Campo argentino endurece posición

Por Maximiliano Rizzi
BUENOS AIRES, ene 21 (Reuters) - Productores agrícolas de Argentina bloquearon por unas horas el viernes una planta del gigante exportador Cargill, en el quinto día de una huelga comercial contra las políticas de intervención gubernamental para el sector.
Unas 200 personas con una veintena de tractores impidieron la llegada de camiones con granos a una fábrica de aceites que tiene la firma -a la que acusan de pagar precios inferiores a los del mercado- en Rosario, centro exportador de Argentina, uno de los mayores proveedores mundiales de alimentos.
"Vamos a proponer en la próxima reunión de la Mesa de Enlace (de los cuatro grupos del sector) continuar con medidas de fuerza si no hay inmediata respuesta (del Gobierno) para el trigo y si ocurre algo similar con el maíz", dijo Eduardo Buzzi, el presidente de la Federación Agraria Argentina, uno de las cuatro entidades rurales en huelga.
Las asociaciones rurales, de todos modos, no se reunirán hasta la semana que viene, lo que despeja cualquier duda de que el paro actual pueda extenderse.
Las protestas del sector agrícola de Argentina se reavivaron en momentos en que la escasez de lluvias generada por el fenómeno climático La Niña golpeó a los cultivos de soja y maíz, lo que alimentó el malhumor de los chacareros.
Pero oportunas y recientes precipitaciones podrían limitar las pérdidas de la oleaginosa del ciclo 2010/11 y calmar los ánimos del sector. Sin embargo, el daño que el clima seco causó al maíz de la campaña actual sería irreversible.
"El ingreso de una masa de aire frío produjo lluvias que no estaban previstas y alivió las zonas (sojeras) más complicadas del área núcleo", dijo la Bolsa de Comercio de Rosario en un reporte, en el que agregó que estas condiciones permitirán la recuperación de parte de los cultivos de soja.
La huelga comercial de una semana dejó inactivos a los mercados de granos locales, reavivando un conflicto que comenzó en el 2008 ante un intento del Gobierno de elevar un impuesto a la exportación de granos.
PELEA POLITICA
Los agricultores del país sudamericano están enfrentados desde hace casi tres años con el Gobierno, que aplica restricciones a las ventas externas para garantizar el abastecimiento interno y limitar las alzas de los precios locales.
En tanto, sindicatos y organizaciones políticas y sociales alineadas con el Gobierno realizaron el viernes en la ciudad de Bahía Blanca, en el sur de la provincia de Buenos Aires -la principal región triguera-, un acto en repudio de la huelga de los productores y en apoyo a las políticas oficiales.
El ministro de Agricultura, Julián Domínguez, participó del encuentro, reportó la agencia estatal Télam.
Los productores de trigo de Argentina denuncian que el sistema de cupos de exportación elimina la competencia entre molinos y exportadores, lo que permite que les paguen a los productores precios inferiores a lo estipulado para el cereal en la plaza local.
"Desde hace 15 años el trigo no tiene la rentabilidad que tiene ahora. (Pero) no está en discusión la rentabilidad del productor, sino cómo hacer para que pueda captar el precio internacional, y nosotros queremos que lo capte", dijo Domínguez a través de un comunicado.
El Gobierno asegura que intervendrá para garantizar que los productores reciban el precio fijado, pero la promesa fue desestimada por el sector, que demanda que se eliminen todos los límites a la exportación de trigo y maíz.
Buzzi pidió en la protesta frente a Cargill CARG.UL, en la provincia de Santa Fe, que el Congreso investigue la comercialización de granos en Argentina.
"Nos volvemos a manifestar a las puertas de este gigante multinacional, que es una de las empresas que está acumulando enormes ganancias por las políticas agropecuarias del gobierno nacional", dijo Oscar Príncipe, secretario gremial de FAA.
Si la protesta de los productores se profundiza podría empañar el panorama político del Gobierno en un año electoral en el que se espera que la presidenta Cristina Fernández busque su reelección en los comicios de octubre.
Argentina es el principal proveedor internacional de aceite y harina de soja, el tercero del poroto de la oleaginosa y el segundo del maíz.