lunes, 8 de agosto de 2016

La crisis del empleo ya es oficial en la Argentina

Mientras el aumento del desempleo es aceptado por los organismos oficiales, la situación internacional y el anuncio de inversiones nos obliga a reflexionar sobre las potencialidades reales del modelo económico elegido, y los posibles resultados en materia de recuperación del empleo.


El Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social publicó, a finales de julio, dos informes sobre la situación del mercado laboral en la Argentina donde se confirma la pérdida de 59.840 puestos de trabajo solo en el sector privado. Esta caída en la cantidad de personas empleadas se encuentra concentrada mayoritariamente en los siguientes rubros: construcción (-54.356), industria manufacturera (-26.832), agricultura y ganadería (-9.895), actividades inmobiliarias (-5.909), y minería (-5.460). Por otro lado, entre los sectores que generaron empleo, y en cierta medida lograron atenuar esta crisis, se encuentran: comercio y reparaciones, servicios sociales, y enseñanza, con un aumento de 13.073, 10.478, y 7.742 respectivamente. Este saldo negativo respecto a los empleos registrados en el sector privado es el más alto en los últimos cinco años y, aunque no presenta números exorbitantes, permite pensar que la crisis del empleo llegó a nuestro país.

Cerca de 60 mil nuevos desocupados son los que aportó la Argentina a los 201 millones sin empleo que existen a nivel mundial según la Organización Internacional del Trabajo (OIT). Sumado a esto, el panorama es más desalentador, ya que esta institución estima 11 millones de nuevos desocupados en los próximos tres años, visión que se encuentra acorde a las estimaciones de los empresarios argentinos. En el corto plazo, el 85% de las empresas argentinas encuestadas en el informe mencionado anteriormente no esperan aumentar sus dotaciones de trabajadores.

Este panorama se contrapone al presentado por el Ministerio de Hacienda y Finanzas Públicas que comunica desde su portal los “anuncios” de inversiones en el país a partir del 10 de Diciembre de 2015, los cuales alcanzan un total aproximado de 30 mil millones de dólares. Lamentablemente para las personas que se encuentran desocupadas, casi el 30% de estos “anuncios” de inversión se destinan al sector minero, actividad que más recibe inversiones pero que genera solo el 1% del trabajo registrado en el sector privado. Para ser más precisos, este sector genera 82.459 de los 6.135.254 puestos de trabajo según informa el Ministerio de Trabajo.

Ante este escenario es imprescindible discutir y analizar alternativas. La OIT afirma que las mayores limitaciones en materia de creación de empleo y reducción de la pobreza se observa en los países cuyas exportaciones se basan en recursos naturales y bienes primarios. Esto retrotrae a la vieja discusión sobre la especialización económica, ya que lo que establece las diferencias entre las distintas sociedades es la especialización en sus actividades productivas, es decir, “cómo participan en el modo de organizar territorialmente la división del trabajo internacional”, en palabras del vicepresidente boliviano Álvaro García Linera.

En este sentido, solo entre la minería, la agricultura, la ganadería y la silvicultura se acumula el 32% de la mano de obra generada por el sector manufacturero, siendo el más importante para la generación de trabajo.

Por último, según el INDEC  la utilización de la capacidad instalada en la industria se ubica en el 64.9%, mientras desde el Ministerio de Hacienda se anuncian inversiones por más de 7500 millones de dólares en el sector. Aunque esto permita pensar en una recuperación, este anuncio no ha logrado mejorar las expectativas en las empresas encuestadas por el Ministerio de Trabajo.

La pregunta parece ser clara, ¿qué actividad mano de obra intensiva podemos impulsar de forma competitiva en un mercado interno deprimido, y con mercados externos que no prevén recuperación de empleo en los próximos años?

Juan Carlos Travela, licenciado en Comercio Exterior – @JuanCTravela

No hay comentarios: