Por Marwa Awad y Alexander Dziadosz
EL CAIRO (Reuters) - El poderoso Ejército de Egipto intervino el viernes para garantizar las reformas democráticas del presidente Hosni Mubarak, pero los manifestantes intensificaron las protestas con una marcha hacia el palacio presidencial e insisten en que el mandatario debe renunciar ya.
En Washington, un funcionario estadounidense dijo que la reportada salida de Mubarak el viernes al resort de Sharm el-Sheikh sobre el Mar Rojo era un "primer paso positivo". Agregó que se creía que el mandatario había llegado al complejo pero declinó dar detalles sobre la importancia del hecho.
Un importante comunicado del presidente será emitido en breve, dijo el viernes la televisión estatal sin elaborar.
Las garantías del Ejército eran consideradas un importante esfuerzo por aliviar la peor crisis en la historia moderna de Egipto, pero también una clara señal de que quiere que los manifestantes terminen con una revuelta de 18 días que ha afectado la economía y sacudido a Oriente Medio.
"Esta no es nuestra demanda", dijo un manifestante, luego de transmitir los contenidos del comunicado del Ejército a los manifestantes en la plaza. "Tenemos una demanda, que Mubarak se vaya", enfatizó.
Alrededor de 2.000 personas se retiraron de la plaza y se congregaron afuera del palacio presidencial por primera vez para demandar la renuncia inmediata de Mubarak y el Ejército no intentó detenerlos.
En su punto más cercano, el cordón se hallaba a unos 50 metros de los muros del palacio. En medio de los manifestantes y el complejo había tanques y soldados de la Guardia Republicana, que está a cargo de la seguridad presidencial.
"¡Revolución, revolución hasta la victoria! Revolución en todo Egipto", gritaban cientos de miles de personas en la plazaTahrir, epicentro de las movilizaciones.
"¡Abajo Hosni Mubarak!", cantaban los manifestantes, que aparentemente tenían permiso para acercarse al palacio, ubicado en los suburbios de Heliopolis. Un cartel con el mismo mensaje fue colgado del alambre de púa colocado en una de las entradas de la residencia.
Un miembro de uno de los movimientos juveniles detrás de las protestas que comenzaron el 25 de enero dijo que los manifestantes "tomarían el palacio".
"Tendremos una gran cantidad de egipcios luego de las plegarias del viernes para ocuparlo", dijo Ahmed Farouk, de 27 años. "El Ejército ha sido neutral y no nos ha hecho daño", agregó.
Un enfrentamiento cada vez más enconado ha elevado temores de violencia en el país árabe más poblado, un aliado clave de Estados Unidos en una región rica en petróleo donde la posibilidad de que el desorden se contagie a otros estados represivos sacude a Occidente.
El Ejército dijo en un comunicado que Mubarak había entregado el poder de gobernar el país a su vice el día anterior, quizá señalando que esto debería satisfacer a los manifestantes, reformistas y figuras de la oposición.
Pero aún no estaba claro si las fuerzas armadas y el vicepresidente Omar Suleiman, de 74 años, estaban actuando en conjunto.
Mubarak y su familia viajaron al centro turístico del Mar Rojo Sharm el-Sheikh, donde tiene una residencia presidencial, informó un funcionario del partido gobernante, agregando que esto demostraba que el poder había sido entregado a Suleiman.
Los Hermanos Musulmanes, el mayor grupo opositor islamista, instaron a los manifestantes a mantener las masivas protestas nacionales y describieron las concesiones de Mubarak como una trampa para quedarse en el poder.
"Mubarak apareció ante nosotros con un punzante discurso que demuestra que sigue en el cargo", indicó el partido en un comunicado. El presidente acusó a los Hermanos de apropiarse de las protestas, pero el grupo ha sido invitado junto a otros opositores a las conversaciones con Suleiman.
SE DEROGARAN LAS LEYES DE EMERGENCIA
Cientos de miles de egipcios se manifestaron en todo el país, incluyendo en la ciudad industrial de Suez, que previamente fue el escenario de uno de los episodios más violentos en la revuelta, y en Alejandría, Tanta y otros centros del Delta del Nilo.
En el "Comunicado No. 2", el Ejército dijo que "confirma el levantamiento del estado de emergencia tan pronto como las circunstancias actuales finalicen", una promesa que podría remover una ley impuesta luego de que Mubarak se convirtió en presidente tras el asesinato de Anwar El Sadat y que los manifestantes dicen ha sido usada para sofocar el disenso.
El Ejército también prometió garantizar elecciones libres y otras concesiones anunciadas por Mubarak a los manifestantes que hubieran sido impensadas antes del 25 de enero, cuando emergió la revuelta. Alrededor de 300 personas murieron desde entonces.
Los manifestantes se enfurecieron ante la negativa de Mubarak a renunciar a su cargo. El mandatario, que está en el poder hace 30 años, también dijo que el traspaso está en línea con la Constitución que lo deja a cargo en última instancia, y con la posibilidad de regresar.
Los militares han prometido proteger el derecho a demostrar, pero la prolongada confrontación podría poner a prueba esa determinación con muchos egipcios deseosos de terminar el paréntesis en la actividad económica y el Ejército dispuesto a demostrar que puede imponer el orden.
"Las fuerzas armadas están allí para proteger a los manifestantes y para proteger al país pero los poderes han sido entregados, no a los militares, sino al vicepresidente", dijo el ministro de Finanzas, Samir Radwan, en una entrevista con Reuters, tras temores de que los militares podrían decidir resolver la crisis con un golpe de Estado.
Radwan buscó tranquilizar a los inversores externos el viernes, diciendo que el Ejército no estaba interviniendo en los asuntos diarios del Gobierno y que el presupuesto y la inflación estaban bajo control. Sin embargo, el levantamiento podría afectar el crecimiento.
El Ejército, desde generales con conexiones políticas a conscriptos pobres y oficiales de bajo rango, es clave para lo que ocurra a continuación.
Mohamed ElBaradei, ganador del premio Nobel de la Paz y ex diplomático de Naciones Unidas que encabeza un movimiento político liberal, escribió en Twitter: "Egipto explotará. El Ejército debe salvar al país".
"Creo que el caos total reina dentro del régimen. Es como el Titanic. Las ratas están abandonando el barco que se hunde", dijo ElBaradei, ex director de la agencia de vigilancia nuclear de la ONU, al diario austríaco Die Presse en una entrevista publicada el viernes.
El presidente estadounidense, Barack Obama, sonó frustrado con las últimas concesiones de Mubarak, diciendo que debe explicar los cambios que hizo y ofrecer un camino que conduzca a la democracia.
(Reporte de Samia Nakhoul, Edmund Blair, Marwa Awad, Yasmine Saleh, Dina Zayed, Shaimaa Fayed, Alexander Dziadosz, Sherine El Madany, Patrick Werr, Alistair Lyon, Tom Perry, Andrew Hammond, Jonathan Wright, Alison Williams en El Cairo, y Arshad Mohammed y Ross Colvin en Washington; escrito por Peter Millership; editado en español por Hernán García y Lucila Sigal)
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