viernes, 21 de enero de 2011

Cinco años Evo Morales, más dudas que certezas

Por Carlos A. Quiroga L.
LA PAZ (Reuters) - Evo Morales completa el sábado un quinquenio en la presidencia de Bolivia, con un saldo de grandes transformaciones políticas eclipsadas por una larga lista de desafíos económicos aún pendientes en el empobrecido país.
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El arribo de las mayorías indígena y mestiza al poder y un simultáneo crecimiento económico impulsado en parte por la nacionalización de hidrocarburos y los altos precios de las materias primas podrían ser suficientes para justificar un Gobierno, pero Morales mostró que quiere más.
La "refundación" de Bolivia "recién ha comenzado", dijo la semana pasada el líder indígena, dejando claro que considera que más que un quinto aniversario está cumpliendo apenas "el primer año del primer Gobierno del Estado Plurinacional".
Así, proclamó al 22 de enero, su aniversario presidencial, como Día del Estado Plurinacional en desafío al 6 de agosto, fiesta de la vieja república fundada en 1825.
"Esta es una consigna política, se trata de reescribir la historia del Estado antes y después de Evo Morales", dijo el analista político Romano Paz, quien trabaja en la ciudad oriental de Santa Cruz, bastión de la oposición conservadora.
Morales ha marcado ya la historia boliviana con el Gobierno democrático más estable en medio siglo, para tranquilidad de Argentina y Brasil, voraces consumidores de su gas natural, y felicidad de sus líderes aliados de Venezuela y Cuba.
Carlos Cordero, analista y profesor universitario de La Paz, apuntó que la celebración del "primer año Plurinacional" simboliza al proceso de cambio mientras abre la puerta para una segunda reelección consecutiva de Morales.
"El reforzar la idea de que es el primer año de Gobierno bajo una nueva Constitución es el argumento para ir abriendo la posibilidad para una nueva reelección, esa es la intención política", sostuvo.
La reelección inmediata no era posible en Bolivia hasta que la nueva Constitución "plurinacional" y socialista impulsada por Morales fue aprobada a inicios del 2009.
Reelecto en diciembre de 2009, un año antes de completar su primer mandato, Morales lanzó poco después la sugerencia de que su actual Gobierno debía ser visto como el primero bajo la nueva carta magna, lo que lo habilitaría a otra reelección inmediata.
"Me imagino que el único freno que tendría (la segunda reelección) es que el electorado dañe su candidatura", dijo por su parte Paz, advirtiendo que, aún sin rival electoral a la vista, para Morales pueden resultar muy largos los casi cuatro años que faltan para los próximos comicios generales.
 El Desgaste
Tras cinco años en el poder, y con abrumadora mayoría legislativa desde que inició su segundo mandato en enero del 2010, Morales puede anotar entre sus logros el haber casi acabado con los partidos tradicionales, de centro y de derecha.
Los líderes opositores sufrieron tanto una seguidilla de derrotas electorales como un acoso judicial por presunta corrupción que los forzó a salir del país, dejando en manos del gobernante Movimiento al Socialismo (MAS) no sólo el poder nacional sino también dos tercios de gobernaciones y alcaldías.
Simultáneamente, los otrora excluidos indígenas pasaron a ocupar crecientes espacios en los poderes ejecutivo, legislativo y electoral y comenzaron a preparar la toma del poder judicial en una elección popular sin precedentes prevista para el 2011.
Decenas de leyes de transformación institucional, incluidos un primer régimen de autonomías y una generosa reforma de pensiones se aprobaron en el 2010, mientras la economía mostraba cifras sin precedentes resumidas en un aumento del producto per cápita anual a 1.800 dólares, casi el doble que en el 2005.
El líder indígena se animó entonces, a fines del 2010 y a menos de un mes de su quinto/primer aniversario, a tomar una medida que el país había eludido por más de una década: un alza de combustibles de hasta 83 por ciento para poner fin a una costosa subvención y alentar inversiones petroleras.
Forzado a anular la medida luego de sólo cinco días por duras protestas populares, escasez de alimentos y caos de precios, Morales redescubrió que el país está aún lleno de pobres y que los movimientos sociales, su principal sostén político, son el mayor obstáculo para sus declaradas intenciones de apertura a inversiones extranjeras.
De modo que Morales llega al emblemático 22 de enero con poco margen de movimiento entre el discurso socialista que comparte con sus bases indígenas, sindicales y de productores cocaleros y la urgencia de dar incentivos a petroleras y otras empresas para inversiones que podrían resultar vitales.
"La oposición ha quedado totalmente menguada, el MAS no tiene rivales con lo cuales polemizar, entonces tendrán que comenzar a centrarse en temas económicos, desarrollo humano (...) pero las medidas económicas que se tomen generarán fracturas internas en los movimientos sociales", dijo Paz.
"Esto le estaría truncando la posibilidad de ser reelecto (...) incluso generaría una alternativa política", agregó.
Cordero sostuvo que el riesgo de desgaste de Morales resulta también de su actitud de confrontación con los opositores.
"Lo que el presidente debería priorizar a partir del 22 de enero es (...) hablar con los distintos sectores y llegar a acuerdos políticos, así los problemas económicos se pueden ir resolviendo", sostuvo.

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