Por Yoko Nishikawa y Kiyoshi Takenaka
TOKIO (Reuters) - Una fuerte réplica de magnitud 7,4 sacudió el nordeste de Japón a última hora del jueves, disparando una advertencia de tsunami para la costa ya devastada el mes pasado por un gran terremoto y un tsunami que dañaron una planta nuclear.
La advertencia de tsunami fue levantada poco después, dijo la televisión estatal NHK.
No se reportaron nuevos daños en la central nuclear de Fukushima Daiichi a raíz de terremoto del jueves. NHK dijo que los trabajadores fueron evacuados y no había reportes de heridos.
Tampoco hubo informes inmediatos de heridos o daños en otros lugares.
Japón está luchando por controlar la situación en la planta de Daiichi Fukushima, averiada por el terremoto de magnitud 9,0 y posterior tsunami del 11 de marzo, que dejó unas 28.000 personas muertas o desaparecidas.
El peor accidente nuclear en 25 años está alarmando a las naciones vecinas, que temen ser afectadas por la radiación de la central.
La crisis está ahuyentando a los turistas en plena temporada alta y obligando a Japón a buscar cómo reducir el consumo de electricidad.
Estados Unidos, el país con mayor cantidad de reactores del mundo, está preocupado por las consecuencias del accidente nuclear en Japón, en especial en una planta similar a la de Fukushima.
Los ingenieros, que sellaron esta semana una fuga que filtró agua altamente radiactiva al mar, están inyectando nitrógeno en el reactor para evitar el riesgo de una explosión de hidrógeno y quieren hacer lo mismo en otros dos reactores.
Tokio Electric Power Co (TEPCO), el operador de la central, dijo en la noche del jueves que no esperaba tener que verter más agua contaminada al mar después del sábado.
Más temprano, TEPCO dijo que la posibilidad de que se repitieran las explosiones de gas que dañaron dos reactores en los primeros días de la crisis era "extremadamente pequeña".
Pero mientras los ingenieros enfrentaban múltiples crisis, algunas de ellas resultado de sus intentos por enfriar los reactores, funcionarios japoneses admitieron que podrían demorar meses en controlar los reactores y años en limpiar el desastre causado por la central atómica a 240 kilómetros al norte de Tokio.
"Los datos muestran que los reactores están en condición estable, pero todavía no estamos fuera de peligro", dijo a periodistas el jefe del gabinete, Yukio Edano.
El Gobierno estableció una zona de exclusión de 20 kilómetros en torno a la planta, prohibió la pesca a lo largo de gran parte de la costa nororiental y creó centros de evacuación para decenas de miles de personas obligadas a abandonar sus hogares tras la crisis.
Rastros de material radiactivo fueron detectados en el aire en 22 provincias chinas, pero las cantidades no representan una amenaza para la salud o el medio ambiente, dijo la agencia estatal de noticias local Xinhua.
El Ministerio de Salud chino había reportado rastros de radiactividad en espinacas en tres provincias del país.
En Corea del Sur, algunas escuelas cerraron porque los padres estaban preocupados de que la lluvia pudiera ser tóxica.
"Hoy enviamos una comunicación oficial diciendo que las escuelas debían intentar evitar las actividades al aire libre", dijo un funcionario del sistema de educación surcoreano.
La agencia de seguridad nuclear de Corea del Sur reportó pequeños niveles de yodo radiactivo y partículas de cesio en la lluvia, pero dijo que no era suficiente para representar una amenaza para la salud.
Se prevé que las pocas escuelas que cerraron reabran el viernes, cuando pare de llover.
(Reporte adicional de Mayumi Negishi y Chizu Nomiyama en Tokio, Sui-lee Wee en Pekín, Roberta Rampton y Ayesha Rascoe en Washington, Scott DiSavino en Nueva York, Jack Kim en Seúl y Fredrick Dahl en Viena; editado en español por Esteban Israel)
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