domingo, 15 de mayo de 2011

FT: la crisis amenaza la influencia de Europa en el Fondo

El arresto del economista francés puede reabrir la discusión sobre las cuotas de poder en el organismo, justo cuando se negocia el salvavidas del euro.
El arresto de Dominique Strauss-Kahn puede provocar un efecto inmediato pequeño sobre las operaciones del FMI. Sin embargo, también puede forzar a los países miembros de la organización a enfrentarse a asuntos como la influencia europea sobre el Fondo, justo ahora que está a punto de conceder enormes préstamos de rescate adicionales a Europa occidental.
“A corto plazo, eso quizás no incida demasiado en las negociaciones de la eurozona, porque es responsabilidad de los europeos concretar una propuesta financiera”, dice Simon Johnson, execonomista jefe del FMI y profesor actualmente en el Instituto Tecnológico de Massachusetts. Pero, añade, “la situación puede también hacer que surja la pregunta de quién gobierna el FMI”.
Strauss-Kahn, un exministro de Finanzas francés con excelentes contactos políticos, fue una vez descrito por Johnson como un “Metternich con BlackBerry”, en referencia al diplomático europeo del siglo XIX. Strauss-Kahn resucitó la relevancia del FMI durante la crisis financiera global.
Eswar Prasad, exjefe de la división de China en el FMI, dijo que su probable salida es “un golpe durísimo para el FMI, que tendrá difícil encontrar a un líder tan eficaz y preparado a la hora de defender la posición del Fondo en el centro del sistema monetario global”.
Si dimite pronto, esto provocará que vuelva a suscitarse la cuestión del equipo directivo del FMI, que ha sido liderado tradicionalmente por un europeo, a la luz del rescate de Grecia, Irlanda y Portugal.
Supuestamente, Strauss-Kahn preveía dimitir en los próximos meses, pero Johnson advierte de que una salida prematura y dramática dificultaría cualquier plan para colocar en su lugar a otro europeo. Según él, “la opinión mayoritaria es que los europeos llevarían a cabo una de sus hábiles maniobras diplomáticas y nombrarían a uno de los suyos como director general, siempre en consonancia con los americanos, que quieren asegurarse la presidencia del Banco Mundial… Ahora los americanos y los europeos lo tendrán mucho más difícil para controlar el proceso”.
Nombrar a otro europeo como director general en esta situación atizará un especial resentimiento entre las economías emergentes. Algunas de ellas han cuestionado privadamente el tamaño y la generosidad de los rescates del FMI para Europa occidental y la cofinanciación de líneas de crédito destinadas sobre todo por las autoridades europeas.
Prasad dijo que los líderes de las economías emergentes han apreciado que existe un rasero diferente para los países en vías de desarrollo, que recibieron sus préstamos en condiciones muy duras. Según él, “los créditos concedidos a Grecia estaban poniendo al FMI en una situación cada vez más delicada con los mercados emergentes, que los veían como otro ejemplo más de tratamiento asimétrico”.
La terna de candidatos
Existe una considerable oferta de candidatos creíbles para dirigir el Fondo que proceden de los países emergentes. Uno de ellos es Kemal Dervis, que como ministro de Finanzas turco salvó a su Estado de una quiebra soberana con la ayuda de un rescate del FMI en 2000-2001 y ahora dirige el programa sobre economía global de la Brookings Institution en Washington. Dervis posee además experiencia de gestión como antiguo jefe del Programa para el Desarrollo de Naciones Unidas, aunque tiene la desventaja de que el Gobierno turco probablemente no respaldaría su candidatura.
“Para mí, Kemal Dervis sería un muy buen candidato- él se encuentra en el momento y en el lugar adecuados y posee una gran experiencia”, afirma Simon Johnson, execonomista jefe del FMI . Otra alternativa creíble es, según él, Agustín Carstens, gobernador del banco central de México y antiguo subdirector general del Fondo. Stanley Fischer, ex número dos del FMI y gobernador del Banco de Israel, es otra opción.
Un grupo de países en vías de desarrollo lo propusieron para el puesto cuando quedó vacante en 2000. Trevor Manuel, el exministro sudafricano de Finanzas que presidió la comisión para el futuro del FMI podría ser otro competidor, al igual que podría serlo Montek Singh Ahluwalia, vicepresidente de la comisión india de planificación económica y antiguo dirigente del departamento de evaluación independiente del FMI. Aunque el resultado es incierto, la probabilidad de que el próximo director general del FMI proceda de un país en vías de desarrollo es más alta que nunca. Johnson dice: “Los mercados emergentes han esperado mucho tiempo y ahora pueden sentir que es su oportunidad”.

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