Hágase a la idea, España ya no es lo que era. Si durante los últimos quince años el país ha sido el paradigma de manual que han utilizado los inversores para explicar el noble arte de ganar dinero, los próximos quince no serán ni muchos iguales. La fiesta se ha terminado, si hablamos por ejemplo de una rentabilidad acumulada del 10% para el Ibex 35 en el último decenio
Esta es la idea que han lanzado hoy los analistas de Merrill Lynch en un encuentro con periodistas para explicar sus perspectivas 2011. Según ha explicado Alberto Spagnolo, director de Inversiones de Merrill Lynch Wealth Management para España, “nuestro mensaje central es que es muy difícil que los próximos quince años que afronte la economía española sean igual de buenos que los quince últimos”. Es decir, que la fiesta se acabó.
A su modo de ver, hay dos problemas que ya hicieron de 2010 un mal ejercicio. Por un lado, la alta dependencia de la financiación externa y por otro la excesiva lentitud con la que transcurre la reestructuración del sistema financiero. De ahí que sea necesario exportar más y atraer más capital extranjero. El efecto combinado de ambos escollos es una importante pérdida de credibilidad. Tampoco es que vayan a ser años malos, dejó claro el experto, pero no mucho menos se verán las rentabilidades pasadas.
¿Cuánto tardaremos en salir del pozo? Spagnolo no dio una cifra exacta pero, pero a modo de ejemplo, explicó que Alemania, a finales del año 2000, tuvo un exceso de deuda y se plantó con déficit, por lo que empezó un programa de austeridad cuyos frutos se han empezado a ver casi diez años después. ¿Cuánto tardaremos nosotros?, espetó el experto.
La consecuencia de este panorama menos favorable es que resultará conveniente apostar por la diversificación, buscando otras zonas de inversión. ¿Por qué concentrar las inversiones en España?, se cuestión Spagnolo, si ya no es un país emergente ni un socio europeo subvencionado. Más al contrario, es un estado con un duro y largo ajusta de austeridad y ahorro por delante y con una alta dependencia de la financiación exterior. De ahí que sea mejor “internacionalizar las carteras” buscando otras oportunidades de inversión.
Spagnolo también recalcó que es muy posible que nos encontremos con crecimientos del crédito negativos, lo que ya de por sí es un lastre para cualquier economía. “Y es un problema que no se supera en unos meses sino que dura años”, apuntó. Además, en España se da el caso de que la deuda no es muy elevada, pero al depender tanto de la financiación exterior, el mercado mira con mucha atención cómo se articula esta financiación y exige pagar más intereses.
Oportunidades de inversión
En cuanto a las perspectivas de crecimiento mundial, el director de inversiones de Merrill Lynch para EMEA, Bill O´Neill ex probable que la expansión global se ralentice desde el 4,9% marcado en 2010 hasta el 4,5% previsto para este año. En Europa, aunque la recuperación alemana (impulsada por la demanda de los emergentes) batió previsiones el año pasado, muchos países de la zona euro –sobre todo España, Francia e Italia- continúan sobrestimando sus perspectivas de crecimiento. Y es que el problema es que las debilidad de las economías periféricas hunde a la región y al euro.
En este contexto, O´Neill consideró que las mejores oportunidades de inversión están en los mercados emergentes de menor capitalización, renta variable del Reino Unido y grandes compañías europeas. Por sectores, “consideramos que la energía, incluyendo el petróleo y el gas natural, es muy atractiva, al igual que las telecomunicaciones”.
Además, en 2011, los inversores deben comenzar a centrarse en los dividendos, que históricamente han sido el motor de la rentabilidad, y no en la revalorización del capital. Pero también deben ser prudentes en relación con la deuda de mercados emergentes y evitar el atractivo de una estrategia muy demandada alimentada por una liquidez desenfrenada.
finanzas.com
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