propuesta para restringir los fondos para la participación del país en misiones de combate como los ataques no tripulados en la campaña aérea dirigida por la OTAN, según los republicanos.
Aún no es claro si la medida será aprobada y su paso por el Senado es incierto. Pero en el Congreso se han endurecido las críticas, sobre todo en la Cámara dominada por la oposición, al rol de Estados Unidos en Libia.
La campaña de bombardeos hasta ahora no ha logrado derrocar a Gaddafi y está causando preocupaciones por las víctimas civiles, su costo financiero y hasta su impacto en los suministros mundiales de petróleo, mientras están interrumpidas las exportaciones libias en el mercado internacional.
En un desafiante mensaje transmitido por televisión esta semana, Gaddafi prometió que lucharía hasta el final, pero un portavoz rebelde fue citado el viernes diciendo que se están llevando a cabo negociaciones indirectas que podrían permitirle permanecer en Libia.
"No objetamos que se retire a un oasis libio bajo control internacional", dijo al diario francés Le Figaro Mahmoud Shammam, portavoz del Consejo Nacional de Transición rebelde.
El vicepresidente del consejo, Abdel Hafiz Ghoga, confirmó a Reuters la existencia de conversaciones indirectas, especificando: "El consejo no está contactando al régimen de Gaddafi. Es al revés (...)".
(Reporte adicional de Souhail Karam en Rabat, Maria Golovnina en Bengasi; escrito por Juana Casas)
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