jueves, 7 de abril de 2011

Perú elige este domingo entre el desarrollo o el populismo


04/Abr/2011.- Las elecciones presidenciales en Perú, que se realizarán este 10 de abril, presenta dos tendencias económicas: un socialismo del siglo XXI y una propuesta de continuidad hacia el aperturismo comercial y las inversiones. Cuatro candidatos lideran las encuestas.
Los peruanos aún no están claros sobre cuáles de los cuatro postulantes presidenciales pasarán a la segunda vuelta. Las encuestas de la última semana marcaron un empate entre Ollanta Humala, Alejandro Toledo, Keiko Fujimori y Pedro Pablo Kuczynski. Los tres últimos tienen como propuesta mantener el crecimiento económico del país logrado por la apertura comercial, el fomento a las inversiones y el aumento del consumo interno peruano.
Solo Humala se separa de esa tendencia y propone cambios más radicales. Su modelo, una economía nacional de mercado, que incluye medidas como el aumento de tributos para las empresas mineras, la nacionalización de los recursos naturales y una mayor participación estatal dentro del mercado.
Esas ideas, a decir, de los analistas y empresarios, lo ubican en el centro de las críticas de sus contendores y de sus opositores pues saltó de inmediato su vinculación de ideales con otros líderes latinoamericanos con Hugo Chávez (Venezuela) o Evo Morales (Bolivia). Y eso ocasiona nerviosismo en los capitales locales y extranjeros, por los cambios que podrían tener las reglas del juego.
Entre las propuestas de Gobierno, Humala plantea una mayor tributación a las empresas mineras y un mayor énfasis en la participación del Estado como actor económico. Patricia Teullet, gerente general de la Sociedad de Comercio Exterior del Perú (ComexPerú), dice que la candidatura del líder del partido nacionalista Gana Perú, se observa sobre la base del riesgo de un cambio de modelo económico, que frene el crecimiento económico alcanzado por el vecino país en las dos últimas décadas.
“Las intensiones pueden no ser malas, pero el problema es que el plan de gobierno no tiene mucha coherencia y está un poco desarticulado. Por ejemplo, si se piensa hacer tributar más no se considera el riesgo de que esa inversión simplemente no se de por esa mayor tributación. O se habla de denunciar los acuerdos comerciales, y no se toma en cuenta la cantidad de empleos que se van a perder, porque no existirían accesos a los mercados. Esas consecuencias no están evaluadas”.
Como un retroceso en la economía peruana, califica el empresario ecuatoriano Roberto Aguirre, un posible gobierno de Humala. “Se perdería cualquier interés de inversión nacional e internacional. Y aunque la candidatura ha cambiado su postura durante la campaña, parece un cambio solo de discurso”, dice. “Ollanta, en el fondo sigue siendo lo que era años atrás, con una posición de izquierda extrema, tipo (Hugo) Chávez y eso lo único que conduce al país es a su destrucción como ha pasado en Venezuela”.
Aguirre recuerda que los venezolanos no tienen ya capacidad de producir pese a tener recursos naturales por la mala administración gubernamental. “El resultado: un país que importa huevos, arroz, carne, leche, maíz, es decir, lo más básico de la economía, debido a que esta en un estancamiento económico terrible. Es lo que se esperaría que suceda en el Perú, en caso de que gane Humala, que tiene un corazón comunista y extremista”.
La alerta para el sector privado es el concepto de ‘economía nacional de mercado’ que divulga Ollanta, señala César Peñaranda, director ejecutivo del Instituto de Economía y Desarrollo Empresarial de la Cámara de Comercio de Lima. “Los economistas estamos aterrados porque no sabemos quién le aconsejó meter la palabra nacional, aunque es evidente que eso se venía porque él está muy sesgado a que el Estado tenga mayor presencia en el mercado, con empresas y controles. Ese nombre, en el fondo, es decir ‘yo no creo en el mercado’”.
Peñaranda menciona como una de las principales preocupaciones, el cambio de la Constitución que se plantea en el programa de Gobierno. “Él está pensando en un Estado como era años atrás, poderoso y con presencia en la actividad productiva y que controle los recursos naturales. Es un giro distinto y que significa peligro para la economía peruana. Si llegara a ganar, va a formar un equipo con Chávez y con Evo Morales”.
Aunque el mismo Humala marcó distancias con el Mandatario venezolano, que la semana pasada indicó que no quiere meterse en las elecciones peruanas pero consideró al candidato nacionalista como ‘un buen soldado’. Las críticas de los otros postulantes no se hicieron esperar, pero tampoco la reacción de Ollanta quien le pidió a Chávez que tome distancia.
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