Por Steve Holland y Kamran Haider
WASHINGTON/ABBOTTABAD, Pakistán (Reuters) - El líder de Al Qaeda, Osama bin Laden, murió el lunes en una operación liderada por Estados Unidos en una mansión cerca de la capital pakistaní, poniendo fin a una larga búsqueda mundial del cerebro de los ataques del 11 de septiembre del 2001.
Los miembros del grupo de operaciones especiales de la Marina, los Seal, que fueron trasladados por un helicóptero al complejo, tenían órdenes de matar, no de capturar, a bin Laden, quien había esquivado a las fuerzas de Estados Unidos durante 13 años, dijo un alto funcionario de seguridad estadounidense a Reuters.
"Esta era una operación para matarlo", dijo el funcionario, quien habló bajo condición de anonimato.
Muchos analistas ven la muerte de bin Laden como simbólica dado que se creía que ya no daba órdenes operativas a los muchos afiliados autónomos de Al Qaeda alrededor del mundo.
Temiendo ataques en represalia, Estados Unidos emitió advertencias de seguridad a sus ciudadanos alrededor del mundo.
Un destacado legislador republicano informado por la Casa Blanca sobre la muerte de bin Laden dijo que las agencias de seguridad estadounidenses estaban trabajando para prevenir cualquier ataque en Estados Unidos o sus instalaciones en otros lugares del mundo.
"Este es un momento clave porque Al Qaeda tiene que vengarse. Esta es una derrota terrible para ellos y tienen que moverse lo más rápido posible, y depende de nosotros detenerlos", dijo el legislador Peter King.
La muerte de bin Laden probablemente no tenga impacto en la guerra en Afganistán, de casi una década de duración, desatada por los ataques del 11 de septiembre del 2001 contra Washington y Nueva York. Las fuerzas de Estados Unidos están enfrentando un récord de violencia por parte de los talibanes.
El presidente estadounidense, Barack Obama, cuya popularidad se había visto afectada por el creciente aumento de los precios de la gasolina, probablemente vea una recuperación a corto plazo en sus índices de aprobación.
Pero también estará más presionado por parte de los estadounidenses para acelerar su planeada retirada de las fuerzas de su país de la impopular guerra en Afganistán.
Autoridades estadounidenses dijeron que bin Laden fue localizado en un complejo valuado en 1 millón de dólares en la exclusiva localidad militar de Abbottabad, a 60 kilómetros al norte de la capital de Pakistán, Islamabad.
Después de 40 minutos de enfrentamientos, bin Laden murió junto a otras personas en la mansión donde se refugiaba.
Una fuente cercana a la operación dijo que bin Laden recibió un tiro en la cabeza. Mientras que un alto funcionario estadounidense en Washington comentó que el líder de Al Qaeda murió en un tiroteo luego de resistirse a las fuerzas de asalto.
Dos funcionarios, que hablaron bajo condición de anonimato, informaron que el cuerpo de bin Laden fue arrojado al mar. Un tercer funcionario dijo que lo hicieron para evitar tener una tumba en la tierra que se convierta en un templo para sus seguidores.
"Se ha hecho justicia", declaró el presidente Barack Obama en un discurso convocado apresuradamente el domingo en la Casa Blanca, en el que anunció la muerte del escurridizo jefe del grupo islámico responsable de una serie de sangrientos ataques en todo el mundo.
PAKISTAN SE ENTERA DESPUES DEL ATAQUE
Líderes mundiales elogiaron su muerte como un gran éxito en la guerra contra Al Qaeda, algo también reflejado en los mercados financieros. El dólar y las acciones subían, mientras que el petróleo y el oro caían, con la visión de que la muerte de bin Laden reduce los riesgos globales de seguridad.
Miles de estadounidenses ondeando banderas salieron a festejar afuera de la Casa Blanca y en las calles de Nueva York luego del anuncio de Obama.
Esta ha sido la mayor victoria en materia de seguridad para el presidente estadounidense desde que asumió el cargo a principios del 2009 y le dificultará a los republicanos retratar a los demócratas como débiles en seguridad mientras busque su reelección para el 2012.
En un marcado contraste, en las calles de Arabia Saudita, la tierra natal de bin Laden que le quitó la ciudadanía después de los ataques del 11 de septiembre, había un clima de incredulidad y pesar entre muchas personas.
El grupo islámico palestino Hamas lamentó la muerte de bin Laden como un "guerrero árabe sagrado".
Pero muchos en el mundo árabe sintieron que su muerte llegó con retraso. Para muchos árabes, inspirados en las revueltas populares en Egipto, Libia y otros países durante los últimos meses, las noticias sobre la muerte de bin Laden tenían menos significado que el que hubieran tenido en el pasado.
La operación podría complicar las tensas relaciones con Pakistán, un aliado clave de Estados Unidos en su lucha contra la militancia y la guerra en Afganistán.
El vínculo ya se ha visto afectado por los ataques de Washington con aviones no tripulados en el oeste del país y el encarcelamiento durante seis semanas de un contratista de la CIA a principios de este año.
Un funcionario estadounidense dijo que las autoridades pakistaníes fueron informadas de los detalles de la operación después de que se produjera.
La revelación de que bin Laden vivía lujosamente en una mansión también incrementó la presión para que las autoridades pakistaníes expliquen cómo pudo estar delante de sus narices. Vecinos en Abbottabad dijeron que cerca de la residencia había una academia de entrenamiento militar pakistaní.
"Por un tiempo habrá mucha tensión entre Washington e Islamabad porque bin Laden parece haber estado viviendo aquí cerca de la capital pakistaní", dijo Imtiaz Gul, un analista de seguridad pakistaní.
(Reporte adicional de Jeff Mason, Patricia Zengerle, Arshad Mohammed, Alister Bull, Missy Ryan, Mark Hosenball, Richard Cowan, Kristin Roberts, Andrew Quinn y Tabassum Zakaria, Joanne Allen en Washington y Chris Allbritton en Islamabad; escrito por Steve Holland y Ross Colvin; Editado en español por Marion Giraldo y Lucila Sigal)
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