La crisis política en Medio Oriente "sumada a la revuelta en Grecia" no perdonó ayer a los activos argentinos. A la par de la caída de las bolsas en el mundo, el mercado local enfrentó una huida generalizada de inversores.
Los títulos públicos se hundieron hasta 8,6%, principalmente los de pesos y el atractivo de fugar capitales se disparó: ayer el contado con liquidación "operación para sacar fondos del país vía los bonos" alcanzó su máximo histórico.
Los títulos públicos se hundieron hasta 8,6%, principalmente los de pesos y el atractivo de fugar capitales se disparó: ayer el contado con liquidación "operación para sacar fondos del país vía los bonos" alcanzó su máximo histórico.
El tipo de cambio que surge de esa operación financiera, o sea el costo que paga el inversor para salir de la plaza local sin pasar por el mercado cambiario, llegó a $ 4,21. La brecha entre esa cotización y el precio del billete mayorista, que cerró en $ 4,029, nunca fue tan alta.
El mecanismo de fuga se dio vía los Bodenes 2015 y 2012, títulos en dólares pero con legislación local que también se negocian en Nueva York. Por eso estos bonos estuvieron más demandados, ya que los compran para triangular la operación y liquidarlos en el exterior.
Por el resto, hubo sangría pura. El Par en pesos se hundió 8,58%, el Discount en la misma moneda cayó 6,07% y el Bogar 2018 tropezó 2,15%, entre los más perjudicados. Los de dólares se mantuvieron más firmes, incluso porque son los que más liquidez presentan en el mercado. Por ejemplo, el Boden 2015 sólo cedió 0,52% mientras que el Boden 2012 subió 0,38%. Ni siquiera los cupones atados al Producto Bruto Interno (PBI), que venían soportando bien los golpes, pudieron con la ola de ventas y cayeron 1,5% en promedio.
Hubo un buen caudal de negocios en el Mercado Abierto Electrónico (MAE), donde se hicieron operaciones por $ 1.911 millones. Estos niveles de negocios marcan que la baja fue convalida por los inversores. El riesgo país, el indicador que mide el JPMorgan, subió levemente para quedar en 560 puntos básicos.
Ventas a futuro
Si bien el mercado cambiario anduvo sin sobresaltos, controlado por el Banco Central en el tramo mayorista, la autoridad monetaria salió a bajar las expectativas de devaluación en los contratos a futuros. El Central puso en las pantallas unos 500 contratos para todos los plazos a futuro hasta febrero del 2012, con la idea de que el mercado se abastezca y cediera la presión. En total, se calcula que vendió alrededor de u$s 50 millones en esta plaza.
En el mercado contado, con un volumen reducido, la autoridad monetaria compró unos u$s 30 millones y el billete mayorista cerró en $ 4,029. El dólar en las casas de cambio se mantuvo sin alteraciones en $ 4,05 al público. El euro, por su parte, operó en $ 5,45 y $ 5,55 para la compra y venta respectivamente marcando un alza de entre 2 y 3 centavos respecto del cierre anterior.
Con respecto al dólar "blue", o sea el que se consigue en la cuevas del microcentro porteño, cedió un poco a $ 4,16. Esta cotización responde a los controles de la AFIP y el BCRA para comprar billetes en el mercado formal. Además del negocio que representa comprar dólares a $ 4,05 en los bancos y venderlos en la informalidad a un precio de $ 4,11 la punta vendedora.
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