Lejos de propiciar la calma, el festivo en Wall Street ha añadido más volatilidad a los mercados. La tensión en Oriente Medio, con Libia hoy como detonante, dispara el petróleo y el oro, y acentúa la aversión al riesgo. El Ibex ha sufrido su mayor caída en tres meses, aunque la más damnificada ha sido la Bolsa de Milán, por la mayor exposición de sus empresas a Libia.
Las bolsas europeas abandonaron el signo apático de jornadas anteriores justo en la sesión en la que cerraba sus puertas Wall Street. El 'Día de los Presidentes' dejaba a los mercados sin su principal referencia. Aunque en esta ocasión, lejos de fomentar la relajación, propició el nerviosismo.
Los inversores sólo pudieron aplacar sus órdenes de venta durante los primeros cruces de la jornada. El Ibex perdió prácticamente desde la apertura los 11.000 puntos, y el castigo se fue agravando de forma paulatina con el paso de la sesión.
La cumbre del G-20 celebrada este fin de semana quedó eclipsada por completo por la inestabilidad que traslada Oriente Medio. Las manifestaciones siguen extendiéndose por la región, y cobran especial virulencia en Libia.
Sólo al cierre de la sesión han comenzado a aflorar los rumores de una posible salida de Gadafi del país. Para entonces, el precio del petróleo se había disparado ya un 4%, y el Brent alcanzaba máximos de dos años, en los 105 dólares. La búsqueda de refugio relanzaba el rally del oro, por encima de los 1.400 dólares la onza por primera vez en siete semanas.
La deuda pública mantenía intacta la tensión de las jornadas previas, con las alertas centradas ahora en Portugal. La rentabilidad de sus bonos tanto a cinco como a diez años seguía por encima del nivel crítico del 7% (en el 7,1% y el 7,5%, respectivamente). La prima de riesgo de España repetía por encima de los 210 puntos básicos, en vísperas de otra subasta del Tesoro, de letras a tres y seis meses.
El festivo de Wall Street no evitaba que los futuros del S&P 500 cotizaran con caídas cercanas al 1%. En Europa, la corrección restó un 1,1% al Ftse británico, un 1,4% al Dax alemán y un 1,5% al Cac francés. El mayor revés de la jornada, con creces, lo sufrió el Mib italiano (-3,59%). Las empresas del país transalpino son las que presentan una mayor exposición a Libia. Las tres mayores caídas del Eurostoxx50 las acapararon sus dos principales bancos, Unicredit e Intesa, y su mayor petrolera, ENI. El rastro de Libia alcanza también a compañías como la constructora Impregilo y al célebre club de fútbol Juventus de Turín.
El Ibex acabó igualando su mayor caída en tres meses, el 2,33% del pasado 29 de noviembre. En su varapalo no sólo perdió los 11.000 puntos. Al final se desinfló hasta los 10.810,5 puntos. Ninguno de sus 34 integrantes pudo evitar los números rojos.
La peor parte se la llevó Abengoa, uno de los valores españoles más presionados por las posiciones bajistas, seguido de Técnicas Reunidas, reforzado en otras jornadas por la expansión de su cartera de contratos en Oriente Medio. Constructoras y bancos agravaron los descensos. Dos pesos pesados como BBVA y Santander cayeron un 3% y un 3,29%, respectivamente.
Gas Natural, sin poder zanjar aún su disputa con Argelia, cerró un 2,5% a la baja, en línea con el descenso sufrido por Repsol, incapaz de sacar partido en su cotización a la escalada del precio del crudo. Telefónica pudo limitar al 1,1% su corrección.
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